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234 REPERTORIO AMERICANO, variano de 1826. Todavía con su espada la concepción ya esbozada en su carta el particularismo dogmático de la Docal cinto, era Bolivar un creador de Hu de Jamaica: de formar de todo el nue trina de Monroe.
manidad más que un creador de pa.
vo mundo una sola nación con un solo Se impuso, al final, la norma dispertrias, lo que equivale a decir un sembra. vínculo que ligue sus partes entre sí y siva, que astilló lamentablemente lo que dor de paz. De aquí la grandeza del con el todo. con un solo gobierno que hubiera sido el robusto tronco de la or apostolado de su genio duplex. La lu confederase los diferentes Estados que ganización política, social y económica cha con España fué para él sólo un me se constituirían. Hasta entonces, del continente. Pocas naciones estuviedio. se ha afirmado con justeza. La Li en la primera hora de la Epopeya, se ron representadas en la Conferencia, bertad espiritua! su fin, y aquí radica refería el Libertador a sus obstáculos: Sus acuerdos, tímidos y restringidos, sóel sentido trascendental de su empresa, los intereses opuestos, las situaciones lo ratificados más tarde por Colombia, siempre inconclusa, por humana, de diversas, los climas remotos, los carac no halagaron ni con mucho al Libertaacuerdo con el sentimiento trágico de la teres desemejantes, a pesar del mismo dor. Su poder será una sombra y sus vida y los hombres, a los que Pascal origen, lengua, costumbres y religión. decretos, consejos, nada más. Tal fué atribuye antes que la misión de captar Cuando le transportaba su ensueño exsu comentario desengañado.
la verdad, el impulso indeclinable de lu clamaba: Qué bello sería que el Itsmo La Unión se consolidó, finalmente, en char por ella.
de Panamá fuese para nosotros lo que el Norte de América. La segregación Pero nunca una desproporción más el de Corinto para los griegos. Oja.
absoluta en el centro y el Sur. El maggrande entre el medio y el genio; la cul lá que algún día tengamos la fortuna de nífico, plan bolivariano fué sustituído, tura pública y la libertad conquistada. instalar allí un augusto Congreso.
más tarde, por una institución paname.
Bien es cierto que Bolívar no tuvo, des En 1826, se reunió, efectivamente, ese ricana, que perdura hasta nuestros días, pués de tanta trágica amargura, la for Congreso. Lo reclamaba el interés funútil, si se quiere, desde el punto de vistuna de Edipo, de contemplar a su tie.
ta del intercambio teórico de los parecedamental de América; el interno, frente rra en el poderío y la gloria. La indea la desorganización y el externo, a los res, pero carente de una colaboración pendencia es el único bien que hemos estrecha y leal, limitada su competencia proyectos de la Santa Alianza y los pla.
adquirido a costa de los demás dijo en en materia económica, restringida su acla etapa final de su desengaño. Había nes hegemónicos de Estados Unidos. El ción en materia política, de resultados nuevo mundo debe estar constituído, presenciado el fracaso de la Conferencia confusos después de haberse transforde Panamá y por tanto, de la fundamenpensaba Bolívar, por naciones libres e inmado, con la acción del tiempo, el montal concepción que la inspirara. Había dependientes unidas entre sí por un roísmo en una cosa elástica, al que los encallado también la Confederación de cuerpo de leyes comunes que regulen sus países individualmente y la Unión Parelaciones exteriores. El había sido el los Andes, en cuyo plan, más restricto, namericana, ella misma, se encuentran árbitro de los destinos de todo el conél quiso agrupar a los pueblos, directa exclusivamente libertados por su estinente en su unánime conjunto. Porque en la imposibilidad de aplicar. he aquí, señoras y señores, que fuerzo.
aparte de los tres pueblos de la Granı precisamente esa etapa adversa del gran Se había situado, frente a frente, al Colombia, también Buenos Aires, por drama de la libertad y la organización espectáculo de la anarquía, lote de vermedio de San Martín y Las Heras habíale ofrecido su concurso, así como Chide América, porque así lo dicta el sino güenza, violenta usura de la libertad. de las cosas hurnanas, es la que repreentonces aparece el Apóstol. El quiso le por medio de Higgins y Blanco senta la más elocuente de sus cifras. En domeñar a la hidra. Nuestras discorEncalada. Perú lo había hecho dictador.
ella fincó el sumo Ideal que a todos nos dias, escribía, tienen su origen en dos coMéjico reclamó su intervención armadi confunde en la grandeza y la fraternipiosas fuentes de calamidad pública: la en 1815 y, en 1821. Centro América sus.
dad. El Ideal que ha querido conmemoignorancia y la debilidad, fomentadas cribió una alianza con Colombia y Perú rar ahora la Sociedad bolivariana del hasta hoy por España, la una por la sude idénticos alcances. La actual Repí. Uruguay, con la honrosa presencia del perstición, la otra por la tiranía. en blica Dominicana y Panamá, Cuba y primer magistrado de la República y de esa prosa suya, de incomparable señorío Puerto Rico aguardaban su independenlos representantes diplomáticos de los verbal, reclamaba del inundo la excusa cia de su esfuerzo exclusivo. No en balpueblos hermanos. Porque se trata de la para aquellas democracias balbucientes de pudo él decir mientras mi derecha suprema aspiración, podemos afirmar invocando el recuerdo de la turbulenta estaba en las bocas del Orinoco la iz.
que desde el punto de vista humano no historia de Atenas, las facciones sanguiquierda llegaba hasta las márgenes del se trata tan sólo del complemento ideal narias de Roma, las guerras civiles de Plata. Mil leguas ocupaban mis brazos. de la emancipación sino que la supera Inglaaterra, las disensiones de los EstaSe considerab. a la sazón, en Euroen importancia intrínseca. Novísima condos Unidos. pa, y así lo proclamaban sus publicistas quista de la doctrina internacional, llaSe ha dicho que el triste sino de cier: en la prensa y el libro, que en ese Conmaron en todas partes a la iniciativa tos planes de Bolívar se reveló cuangreso se planteaba la lucha entre los troquienes sorprendían en ella al gérmen do se sustituyera el hombre de acción nos y los gobiernos populares; entre los de una nueva era para el derecho púpor el visionario. No, señores. El hom.
principios del nuevo mundo y los del blico, el orden social y el equilibrio de bre de acción triunfó en sus ejércitos.
antiguo.
las naciones. Ya he dicho cómo esta acEl estadista, el organizador, el sociólo.
Será el mismo Bolívar, tildado de intualidad del viejo mundo corrobora sego, el caudillo civil, el diplomático, no corregible utopista, quien, sin embargo, mejantes asertos. No ha de ser el logro triunfaron en vida porque Bolívar no en los campos de batalla tanto como de los resultados inmediatos lo que nos pudo y no quiso encauzar su genio, ni. en el campo de la política, había temmueva a exaltar el ejemplo y la gloria en los despeñaderos de la demagogia, plado, al decir del pensador peruano, de única de Bolívar, sino el ideal de supeni menos en los subterráneos de la in realismo sajón su ensueño latino, el que ración y perfeccionamiento de los que triga y los mediocres sensualismos, ni en habría de adelantar a los acontecimien tanto necesita la hora torturada que viel torvo maridaje con el imperialismo tos la voz de su propio escepticismo. vimos. Trabajó para la eternidad, acude afuera.
Comparaba a su plan, ya en vísperas de mulando sueños y utopías. tal así lo si hemos de referirnos, particular la Conferencia, al sueño de aquel grie. sorprende Francisco García Calderón.
mente en este acto, a esa visionaria di. go insensato, que desde la playa, pre Soñó para diez siglos. y para todo ese plomacia bolivariana, cuyo desenlace fue tendiera dirigir los navios en medio de tiempo están preñados sus actos y esra la Conferencia del 22 de junio de la tempestad. El sabía de todos los esco critos, escribe el último de sus histo1826, es fuerza proclamar, señores, a llos, desde los más próximos hasta los riógrafos, el colombiano Fernando Gonesos ideales, surgidos en función de la más remotos. Desde los que se referían zález.
mentalidad característica de nuestro a la hostilidad de Chile y la suspicacia es así en tales perspectivas ilimitacontinente, como la aspiración sustan de las Provincias Unidas del Río de la das, cabe el insondable devenir, como tiva, la doctrina orgánica, el indispen. Plata, hasta los más graves que provedebemos fijar la imagen de su inquietud sable pacto continental. En el orden in. nían de la gran nación norteña, sobre mesiánica. Cuántos siglos reabsorben terno, por así decirlo, quimera; sí, todo en presencia del statu quo de Cu las teorías del Hesiodo de los Los traquimera, entonces, hoy y acaso mañana, ba y Puerto Rico, ya afirmado entonces bajos y los días. y las de Catón El Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica