308 REPERTORIO AMERICANO El Fragmento de de Roncesvalles.
Fragmento de Roncesvalles De Nesotros, Buenos Aires ¡Cuántos tesoros literarios perdidos! las armas, fué mejor para ante Jesu so. vuela Roldán en busca del más ¡Cuántas sinfonías de pensamiento y cristo porque Roldán, luego que le hu amado dz los compañeros, de Oliveros musical palabra errantes bajo las aguas bo vendado las heridas con la seda del el incomparable para romper lanzas y inasibles de los siglos. Cuán bellos y desgarrado sobretodo, con tierno abrazo perforar čscudos. Lo trae junto a los cuán buenos los esfuerzos de quienes le depositó en el suelo y le pidió su ve otros caballeros, y entonces, conmovido van de exploración a la recuesta de los nia para traerle los compañeros muer Roldán en presencia de tanto dolor, se desaparecidos o ignorados monumentos tos. cuando juntos están los más de enternece y llora. Es otro Aquiles ante de las civilizaciones idas o incipientes! ellos, el noble arzobispo, bendiciendo el cadáver de atroclo. Sólo que ahora Que con tales reflexiones he cerrado pronuncia aquella palabras tan llenas de el enemigo sarraceno ha partido y no muchas veces lo mismo los libros de ar unción y de esperanza en los versos de hay ya contra quien descargar la cólequeología que los de historia de las li la Canción de Rolando: Que el Dios ra que sucederá al llanto. Viéndole en teraturas antiguas; palabras con que de de gloria reciba vuestras almas y las tal desmayo el Arzobispo, trémulo, tojo desplegadas aquí, ante mis ojos, sobre ponga entre las santas flores del paraí ma el olifante para ir a traer un poco mi mesa, las dos ediciones que de agua de la fuente que atraconozco de este arcaico Frag.
viesa el valle de Roncesvalles.
mento de Roncesvalles.
Su paso lento se hace vacilanEl ha quedado desprendido te, tanta es la sangre que el quién sabe por cuál maravibatallador arzobispo ha perdilla del gusto literario de un. do. Fáltale el corazón y cae hombre, del poema que consde iruces. Es la agonía mortituyó la traslación española raconóse con ella, como si fuese bivo: tal Vuelve el rostro al cicio de aquella leyenda narrada con «Bueno pora las armas, mejor pora ante Jesuchristo, el noble señor, el representanta ufanía en la Canción de »consejador de pecadores e dar. tanto. da.
tante de Dios. y con las ma. Rolando. Son cien versos no »el cuerpo priso martirio porque le. dino nos juntas confiesa sus pecamás de este Fragmento. Pero. Mas quien aconseyará este viejo mesquino, dos y ruega a Dios le conceda galopan como cien corceles ri »que finca en grant cuita con moros en periglol»
el paraíso. Muere. Rolando, camente enjaezados, y sobre Aquí clamó sus escuderos Carlos el enperante: vuelto en le busca y miránlos cuales cabalgan las somdole muerto, le cruza sobre el «Sacat al arcebispo desta mortaldade!
bras caballerescas de los hé»Levémosle a su tierra a Flanderes la ciudade. pecho las bellas manos blancas.
roes de Roncesvallas. Así es como le encuentra El enperador andava catando por la mortaldade; Una vasta ciudad muerta re Carlos el enperante. quien vido en la plaça Oliveros o yaze, nacería a la vida el día en que el escudo crebantado por medio del braçale; ordena sacarle de entre los ca. se desenterrase la integridad non vio sano en éll quanto un dinero cabe; dáveres para hacerle conducir sonora del poema a que pertetornado yaze a orient, como lo puso Roldáne.
a Flandes, su patria. Quién nece tal fragmento épico, de El buen enperador mandó la cabeça alçare en adelante aconsejará a esun tan eximio valor. Aun en que la limpiasen la cara del polvo e de la saugre.
te viejo mezquino que se quela estrechez de este recinto Como si fuese bivo, començólo de preguntare: da ahora entre cuidados y pedonde se levantan esos cien pi«Digádesme, don Oliveros, cavallero naturale, ligros?
lares de jaspe, ya se oyen un De tan amargas reflexiones. Zdó dexastes a Roldán. digádesme la verdade.
sollozar de duelo, un ritmo distráele la emoción que se suspirado de angustia y de. Quando vos fiz companneros diéstesme tal omenaje apodera de su alma en presen»por que nunca en vuestra vida non fuésedes partidos máes.
gloria.
cia del cadáver de Oliveros. Dizimelo, don Oliveros. do lo iré buscare?
Aquí está Roncesvalles, a »Yo demandava por don Roldán más de mil metros de altura, Aquí yace el noble barón con a la priesa tan grande.
el escudo quebrantado por en»¡Ya mi sobrino, dont vos iré buscare. entre los desfiladeros pirenaimedio de la abrazadera; no hay Vio un colpe que fizo don Roldáne: cos, en provincia de Navarra «Esto fizo con cueyta con grant dolor que aviáe. en su piel, sin heridas, la ex y a pocos kilómetros de la tensión de un florín de oro. Su Estonz alçó los ojos, cató cabo adelante, frontera francesa. Aquí está.
rostro mira hacia Oriente, coRoncesvalles. Entie estas monvido a don Roldán acostado a un pilare, mo lo dejó Roldán. Esa heritañas el olifante de Roldán recomo se acostó a la ora de finare.
da que le tiene abierto el peEl rey quando lo vido, oit lo que faze, percutió su largo llamado de cho la recibió por la espalda.
arriba alçó las manos, por las barbas tirare, angustia cuando tan sólo sePero el osado califa que le inpor las barbas floridas bermeja sallia la sangre; senta caballeros le quedaban; firió el golpe, conoció sobre su aquí se oyó la voz del cuerno essa ora el buen rey oit lo que diráde, casco la firmeza de Altaclara, diz. Muerto es mio sobrino, el buen de don Roldánel por la postrimera vez. Hay cocuyo filo ha hendido las flores mo un rumor de fuga de gen»Aquí veo atal cosa, que nunca vi tan grande. yo era pora morir, e vos pora escapare.
de oro y las pedrerías del caste sarracena. Luego el pavoroco al acabar con la vida del »Tanto buen amigo vos me soliades ganare; so silencio del valle estrecho pagano. sintiéndose morir. por vuestra amor arriba muchos me solían amare; entre los altos montes, la soen alta voz llama a Roldán, lemnidad imponente de la »pues vos sodes muerto, sobrino, buscar me an todo male.
porque en esa hora van a se Asaz veo una cosa muerte de los héroes. Finalque sé que es verdade: pararse para siempre. Tanta mente, la vuelta del empera»que la vuestra alma bien sé que es buen logare; sangre ha perdido el barón que dor Carlos el Magno. Ante sus »mas atal viejo mezquino, Zagora qué faráde?
su vista se turba, y en su ex»Oi perdido esfuerço con que solía ganare.
ojos, que el dolor tiene arratravío, al sentir la presencia »Ai, mi sobrino, non me queredes fablare!
sados en lágrimas, se tiende de alguien cerca de sí, da soaquel manto de héroes yacen»Non veo colpe nin lançada por que oviesedes male bre Roldán un golpe que le por esso non vos creo que muerto sodes, don Roldáne.
tes sobre la púrpura de su hiende el casco ornado de Dexámosvos a çaga donde prisiestes male; sangre y de su gloria.
oro y de pedrerías. hasta la en este instante vibran las »las mesnadas e los pares anbos van alle visera, sin herirle la cabeza.
primeras palabras del Frag» con vos, e amigo, por amor de a vos guardare!
Roldán, al sentir el golpe, le mento. Aquí ha reconocido »Sobrino. por esso non me queredes fablare?
pregunta dulcemente y con Carlos el emperante el cuer»Pues vos sodes muerto, Francia poco vale.
ternura. De intento los has »Mio sobrino, ante que finásedes era yo pora morir máes.
po del arzobispo Turpín. Se hecho, compañero. Tú no me halla en la vecindad de una »Atal viejo meçquino, qui lo conseyaráde?
has desafiado en manera algu(Pasa a la página siguiente)
na. fuente este que, bueno para. Oh! ya te oigo hat Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica