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146 REPERTORIO AMERICANO rada tiene algo que nos llama la aten manjares, las menores particularidades la campana, bajará al comedor el caballeción. El equipaje de este viajero no es de la vida cotidiana, la hacen, si son ad ro y se sentará a la mesa. La mesa, en grande: una maleta de cuero. tam versas, sentir dolorosamente las horas estos años de i800 a 1900, es una larga bién, en una cajita no lo olvidemos que transcurren; si en cambio, son fa mcsa en torno a la cual se sientan todos unos pocos libros. Qué viene a buscar vorables, el tiempo se deslizará insensi. los huéspedes del hotel. El vecino del en la pequeña ciudad este viajero? Silen ble en su vivir. El dolor le atenacca; ex caballero, no sabe quién es el que a su cioso, rápido, se acomoda en su cuarto; perimenta fortísimas neuralgias; padece lado se acomoda; pero de cuando er.
al entrar ha tenido una mirada escruta indomables insomnios; devuelve muchas cuando, tiene para él una atención que le dora para toilo el ámbito. Parece decir: veces la comida que ingiere; su vista se cautiva. a veces dice palabras tan dis Entre estas cuatro paredes voy a estar amengua y no ve apenas los caracteres cretas, tan profundas, que hacen que los yo una temporada. La estaré, en efec de un libro. Con todo, con que la luz sea demás comensales suspendan, extrañato, o tendré que marcharme apenas ins viva, luz de cálido sol, y con que el aire dos, las conversaciones para escucharle.
talado? El camarero le ha dado al hués sea seco y delgado, él estará contento. Con la misma finura con que ha llegado ped toda clase de seguridades de que la Si a esto se añade una cocina ligera y a la mesa, se retira luego. El camarero habitación es excelente; ahora es de no nutritiva, el placer que tenga en esta tie dice, cuando le preguntan, que no sabe che; pero cuando amanezca, en seguida rra, morando en este cuartito, será com cómo se llama; es sencillamente el seentrará un rayo de sol por el balcón. El pleto. Visitas no recibe ninguna; cartas ñor del catorce. un día el señor del caballero, al cscuchar lo del rayo de sol, le llegan pocas. La soledad de este hom catorce se marcha. Dónde irá. qué ha sonreído; su faz, que estaba severa, bre es verdaderamente terrible; es fuer país se encarninará? Aire, aire fino y seco se ha tornado un poquito risueña. Ade te este hombre en su magnífica soledad. es lo que va buscando este hombre de más, ha dicho el sirviente que desde el Poco a poco, a lo largo de sus peregrina ciudad en ciudad; aire y manjares nutribalcón se ve una inontaña; ya el hués ciones y de sus estadas en los cuartos de tivos y que no pesen en el estómago. ped sonríe pienamente satisfecho. Ver las fondas, este viajero ha ido quedán sus dolores no cesan; todo su cuerpo es una montaña desde el cuarto de un ho dose sin amistades. Su amistad compro un pobre y mísero armatoste; todo falla tel, en estas horas de soledad en la vieja mete a los respetables profesores; nadie en él, menos el cntusiasmo. La enferme.
ciudad en que no se conoce a nadie; ver quiere parecer solidario con sus pensa dad le hace ser optimista; cuanto más una montaña; pasear la mirada amoro mientos. este caballero, al pensar en enfermo está, tanto más entusiasmo siensamente por las laderas y ascender hasta el espanto, en el recelo que su pensa te por su obra. su mirada pasea en la la cumbre; tuilo esto en un momento, al miento inspira, ha sonreído; en sus cla. soledad del cuarto de la fonda, por el levantar la vista del libro que se está ros y bellos ojos ha brotado un resplan brillante cristal de sus botellitas. El doleyendo; var, dccimos, la montaña desde dor que no hay en los ojos de los demás lor hace que, en estas horas de angustia, el fondo del cuartito del hotel, es un con mortales.
su vista baje; se queda en esos instantes suelo supremo. Se ha marchado el cama En esta hora de silencio, después de casi ciego; pero, en su ceguera, cuando rero, y el huésped queda un instante haber estado en los alrededores del pue no ve más que la silueta de las cosas, ve pensativo. Ia montaña está bien; pero b! lleva ya varios días en la ciudad el también el brillar de los cristales de sus el aire en esta tierra. será tan fino y viajero; en esta hora de silencio, tras frasquitos. qué finura hay en este tan seco como nosotros lo necesitamos?
un breve paseo, la mano titubeante del hombre. Qué palabras tiene tan deliLas manos de viajero van sacando de huésped se alarga a uno de los frasqui cadas y elegantes, tan sutilmente halagala maleta la ropa y la van colocando en tos; el dolor agudo de cabeza que el ca doras para una mujer, cuando se encuenel armario; después sale de la maleta ballero siente lo van a remediar unas go tra una en su camino! No es feminista un frasquito; luego aparece otro; a se tas de este licor. Más tarde, cuando no este caballero, y sin embargo, él sueña guida surge un tercero; más tarde un pueda dormir, otras gotas de otro pomi con una mujer que pueda continuar su cuarto. Todos van siendo colocados en to, le darán al caballero el reposo desea pensamiento y cuya sensibilidad pueda una repisa del lavabo; todos son frasqui do. Ahora se pone otra vez a escribir modelar él. su desengaño ha sido tetos de medicinas que es preciso tomar ante la mesa. Desde la mañana, durante rrible, cuando, fiado en las aparicncias, a distintas horas y para diversos males. todo el día, sin parar, con alegría, con ha creído que una mujer, que había enLos libros han quedado también instala ardor, ha estado llenando cuartillas este contrado en su ruta, iba, por fin, a comdos. Solo está el caballero entre estas hombre. Luego ha salido, y en el cam prenderle. No ha sido así; otra vez se cuatro paredes del hotel: no sabe ahora po respiraba a plenos pulmones este aire ve en la terrible soledad en que antes vilo qué hacer; se ha quedado un momen tan secc y vibrátil que llena la campiña. vía. de nuevo la mano temblorosa, coto inmóvil parece reflexionar profun En la lejanía resaltaba la montaña como mo siempre, se alarga hacia el botellín damente. la comida. Cómo será en si fuera de porcelana. En cuanto suenc de cristal.
esta región, en esta fonda? El problema Un día, después de haber andado mude la comida es tan importante como el INDICE cho de ciudad en ciudad (Sorrento, Tudel clima. De la comida depende todo el rín, Venecia, Génova, Marienbad. en pensar que va a tener en este cuartito de la calle sufre un desvanecimiento. Llevala fonda el viajero. Según sea la comido a un hospodaje, al volver en sí, es ya da que le din, así van a ser sus pensaotro hombre; la razón, fluctuante antemientos. Sensibilidad y pensamientos riormente, está ya desvanecida; de cuandependerán del aire y de los manjares.
12 LIBROS QUE LE INTERESAN: do en cuando, tiene el caballero un moEl huésped se cstremece ahora con un Ellen Key: El siglo de los niños. tomos 3. 00 mento de lucidez. Pero la tragedia de ligero estreinecimiento; su mirada va Academia Española: Gramática de la lenFederico Nictzsche está ya consumada; pasando de los frasquitos, que están si gua española. Pasta 50 él, que admiraba tanto a Maupassant, tiemétricamente colocados en la repisa, a José Asunción Silva: Poesías. Edición defi na el mismo fin trágico que Maupassant.
nitiva.
los libros, los libros, que se hallan. Se han pablicado recientemente, en Margarita Comas: La coeducación de los puestos sobre la mesa, al balcón, que en francés, dos libros que tocan a la vida y esta hora de la noche se encuentra cc Stendhal: Vida de Enrique Brulard. Nola obra de Federico Nietzsche; uno dei rrado. Piensa cn el cuartito de otra fon vela autobiográfica 75 doctor Podach, acerca de la enfermedad Zorrilla: Tabaré. Pasta.
da, que ocupó hace tres años en otra 00 la muerte del filósofo; otro de Stefan Romain Rolland: Vida de Ramakrishna. 50 ciudad; y en el que ocupó después en otra Zweig, titulado Nietzsche. además, Joaquin Cabezas: Tratado de Gimnasia fonda; y en el tercero en que vivió lueha salido también a la luz una nueva Educativa.
go; y er, el cuarto en que moró en segui Vuillerment: La juventud y los detraducción francesa del maravilloso libro da; en fin, todos los cuartos de hoteles porfes.
del filósofo Ecce homo. Nunca una en que ha vivido desde hace diez años Leon Trotsky: La Revolución Permanenpersonalidad ha sido tan agudamente te. La teoria fundamental de Trotsky sobre este caballero, los ve ahora en su imagi.
analizada como la de Nietzsche por las revoluciones y su desarrollo 50 nación. Su vida se ha deslizado durante Wilhelm Schapp: La Nueva Ciencia del Nietzsche mismo. Páginas insuperablediez años de cuartito en cuartito, en di Derecho 50 mente bellas, y páginas de una emoción versas fondas de diversas ciudades; la Lissagaray: Historia de la Commune de profunda y conmovedora.
Paris. Pasta.
12. 50 sensibilidad de este hombre es tan aguAzorin da, tan fina, tan delicada, que el aire, los Solicitelos al Adr. dçl Rep. Am. Madrid, 1981, 00 sexos. 00 10. 00 00 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica