CapitalismDeath Sentence

REPERTORIO AMERICANO 299 lista. No ven, no quieren ver las adua vor no dura cuando se le traza a una renas cerradas, hasta donde lo permite la pública americana un camino para recológica, y la marcha del poco capital rrerlo en 20 años. Pero en cambio, percriollo hacia la producción, para abas dido el ſcrvor, queda el respeto. Mientecer el consumo nacional. En cambio, tras el aprismo se haga respetar como el chauvinismo, hace tres años, amena hoy, por su sinceridad, su honradez y zaba con los puños cerrados hacia afue su claridad sin sofismas, podrá realizar ra, y dejaba las aduanas abiertas, y fo. la trayectoria que se ha trazado, sin que mentaba la importación de mercancía es el pueblo le pierda la fe.
téril con la atracción que ejercía un pue La gran lección que me deja usted, blo de nuevos ricos, despilfarrando tres compañero Seoane, es esa.
No hay que cientos millones con rapidez cinemato engañar. El pugilato ridículo de la fangráfica.
tasia politica, arruina los nervios de la Pero el nacionalismo solo no es, ni con multitud, y le relaja el vientre. Sólo una mucho, un programa. El mundo al fin absoluta sinceridad con el pueblo, lo pue.
será de todos los trabajadores. Vamos de preparar a la lucha paciente, desde el hacia el mundo, definiendo desde ahora gobierno, hasta que el pueblo logre la ruta. El aprismo traza el camino ha identificarse con el estado de tal manera cia la socialización, pasando por tres eta que el estado pueda ir desapareciendo pas. Nacionalismo, como medio, no co con su maquinaria feroz, audaz, intermo fin, producción y capitalismo de es vencionista, como hoy la necesitamos tado, y luego cesión del estado a los tra para llegar hasta ese día.
bajadores de los medios de producción y Día que tal vez no veamos usted y yo, del capital acumulado.
pero que vendrá cuando nuestra huella Compañero Scoane: el aprismo gober haya desaparecido.
nará al Perú, seguramente.
Tiene nc Mientras tanto, agradezco de veras la cesidad de conservar toda su firmeza, y esperanza recortada, sumisa y realizable el arresto puro de sus hombres. El fer que deja usted entre nosotros.
Alberto Lleras Camargo Sobre una sentencia de muerte De El Tiempo, Bogotá tola no lo tienc, sino en su inocencia, que es absoluta. Pertenezco a un partido que no sabe pedir clemencia, pero que acepta serenamente su responsabilidad. Nosotros no rogamos que la sentencia no se cumpla. Cuando las hienas tienen sed, nos satisface darles de beber. Pero no queremos que beban por equivocación.
El ofrecimiento subsiste y yo a veces me miro el tórax, sobre el que dibujaría las cuatro letras de mi partido, para que sirvan de miras a los guardianes. Los apris. tas no tememos el más allá cuando sabemos que nuestra muerte es semilla de un porvenir mejor, Mas, la opinión extranjera debe ser enterada de otras cosas. Es necesario que se sepa que la pena de muerte no existe en el Perú, según el artículo 21 de la Constitución del Estado, sino para los casos de homicidio calificado y de traición a la patria. El intento de homicidio, y la complicidad, no están incluídos y por consiguiente la pena de muerte no puede aplicarse al suceso de Miraflores.
La Corte Marcial se apoya, tanto para su funcionamiento como para la sentencia, en un decreto ley número 7060, que se dice declarado en vigencia por el congreso. Pero ese decreto ley, creando las cortes marciales y señalando la pena de muerte, fué derogado por el 7061. Además, la vigencia del mismo requiere, por implicar modificación constitucional, dos tercios de la, asamblea constituyente y sólo obtuvo 43 votos sobre un total de 133 representaciones. Como si esto no bastara, aunque el decreto fuera legal, no es posible que tenga efecto retroactivo, o sea que su promulgación por el congreso, en caso de ser legítimo, no le daría fuerza para juzgar el suceso de Miraflores producido dos días antes de su promulgación. Este principio universal lo consigna, expresamente, el artículo 26 de la constitución peruana que determina que los delitos deben juzgarse conforme a las leyes preexistentes.
Tamaña aherración jurídica, que implica una delincuencia de hecho, bajo un disfraz legalista, ha sido severamente condenada por las dos instituciones más altas del Perú; la universidad mayor de San Marcos y el colegio de abogados.
En efecto, dice el rector de aquélla, doctor José Antonio Encinas, en nota dirigida al gobierno con fecha 15 de marzo: es una sentencia que se aparta de las normas fundamentales contenidas en la constitución vigente y en la legislación penal, normas que armonizan las nacesidades de la defensa social con los derechos más sagrados de la persona humana.
Por su parte, el decano del colegio de abogados, doctor Diomedes Arias Schereiber, de filiación política sanchecerrista, dice: La sentencia pronunciada anoche vulnera principios básicos de nuestra ley fundamental. Infringe el artículo 20 de la constitución, según el cual las leyes no tienen fuerza ni efecto retroactivo y fulmina la garantía esencial de los derechos humanos y de la convivencia social contenida en el artículo 26 de la misma constitución que ordena que nadie podrá ser condenado sino conforme a las leyes preexistentes al hecho Ratifico ahora las declaraciones hechas La venganza contra el partido, o contra a la prensa colombiana y mundial a raíz uno de sus dirigentes es tan clara que es del suceso lamentable de Miraflores. un secreto a voces en el Perú. Si la pisNuestro partido repudia el atentado percuyo objeto preciso desconocía sonal como método político. Lo condena Juan Seoane. Ja hubiera entregado por bárbaro y por inútil. La sangre ver Juan Pérez, a estas horas Juan Pérez setida no alcanza a provocar una transfor ría nada más que un hombre destrozado mación auténtica. Las riendas del go por la descoyuntacićn, pero no condenabierno se arrancan de las pálidas manos do a muerte.
de la muerte y se ponen bajo la nervio Fué por eso que yo me ofrecí a sustisa presión de otro brazo que ostente bo tuirlo. Sé que mi hermano es un homcamangas con galón. Por eso nuestra. bre y un aprista de conciencia. De ahí su lucha tiene cada vez menos sentido in estupenda serenidad y su firmeza para dividualista. Es obra de convencimienjugarse empleo, hijos. y vida. Basta relato, de captación de conciencias y de or tar dos anécdotas suyas: Acudió el miganización, o sea captación de energías. nistro de gobierno hasta su celda de la Si hubiéramos de hacer un balance de penitenciaria para decirle: responsabilidades, grueso saldo arrojaría Su pena habrá de conmutarse, pero contra quienes despotizan pero no go usted debe declarar, previamente, la conibiernan. La turbia ola de sangre y do plicidad del partido y de sus dirigentes.
lores que recorre el Perú tiene que pro Sé que me condenarán a muerte, vocar estos estremecimientos vibrantes. respondió Seoane. El precio de mi vida El joven fanático, iluminado, generoso no puede ser una traición y una infamia.
aunque en error, siente la encarnación sepan ustedes que mi muerte habrá de Sacha Yegulev. Su brazo se yergue.
de costar la de muchos otros.
Lo sostienen sus ideas, pero lo han arma Horas más tarde lo llaman para leerle do los enemigos de arriba. El puño del la sentencia de muerte ante la Corte pueblo se alza como respuesta a las bo Marcial reunida en privado. Mi hermafetadas del poder.
no responde: Ahora Melgar y mi hermano Juan es Esperen un momento. Me voy a dar tán condenados a muerte. Pasearán por un baño.
sus breves caiabozos, ante sus rigidos No hace falta. Está usted condenacentinelas de vista, en el fino cuadriláte do a muerte. Salga en seguida.
ro de cemento, más duro por la ausencia Dígales que esperen. Voy a la muerdel lecho, y de lugares de descanso. Pa te con la conciencia limpia. Quiero tamsearán, como desde hace un mes largo, bién llevar limpio mi cuerpo. Aguarden esperando la conmutación o la ejecución uns minutos. La lluvia es muy agradade la pena, en unos días de capilla in ble.
terminables, los más largos que se cono Pero yo no quería que la muerte lo cen en la turbia historia de las torturas hiriese por reflejo. Quise poner el blanmorales.
co verdadero ante el gatillo de los eneYo sé que mi hermano no tiene otra migos. Ale solidaricé y me solidarizo culpabilidad que la de ser mi hermano. con mi hermano. No en su delito, pues a Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica