Omar DengoSandinismSandino

206 REPERTORIO AMERICANO custodio de la intervención para que me Calderón Ramírez y Sandino sirva de amparo.
Yo preferiría ir con usted por los la De El Diario Nicaragüense, Granada, Nicaragua brantíos y vallados segovianos sin más escudo que nuestra propia conciencia. Yɔ Son Salvador, julio 29 de 1932.
Segovia me describió, con toda verdad, aliento la convicción que los bandoleros y su jefe serían capaces de oír razones de Señor don Francisco Medina.
las carniceríaz efectuadas por los soldados y oficiales extranjeros: asesinatos decoro y honor; y tengo fe que las acoManagua.
colectivos de gentes inocentes sacrificagerían sin reservas. Bastaría con hablarle das con crueldad imponderable. Esa mis el lenguaje de hermanos. Yo consiento en Muy respetado señor y amigo: ma persona me ha proporcionado la veri el viaje si vamos al campo de Sandino Acabo de recibir y leer con toda aten ficación de la prueba; y los hechos fordesnudos de armas y de pasiones, y sin ción su carta fechada en esa capital el 25 talecidos con testimonios irreductibles la compañía de los marinos; si vamos vesdel mes corriente.
me han dado el tema para un libro que tidos de valor y esperanza; si vamos a actualmente preparo. Colocada la lucha edificar con anior, belleza y verdad, la Para mí es usted una de las más altas en ese plano de horrible venganza, mi ciudad del porvenir; y si vamos, al arrimo virtudes que todavía quedan en Nicaravoluntad, mi pensamiento y toda mi fuer de la cordialidad fraternal, a buscar fórgua, pues en su meritisima vida ha puesto de relieve su hombría de bien, su aceza sentimental y todos mis anhelos y sim mulas que hagan posible el concierto de rado carácter y sus cualidades de pensapatías me conducen al lado de mis her. las voluntades, orientándolas al cultivo y manos.
Si los civilizados soldados exmiento y de sensibilidad moral: por eso al advenimiento de una máxima y supotranjeros más cbligados que los nues rior simpatía entre los nicaragüenses.
acojo con respeto sus juicios y reflexiotros por su cultura no ejercitan la líri Llegaríamos amparados, no con la guarnes.
ca virtud de la clemencia, es claro, claComo usted debe saberlo, no conozco dia extranjera, sino con la ilusión y el surísimo, que no puedo condenar a los ni he tenido ningún nexo con Sandino ni premo ensueño de colocar los cimientos míos: la guerra, decía el general Alban, de la verdadera conciencia social y poli. con los sandinistas: soy, espectador lejano se hace con tropos retóricos, sino a tica de Nicaragua.
ino de los sucesos que se desarrollan en cañonazos; y por esta razón me explinuestro país. Así y todo, no obstante Usted, mi querido y respetado doctor co que los insurgentes repelen la fuerza las faltas y errores cometidos por el Medina, con los timbres de su vida austefísica con la fuerza física. Por mi par.
arriscado jefe ra y con las cjecutorias de su auténtica que pelea en Segovia, te, al evocar las llanuras y montañas de virtud, sería escuchado, no lo dudo, por creo que él obra por motivos y móviles mi tierra segoviana ayer alegre con las de patriotismo y convencido, plenamenesos bandoleros a quienes el senador luces del sol y de la paz, y hoy envuelta. americano apellida héroes que defiente, de que realiza una nobilísima misión, en un crepúsculo rojizo me consuelo den su suclo. Si usted arriba a la maCreo, además, que él se equivoca en los pensando que sus dolores del presente. nigua con los brazos extendidos hacia medios, pues conforme a mis principios la fuerza es estéril e infecunda; y confío pueden redimir y ennoblecer el futuro de ellos, brazos temblorosos de sabia expemás en la tesis del ilustre cubano Már.
la República; y que en ella se está teriencia y de merecimientos, brazos en jiendo con hilos de sangre la tela del porquez Sterling, quien sostiene que la vircruz matizados de patriotismo y de hotud doméstica es lo que necesitan nuesvenir; y que el alba trágica puede tras nor nacional, yo estoy seguro, me lo mutarse en lumbre de nuevo día.
tros pueblos indo hispanos para atempedice el corazón que conseguiría más Será locura la de Sandino; pero, indurar siquiera la intromisión extraña.
que lo que har. conseguido los fusiles de dablemente, es una divina locura; y yo la guardia, dirigida por la oficialidad pesar de eso, yo admiro a Sandino; diviso su pendón como una enseña de inamericana; y como yo imagino que Sany, aunque sea un gran equivocado expe mortalidad que se agitará perenne por dinc tiene arrestos de héroe atenderá a rimento intensísima emoción cuando los siglos de los siglos. Es ya una imasiento que es aplaudido por la conciencia esas justas excitativas.
continental de América y elogiado por gen histórica superhombre colmado de ¿Por qué usted con el prestigio de su heroísmo, sangre, lágrimas y ruinas, si los mismísimos senadores del Capitolio venerable nombre no intenta un concierusted quierem que el consenso universal to armonioso? Tantee el amor, ya que el de Washington, pues, según la informa ha labrado en nuestros dolorosos fastos: ción cablegráfica, el representante Lewis rencor y la fuerza han sido infecundos.
ofrenda que nos hace el fallo mundial y ha declarado, en plena sesión, que el geSus labios, impregnados, no de cólera, sique nosotros los nicaragüenses no debeneral Augusto Sandino no es un bandido no de bondad humana, podrían repetir la mos rechazar y menos escarnecer. Quefrase del dulce Galileo: mucho perdón sino un insurgente que defiende su nati ramos o no, si anañana él cae en su cruvo hogar. Si esto dicen y esto afirman merecen los que mucho han amado.
zada, redivivo tornará en mármoles y sus enemigos. por qué se extraña usRecuerde el sepulcro de Lázaro: de la bronces. En resumen: yo creo que ted, mi querido doctor, de la simpatía y Sandino es una fuerza social y política, podre y de la muerte brotó la vida.
de la emotividad que en mi ánimo des y que es y será factor principal en la paLleguemos al vivac del guerrillero y pierta aquel caudillo?
cificación de Nicaragua. Los que de buesi no alcanzamos el milagro de la paz. En mis estancias interiores, haciendo na fe quieran realizar ese anhclo, por nos quedará la satisfacción de que habla un análisis de mis sentimientos y al evouna ley de gravitación moral ineludible Omar Dengo: Si conforme a la parábola, car las reflexiones de usted y las del deberían contar con él, no para someter la mano que estiramos para alcanzar la editorialista de El Diario Nicaragüense a su capricho, sino para escuchar con rosa, no la consigue, siempre sirve el se que para mí son de muchísimo calma patriótica sus instancias, sus aspi gesta para señalar hacia el cielo.
peso he concebido que mi criterio raciones y sus ideales. Un hombre que Tales son las ideas que se agrupan en moral puede estar equivocado; pero ha desafiado la tempestad de plomo de mi mente y que a vuela máquina traduzentonces recuerdo lo que decía San los aviones y la llameante cortina de fue co en esta carta, pergeñada en los mota Teresa. todo viene del corazón. go de los blue jackets americanos, du mentos en que van a cerrar el correo aéen ese duelo a última sangre en los risrante más de cinco años; que sonríe an reo y en el ajetreo de ocupaciones escolacos del Septentrión, el mío palpita por te el espectro de la muerte y asienta so res. Verá en ella lo que piensa mi celos segovianos que, como leones enfurebre los picachos del Norte la bandera pa rebro y lo que siente mi corazón; y le cidos, nelean al lado de Sandino.
tria, no merece mi estimado doctor Me expongo, sin tapujos ni vacilaciones, mis dina el cognomento de loco. Será, si Me han repugnado las matanzas de niansias, impaciencias y quizás mis yerros: acaso, un loco sublime.
es una confesión sincera ante un patriarcaragʻlienses y marinos en esa guerra Me insta usted para que llegue a Ni ca de la honradez y de la probidad, como sin cuartel consentida y patrocinada caragua a fin de convencerme de la ver para mí es y ha sido usted.
por muchos de los lugartenientes de di dad de los hechos, y me insta para que Su amigo afmo. cho jefe. pero una de las personas más visite los departamentos teatros de las honorables que tiene el departamento de hazañas de Sandino y me ofrece el ángel Salvador Calderón Ramirez Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica