France

6 356 REPERTORIO AMERICANO darles la ganancia provechosa. Esa voz tenerlo es menester meter la guerra, la que la onda acaba de traernos con cla guerra viene implacable. Lo importante ridad, pronunciada a miles de millas de para el poder de conquista es sacar la aquí, puede estar sinceramente, en su ventaja que centuplique el rendimiento.
tarea de despertar el instinto guerrero. Los pueblos no le importan mientras Pero son tantos y tan agresivos los in sean sumisos y presenten modalidades tereses de conquista que andan des propicias a la esclavitud. Mas si no quie.
atados por estas tierras, que lo pro ren permitir que haya expansión de esos bable es que la guerra que amenaza intereses, entonces la guerra es una soa dos pueblos no sea más que el juego lución eficaz.
de algunos de esos intereses. Lo que no Cuando reflexionamos con estas ideas consiguen con un gobierno, lo buscan nos volvemos desconfiados y quisiéracon el gobierno vecino. si para ob mos oponer a la onda sonora que difunde la borrachera patriótica, la onda que difundiera el sentido grande de unas relaciones fecundas entre los pueblos. Fecundas por el valor para crear cooperación que es defensa, para crear preocupaciones que infundan a la raza la superioridad que le falta. Gente nueva, cada año unas unidades, como pide don Francisco Giner, instruída hasta no serle extraño ningún elemento ni problema fundamental de la vida.
Juan del Camino Costa Rica y diciembre de 1932.
Señales sudamericanas De La Nación. Buenos Aires de Europa en pedazos. a Shakespeare y a Dante, a Pascal y a Goethe. Las patrias pequeñas son un peligro para las patrias grandes. Porque ese pobre bagaje de cultura elemental termina por perderse también. porque insensiblemente, el patriotismo es substituído por un sentimiento de raza, por una conciencia totémica de clan, de tribu, de horda. La civilización europea nació de una victoria de las culturas sobre las razas. Greco romana y judeocristiana, latina, germánica, nórdica y eslava, Europa no ha cesado de combatir y de vencer desde hace quince siglos a los instintos de las razas que la forman he aquí que los alanos y los vándalos, los sármatas y los hunos salen de sus tumbas armados de todas armas y amenazan a nuestras ciudades espléndidas.
Caro Joaquin Garcia Monge: Vea qué estupendo toque de clarin lanza conocer que el sentimiento nacional exalLéon Kochnitzky, joven poeta belga, europeo ta y transfigura en todos los instantesnuevo, todo un hombre, a quien Ud. lee y muy a menudo noblemente todos los siempre en Le strapontin volant de Les Nouvelles Littéraires. Sabía Ud. que ſué actos y todos los pensamientos de los algo asi como Ministro de Educación Publihombres que integran esas patrias. El Ca de Annunzio en la aventura de condo hecho esencial de la vida de un lituano tieros literarios de Fiume?
Lo abraza, no consiste en estar sano o enfermo, en Alfonso Reyes ser feliz o desdichado, estimado o desRio, nov. 1932.
conocido, poderoso o miserable, sino en Restaurada en Versalles bajo el sigser lituano. Su salud, su dicha, su glono de las nacionalidades, Europa existe ria, su esplendor, no puede concebirlos desde entonces bajo la coacción de los más que como una salud lituana, una nacionalismos. Las grandes patrias, pródicha lituana, y así sucesivamente. Hay digas en dones magníficos. ricas en reaen ello un fenómeno extraño, muy pelidades culturales y civilizadoras, no son culiar a esta edad y a la Europa de las más tiránicas. En el cortejo de los esta edad: algo como una unidad traspueblos, cada una de ellas ocupa el lucendental de la nacionalidad.
gar que en derecho le corresponde. Pa.
En el interior de los grandes cuerpos ra unos europeos, cuyo número va sin nacionales del viejo continente surgen tregua en aumento, el amor a la patria unos patriotismos locales que logran en se vigoriza y fortalece en la amistad muy pocos años desarrollarse y acreque los extranjeros profesan a su país, cerse al punto de adulterar a las veramistad sin la cual les parece esa pa daderas patrias, a las patrias antiguas.
tria disminuída, magullada.
En la mavoría de los casos, sucede que Pero los nacionalismos se multiplican un complejo de inferioridad netamena la manera de las células vivas: nacen te caracterizado aguza una sensibilidad unos de otros, por divisiones sucesivas.
casi patológica. Tratad de decir a un medida que la ideología nacionalista irlandés, un flamenco, un croata, que se empequeñece, su virulencia aumenta.
Irlanda, Flandes y Croacia no son naY si ocurre que esea. ideología pierde ciones con los mismos títulos que Inaún más terreno, en el espacio y en el glatera, Bélgică. o Francia. Espezarán tiempo, si se convierte en patrimonio de por enfurecerse, y si acceden después a un pueblo pequeño, nacido en fecha redirigiros la palabra, será para demostraciente a la independencia o lastimado en ros que solamente su provincia respecsus pretensiones y sus aspiraciones, da tiva tiene derecho al título de nación, y entonces color y acento a toda la exisque el Estado que la contiene no es más tencia de ese pueblo. El francés, el inque una creación artificial y provisional glés, el alemán, el español, por una que hay que destruir lo antes posible.
parte; el ciudadano de un país más peCien aberraciones de esta índole enve.
queño, pero cuyo ingreso en el concier.
nenan a Europa. Al desmenuzarse, los to de las naciones se remonta a fecha nacionalismos reducen su contenido ideolejana, por otra (el belga, el holandés, lógico a exiguos términos. No encierra el portugués, el escandinavo. todos él ya el sentido de vastas corrientes culesos hombres aman a su patria respecturales, sino solamente unos cuantos tiva tanto como puedan amar a la suya recuerdos históricos y unas cuantas maun servio, un lituano, un magiar, ciudadano de la Hungría desmembrada y munifestaciones artísticas y literarias desa tilada: Pero el francés, el alemán, el prendidas del folklore y la etnografía.
belga, el escandinavo, no se sienten en Nuestros viejos bordados estirios. y momento alguno de su vida social y nuestras viejas alfarerías de Cerdeña. menos todavía en el secreto de sus me y nuestros viejos zuecos de tal parte. ditaciones, obsedidos por la conciencia y nuestros viejos estribillos de tal otra. de su nacionalidad. Sin dejar por ello es todo lo que se quiere oponer, en la de rendir homenaje a las valerosas pa Europa en delirio (a la que mi amigo trias de la Europa oriental, hay que re Pierre Daye califica con tanto acierto ¿A quién volver la vista en esta angustia trágica. Quién nos dirá que tengamos valor, que esperemos, pese a todo? No será el Asia, en la que dormitan los instintos elementales y en la que la voz, toda emoción, de Gandhi no logra silenciar al odio. No serán tampoco, los Estados Unidos, que en vano se proclaman un melting pot en el que rada se fundo, y en donde las meditaciones humosas de un Gobineau. ce pav Gobineaut. decían de él Taine y Renán, sus amigos, que no le tomaron jamás en serio) sientan hoy plaza de ley. entonces, si negamos la solución rusa. dónde habremos de buscar la señal?
En la noche del mundo brilla toda vía una gran claridad: es ella el halo ese jubiloso que corona, de noche, a Buenos Aires, La América Latina ha resuelto plenamente, definitivamente, el problema de las razas. Para milenios, quizá de tiempo, ha cimentado la carne y la sangre de los hombres. De Méjico a la Patagonia, de las palmeras de Recife a las máscaras gigantescas de la isla de Pascua, un vasto estremecimien.
to recorre la tierra y el océano: es el estremecimiento que precede a las grandes creaciones.
Cargados los brazos de libros venerables, vamos hacia la América Latina. esperamos, conmovidos, su mensaje.
Léon Kochnitzky. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica