REPERTORIO AMERICANO Suscrición mensual, C2. 00 EDITOR: García Monge Correos: Letra EXTERIOR: CEI semestre, 3. 25 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA (El año, 86. 00 um.
Giro bancario sobre Nueva York.
La edad de la Tierra De La Nación, Buenos Aires.
No deja de ser extraño el hecho de que, Así, por ejemplo, el radio, al disgregarse.
mientras la investigación de lo extraterſes.
produce lo que se llama emanación. más un tre ha conducido a la ciencia a establecer de átomo del gas helio. esta transformación un modo cierto las leyes que rigen el movi.
se opera con relativa rapidez: una masa de miento de los planetas y hasta la constituradio se transforma por completo al cabo de ción física de estrellas distantes, aun no pue. 18 siglos.
da tesporiderse en una forma categorica a un problema en apariencia tan sencillo como es el de la edad de la Tierra.
La primera substancia radioactiva conociY no es que los investigadores no se hayan da, la descubierta por Becquerel, fue el uranio.
preocupado de él. En el origen de toda cosRefirámonos a ella porque es, precisamogonia está planteado ese problema, y aunmente, la que tiene relación con nuestros pro.
pósitos. Es sabido que el uranio, por suceque en el decurso de los siglos se le han dado muchas soluciones, lo cierto es que ninguna sivas disgregaciones, llega a convertirse en ha sabido resistir la prueba del tiempo, y plomo. No en plomo, propiamente, sino en una a otra se han sucedido las más eaconun eiemento muy semejante a él, del que se tradas teorías.
diferencia sólo en el peso atómico. Así, mien: tras el plomo común, tiene un peso atómico de 207, el del uranio que ha perdido su fuerLaplace, el notable geómetra, lanzó, como za de radiación, sólo tiene uno de 206. Este.
se sabe, una teoría cosmogonica, que ha serultimo plomo es lo que se llama un isotropo.
vido, puede decirse, de punto de partida para de plomo.
las más modernas investigaciones sobre el asunto. De esa teoría, perfeccionada por Fa. Ahora bien, como esta evolución del uranio ye, se desprendia para nuestro planeta una y en general de todo elemento radiante se existencia de 33 millones de años. Pero los realiza con una velocidad constante y sin que geólogos, a principios del siglo presente, so.
Simon Laplace ningún ugente exterior cataclismos, lluvias, brepasaban en mucho esa cifra, al asignar a Dibujo de Macaya, vientos, temperatura, presión ni nada pueda nuestro planeta una antigüedad de cien miejercer influencia sobre ella, log investigado llones de años.
dinámica externa, y después de maduros res han creído hallar en los yacimientos de Mucho antes de esto, Lyell, un geólogo ilus.
cálculos llegó a una cifra total de 72. 000, 000 uranio una manera inequivoca, casi matemá.
tre, que floreció a principios del siglo pasade arios.
tica, de calcular la edad de los diversos pedo, postuló el principio de. que en momento. Pero, a medida que se engolfaba en sus esríodos. geológicos y por consecuencia, de li alguno la Tierra había sufrido los grandes tudios, descubría la presencia de nuevos facTierra.
cataclismos de que hablaban otros autores, tores, que influían poderosamente en tales El cálculo obedece a esta lógica: si en una maaifestándose partidario de una evolución cálculos, ya sea en favor o en contra: él había roca que contiene mineral de uranio se halla lenta y, apacible. admitido este principio. tomado en cuenta la dinámica externa, que plomo de un peso atómico de 206, puede afir.
creyó encontrar un indicio seguro para ave.
arrasa montañas y continentes y traslada ma marse que ese plomo proviene de la disgregariguar la edad del planeta en la evolución de res y tierras; pero no habia considerado la ción del uranio depositado allí en la época los moluscos.
dinámica interna, que levanta nuevas corignea del globo, es decir, cuando nuestra TieSabemos que las rocas llamadas sedimendilleras y convierte las cumbres en abismos rra no era más que una masa candente de tarias están formadas por carbonato de cal, materia en fusión. como por otra parte. se y tuvo que terminar con una declaración de depositado por las aguas desde edades remoderrota tan honrosa como desalentadora, cé sabe que el uranio. se transforma totalmente tas, y que estas rocas contienen fósiles diverlebre en la historia de la geologia: Parece en 66 millones de años, la proporción no es sos, según los períodos geológicos que en ellas imposible determinar, con los conocimientos difícil de establecer. así, se ha llegado a han dejado su huella. Fué esta comprobageológicos, la edad efectiva de las rocas és establecer que el período precambriano, poc ción la que hizo decir a Voltaire, con tanta tratificadas.
ejemplo, se inició hace 1200 millones de años.
gracia como poca seriedad científica, que esos fósiles no eran sino restos de ostras lle.
Como para confirmar ese aserto, otros invadas por gentes que iban a esos sitios en vestigadores puestos en la tarea de establecer Mil doscientos millones de años! Es una tren de pic nic.
esa edad por medio de la geologia, arribaron suma abulosa. sin embargo, la Tierra es a cifras tan opuestas que parecen caprichoPues bien, Lyell deaujo que el espesor consmás antigua aun, pues en ese período la vida sas: Sir Russel Wallace la estimó en 28 mi.
tituía un infalible sistema de cálculo para lleya existía con certeza, sobre el planeta, de llones de años; Dana en 48 y Gree en 000 gar a estimar la duración total de esos deacuerdo con las investigaciones realizadas por millones. Gelkie puso término, en 1892, a pósitos y establecer, con exactitud, el COM. Cayeux en la Algonquina.
esa verdadera puja de alza y baja, demos mienzo de la aparición de los moluscos en la Existía la vida, pero no existia el hombre. trando que, según el método que se siguiera.
Tierra, y por coasecuencia, la edad del plaEste, como se sabe, hizo su aparición, según se podía llegar ya a 680 millones, ya a sólo 28. neta mismo. Fundado en estos cálculos, estitodos los cálculos, al final del periodo tercia. mó que nuestro planeta tenía 240. 000, 000 de rio, o más propiamente dicho, al comienzo del años.
Por esa misma época, la ciencia dió un cuaterrario, y, este período, según el mismo Pero los geólogos que han venido después. paso cuya influencia ha sido trascendental en cálculo, sólo se inició de un millón un mide Lyell no pudieron admitir la suposición otros órdenes del progreso humano. Nos re llón quinientos mil años atrás.
de que la intensidad de esos fenómenos no ha ferimos al descubrimiento de los fenómenos Mil doscientos millones de años ha necesisufriac variación en el transcurso de los side la radioactividad hecho por Henri Becque tado evolucionar la vida sobre nuestro planeglos, y, por lo contrario, han establecido que, rel en 1894 y cuyos estudios prosiguieron desta para dar cabida al hombre. Pụede ima medida que envejece, la Tierra sufre una pués, con tan singulares resultados, los es.
ginarse siquiera cuántos millares de siglos disminución de su actividad geológica, posos Curie. De esta nueva ciencia, la ra.
han debido, transcurrir desde que la nebulosa, acuerdo con la teoría de lord Kelvin, apoyadu dioactividad, se han valido ahora los inves.
de Laplace empezó a condensarse, empezó a por Darwin, de que en sus comienzos, el mun.
tigadores para calcular la edad de nuestro formar la inmensa lenteja planetaria, gaseodo ha experimentado cambios extraordinaria planeta. sa y casi incorpórea, hasta el momento en mente más acelerados que los que se obserSabemos en principio que la radioactividad que, endurecida la costra, germinó en sus van ea el presente.
es la propiedad que tienen determinados ele. mares fecundos la primera amiba, la primera mentos químicos de emitir rådiaciones. Sus manifestación de la vida animal?
atomos estallan espontáneamente, pierden poco Es lo que la investigación todavía no ha lleCon este criterio, Croll abordo más tarde a poco sus electrones, lanzados al espacio gado a averiguar. es dudoso, dado el estael problema. Estimó la influencia de los como proyectiles tan minúsculos como anima do actual de los conocimientos, que tal invesagentes atmosféricos, como las lluvias, los to dos de velocidades tan extraordinarias, y como tigación pueda hacerse, rrentes, las nieves, y en general, todos los fe consecuencia de ese bombardeo continuado, nómenos que se designan con el nombre de esos elementos concluyen por transformarse.
Luis Enrique Carrera de Imprenta LA TRIBUNA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica