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REPERTORIO AMERICANO 267 De Luz, Madrid Islotes expedición ha terminado; cono una marca dolorosa que se imprime en el cerebro. Uno de los exploradores consultados por Kipling le dijo que él sentia Imaginamos el Museo de Ciencias Na Icído ahora su relato, parece que lo he como si tuviera una barra trasversal junturales y el Jardín Botánico como dos is mos vivido.
Hemos caminado días y to al ojo derecho; en otro esta obsesión Zotes perdidos; dos islotes perdidos en días, semanas y semanas, por el seno revestía la forma de una línea recta, inun mar de indiferencia, de negligencia de un bosque inextricable; caminába flexible, aterradora, línea que represeny de abandono. Las ciencias naturales. mos casi en tinieblas; la luz del día ape taba el camino que, por un terreno llano no sirven para nada; a los políticos no nas llegaba, opaca, palidísima, densa, y árido, había que recorrer. les interesan las ciencias naturales. hasta nosotros. Había que caminar len Volvamos a nuestros islotes; los is.
Un dorado cetonio se acuesta por la no tamente, abriéndonos paso a fuerza de lotes perdidos en un mar de indiferenche en el seno fragante de una rosa; a hachazos. Hemos ido a sentar la mano cia. Tornemos al Museo de Ciencias la madrugada, el fresco rocío entumece en un tronco y hemos experimentado Naturales y al Jardín Botánico. Cada sus miembros; un naturalista, que ha una extraña sensación de blanda goma. vez que se nombra un nuevo ministro madrugado, lo está observando. Para ei salto que hemos pegado ha sido for de Instrucción Pública es como si apaqué servirá el que este naturalista ob midable. Habíamos puesto la mano en reciera en el horizonte un barco, barco serve el dorado y fino cetonio? Un ob el cuerpo de una enorme serpiente; el que viniera a socorrer a los pobres haservador de la Naturaleza, el doctor Pau, mimetismo de esos reptiles es tan pro bitadores de los islotes. Si el ministro ae Segorbe, descubre un dia en el mon digioso, que se confunde el cuerpo de es inculto, el barco pasa de lejos; si es te un nuevo tomillo; tiene la gentile estas serpientes con el tronco de los ár ilustrado, el barco se acerca a la costa.
za este naturalista de dedicar la nueva boles y las ramas. El bosque todo está Al presente el ministro es una persona variedad de tomillo al querido maestro lleno de estos reptiles, que esperan un culta y sensible; el barco aparece en el don Ignacio Bolívar; ya lleva el tomillo descuido del viajero, y en tanto que el horizonte y se va acercando. Los moranuevo el nombre del admirado sabio. hacha abre camino, hemos de estar des dores de los islotes están contentísimos. Para qué servirá el descubrimiento de cargando escopetazos. Cómo orientar por fin va a haber un ministro a quien un tomillo. Alguna vez hemos imagi nos en el inmenso Llano? Lo que se lla interesen las ciencias naturales; se va a nado un verdadero disparate: pensába ma el L! ano, entre Colombia y Vene prestar atención a los desamparados mos que lo que hicieron los antiguos po zuela, es una planicie monótona y uni Museos de Ciencias Naturales y Jardín díamos hacerlo nosotros. Si los anti forme; no sabemos por dónde echar; se Botánico. Se va acercando el barco. En guos poetas y filósofos adquirieron la necesita un guía experto para saber el la playa los moradores de las islas lo finura y el sentido de humanidad que camino que hemos de seguir. Llegamos. ven venir gozosos. Se divisa al minisahora admiramos en ellos, fué porque al río; dormimos en la ribera arenosa; tro en la cubierta. Çué simpático es!
vivieron en contacto con la Naturaleza, durante la noche, un caimán curioso. exclaman los pobres insulanos. Qué porque observaron esa Naturaleza que con las inejores intenciones las mejo inteligentel iQué culto. Qué fino. Qué luego, en el correr de los siglos, al des res intenciones para él, naturalmente. comprensivo! Ha dado medio millón cubrirlos a ellos, volvía a ponerse en intenta acercarse a nuestra persona; o para estudios medievales. Ha dado un micontacto con nosotros. si observára si no es un caimán, es un tigre. en îlón para teatro lírico. Con seguridad que mos la Naturaleza, si diéramos un gran el río, a las tres de la madrugada, cuan nos va a atender a nosotros. Todos esimpulso a las ciencias naturales, casi do nos levantamos y proseguimos el via peran que el barco se acerque; todos sadigamos pudorosamente casi. no ten je, nos esperan el pez temblador, que ludan con sus. pañuelos. de pronto el dríamos necesidad de las llamadas hu es una especie de anguila eléctrica, que barco, en vez de aproximarse a la costa, manidades; la persistente cuestión de produce una mortífera descarga, o el pez sigue sii rumbo, sigue, sigue, sigue.
las humanidades, la pugna entre los par: caribe, que ataca en bandadas y que en Azorín tidarios de la Ciencia y los partidarios pocos minutos causa la muerte de un cade los clásicos, estaría, por fin, resuel ballo o un toro. La fatiga física es abruINDICE En España ha habido conquistadomadora. si fuera sólo esto! Pero res del Nuevo Mundo; no sentimos, qua aparte del cansancio físico está la obserido lector, un gran entusiasmo por sión moral que se apodera del exploraellos; nos cautivan, en cambio, con prodor a poco de comenzada su empresa.
funda admiración, los observadores de En una interesantísima conferencia dada LIBROS QUE LE INTERESAN: la Naturaleza en América, que España en 1914 por Rudyard Kipling, en la Soha dado al mundo. Ya desde el siglo ciedad Geográfica de Londres, el famoG. Grinko: El plan quinquenal de los Soxvi esos hombres publican libros cuso escritor ha estudiado este curioso asI. Growther: La Ciencia en el País de riosos y pintorescos. Pero es a media pecto de los viajes. La obsesión mo los Soviets. 00 dos del siglo xvii, al renovarse las ral de que hablamos reviste diversas for Orto Lipniann: Psicología para Maestros 00 ciencias en Europa, cuando los españo mas y dura hasta mucho después que la Solicitelos al Admor, del Rep. Am.
les realizan sus admirables expediciones por tierras americanas. En el archivo del Jardín Botánico hay abundantes pruebas de lo que esos españoles han hecho en América. Las expediciones científicas han sido muchas; don José Celestino Mutis estuvo veintitrés años estudiando en América las plantas, las pieDEPARTAMENTO DE VIDA dras y los animales. Fué Mutis el fundador del primer observatorio astronó Tenemos el gusto de anunciar un nuevo beneficio con nuestras mico en el continente americano. La pólizas de seguro de vida última de las grandes expediciones científicas fué la realizada en 1862, y que INDEMNIZACION DOBLE en caso de duró cuatro años; expedición en que fi guró don Marcos Jiménez de la Espada.
No se tiene, generalmente, idea de lo que esas expediciones son. Las que parecen más sencillas son ímprobas por Es decir, EL BANCO PAGARA EL DOBLE DE LA SUMA todo extremo. El inolvidable amigo SanASEGURADA, si la muerte sobreviene a causa de un accidente.
tiago Pérez Triana realizó hace unos Este beneficio se concede mediante el pago, por año, de una cuarenta años una expedición de Bogotá al Atlántico, siguiendo el curso de extra prima de uno o dos colones por cada mil de seguro.
los ríos Meta, Vichada y Orinoco. Reta.
viets. 4. 00 BANCO NACIONAL DE SEGUROS la muerte accidental del asegurado. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica