316 REPERTORIO AMERICANO Dalia. Yñíguez Envio de la autora, y dulce Mujer pequeña, llena de los encantos que afirma el Arcipreste, las donas chicas han. Poseedora del buen decir en linda boca que tiene el gesto de las bocas de las niñas consentidas. Ojos menudos expresivos y traviesos. Manos ágiles, inquietas y vivas, que saben asir el amor, que saben dar vuelo a la melodía, y forma, divina forma a la poesía. manos sabias! La risa de campana en fiesta, y en toda ella el nervio y la inquie.
tud, esa inquietud ingenua de las pícaras colegialas. Mujercita feliz por que acompáñanla el amor, la juventud y la ilusión. Así es Dalia lñíguez.
Después de admirarla y aplaudirla, después de haber sentido la emoción de oir su divina voz en los versos de Silva, Darío y Marti. Fué entre bastidores en momentos en que ella se comía a besos a su esposo Juan Pulido, quien acababa de enviarle un enorme ramo de dalias frescas, recién cortadas. La conmovedora: el marido, el admirador, el amante. en fin un marido artista!
Fué al día siguiente en su apartamento del Hotel Europa que tuvimos un rato de charla, de alegre charla expansiva; bue.
no, ella es cubana y yo soy nicaragüen.
se.
Contome Dalia su devoción por el arte y cómo desde que nació ama la músi.
ca y la poesía. Tiene veinte años y es profesora de piano y genial recitadora.
Conoció a Juan Pulido en la Habana, el amor brotó instantáneo y se casó cuan.
do tenia dieciocho años. Fuéronse a Nueva York, y alli hizo su presentación como recitadora después de dos años en los que completó su estudio declamatorio.
Sus maestros fueron los poetas y ella misma. su esposo, es decir, el amor, la impulsó a lanzarse a los escenarios del mundo con su divina voz poética. Dalia lleva pocos meses de recorrer públicos y ha ido de triunfo en triunfo. New York, la Habana, Panamá, Caracas, Puer.
to Rico, San José. Dalia, entre los poetas. a cuál prefiere. Ah. prefiero a muchos, pero me siento verdaderamente feliz recitando a Martí y Darío.
Crece en mí la admiración hacia ella y siento nacer la simpatía y el cariño que se establece entre almas y corazones generosos.
Martí y Darío. Cuba y Nicaragua. ella y yo. de las poetisas. a cuál gusta más?
Dalia ríe con risa argentina, parece que vacila, pero contesta con viveza. Gabriela, Alfonsina y Juanal. Nól Juana, Alfonsina y Gabrielal.
La simpatia y el cariño naciente se fortalecen firmes en una dulce amistad.
Ella me enseñia su álbum. De San José lleva una página de Salomón de la Selva quien en su homenaje ha copiado la Oda a la lira de Horacio, en latín, y dice de ella: cuya voz divina es eolia liDalia Yniguez ra de poetas. En la última página del álbum, Rogelio Sotela la llama alondra En el álbum de la genial y torrente y la mira vestida de pájaro recitadora Dalia Yñiguez y de mar. Claudia Lars, Ninfa Santos y yo, improvisamos, y la graflex de Voz de fuente clara de claro cristal Pulido nos sorprende en el camerino enen donde los versos encuentran más brlo.
Al oir en ella la Marcha Triunfal, tre poesía y flores, las lindas flores cos¿qué sentirá el alma de Rubén Darío? tarricenses que los admiradores de Dalia han enviado; allí está el ramo que moPalpitando foda, plena de armonía. sentirá nostalgia de la carne ufana, tivó los besos entre bastidores.
la que fué encendida, como luz del dia. Dalia, pero por qué no posa con el en los lindos ojos de la otra cubana?
ramo de su esposo? qué no daria yo por recoger Zasl. y el rostro de Dalia, entre esos versos puros de pureza astral las dalias del amor, quedó cogido por la que Rubén habrá hecho para esta mujer, voz de fuente clara de claro cristal! pupila bruja.
Aura Rostand escena era.
San José, de Dic. 1932.
Contra la superstición. Viene de la página 371)
tendersą la asistencia de su población en orientan, que ponen fuego en el espíritu una vida de salud y felicidad. Mira en del hombre que anhele luchar por la conlo que define a presentar el concepto hu. quista de principios grandes para servimano. Nada de volverse indiferente a cio de su patria. Lc dan al batallador las cosas que están viviendo aquí abajo impulsos y lo convierten en un señalalos hombres. Para tratarlas se formó la dor de las falacias de los pseudo econoEconomía Política. De modo que si al mistas. De estos fariseos de la Econoguien pretende llamarse economista, ne mía están repletas las naciones. Los puecesita ser un entendido en las necesidablos que viven en la tiniebla, tiranizados de la gente. Sin ostentar este cono por la superstición del economista, no se cimiento no puede en el concepto de Rus dan cuenta del mal que esa casta les trae.
kin pasar nadie por economista. Será un Pues para que el pueblo entontecido se versado en negocios, será un experto libre del flagelo precisa ir a Ruskin. Pre.
banquero, pero no un economista. cisa leer y meditar estos ensayos en los Infunden estas páginas deleite verda cuales hay sabiduría. Perderá el que sea dero, sale de ellas el soplo de aires salu amigo de Ruskin el respeto a las teorías dables. Ruskin las sumergió en su filo formuladas por los profetas de la prospesofía y en su arte y les dió perennidad. ridad de las naciones. Encontrará que No serán acogidas por el pedante que es saludable la pérdida de ese respeto, busca el tratado que le da el concepto de porque es conquistar un poder grande la hora con el cual deslumbrar la bella para matar la superstición. En Ruskin quería do una nación. Son hay fondo eterno y la vida de una patria puede mirarse teniendo las normas que el grande hombre de Inglaterra estampó en sus ensayos. Mirada a través de esas normas adquirirán los problemas la ani.
mación que les quita cl economista. Es decir, tendrán la animación social que es la que urge buscar en nuestros tiempos cargados de fuerzas que, o precipitan catástrofes transformadoras, o sumen en mayor abatimiento a las naciones. Esa animación social mueve todos los problemas cconómicos de los países. Desconocerla es necedad, o ceguera. Puede ser también incapacidad para la percepción. Recomendemos la lectura de Ruskin que es profunda y orientadora. Reco.
mendémosla a aquellos que quieran recibir las transformaciones que el mundo va sufriendo, no como calamidades, sino como crecimiento hacia la luz de la libertad del hombre.
Juan del Camino nas que Costa Rica y diciembre de 1932. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica