REPERTORIÓ AMERIČANO 32:. El muñeco de púrpura Ensayo de novela surrealista Envio del autor. San José de de Chirico, criaturas no de barro morCuando a Dairene le pregunten por tal, bueyes sobrenaturales, danzarines de Su Eminencia, en París, dirá: danzas egipcias y que rumiaban griego Le Cardinal fut envolé une nuit de y pacían latín y aún ignoraban, de puro pluie.
inocentes, que en el Colegio de San respecto del Cardenal (1) se forLuis, en Cartago. Cartago! último bamará leyenda. Habrá sido en tierra de luarte de las humanidades en los centros caníbales? Alguien dira. Rusia. de enseñanza oficial, al griego no lo queDairene querrá aclarar el misterio: Harían ni cuando llegaba con dádivas, y el blará de la casa amarilla frente al Mar latín que repartían en cartulinas lo manAtlántico. El jardín de la casa florecía daban a hacer fuera de la ciudad. Volvatechos de zirc, herrumbrados hacia fimos a los bueyes.
nes del invierno tropical. El viento hacía No por haber recibido órdenes saharapos, como para los mendigos del teagradas, alegaba el Cardenal con su contro de Lord Dunsany, de las hojas inciencia. perdemos virilidad los hombres.
mensas de los bananales. Hacia el atarY con el ojo derecho, de iris pequedecer, tierra adentro, surgían montañas ñito, miraba como al cielo, mientras que de pliegues de todos los colores del viel izquierdo, grande y bello, lo clavaba no, más violeta que jamás lo fué el mar.
en el mundo. La enguantada mano le Las luciérnagas del jardín eran, entre caía, lánguida, sobre la rodilla. La esmela niebla de la noche, grandes como lámralda fabulosa de su anillo le arrancaba paras de alumbrado municipal. De lo que tonos de oro a los pliegues del manto.
a la ciudad le costaban esas luces, DaiJeunes filles au violoncelle La exnovicia había dicho; Mademoi. rene dirá que nunca supo nada. DeclaDibujo de Marie Laurencin, París, 1924. selle Aisse. El Cardenal en eso suspiración tan cándida sembrará duda. ró. Su Eminencia suspira. dijo la la policía. se le preguntará. La policía exnovicia.
jamás quiso saber, naturalmente, el des. Mlle. Marie Laurencin La exnovicia era pálida y vestía de tino de la púrpura romana, por más que. Traducción de Repertorio Americano luto.
es curioso pero cierto, ese destino in Recuerdo. dijo el Cardenal. las quietara al Patronato Nacional de la InMile. Marie Laurencin ha sabido expresar, cartas de la bella circasiana de París.
fancia.
en el arte mayor de la pintura, una estética Son petit volume. decía Sainte Beuve Yo, que conocí a Su Eminencia, cuya enteramente femenina.
rara historia tal vez narre, puedo ade.
Desde sus primeras pinturas, sus prime(1. est un de ceux qui ont leurs filantar número limitado de afirmaciones: ros diseños, sus primeras aguas fuertes, por deles et qu on relit de temps en temps, más que estos ensayos no se significaran sing meme avant de avoir oublié. est une El Cardenal, envuelto en diarios de fepor una sencillez natural, podía adivinarse de ces lectures que volontiers on conchas atrasadas, se fugó volontiers con que la artista que pronto se iba a revelar seille et on procure aux personnes exnovicia de convento carmelita. Filippo expresaría un dia la gracia y el encanto del qu on aime.
Lippi, el fraile pintor, había tenido, ha mundo.
Se habló de Mademoiselle Aissé.
cía siglos, casi idéntica aventura. El es Ella produjo luego cuadros en los que los. Messire Charles de Ferriol, haut et cándalo del fraile aún tiene inquieta la arabesc los naban figuras delicadas.
puissant seigneur, baron Argental, curiosidad del mundo. Respecto de nuesMientras que un Picasso se preocupa, al conseiller du Roi en tous ses conseils, tro Cardenal, por inefable que parezca exaltar lo pintoresco que yace desconocido en un objeto, de hacerlo rendir cuanto puede sirvió muchos años el elevado puesto de la escapatoria que decimos, fué, de parte dar como emoción estética, Mlle. Laurencin, embajador de la corona de Francia ante suya, angustiosa necesidad; de parte de cuyo arte nace del de Henri Matisse y del la Sublime Puerta. Ferriol adquirió la la exnovicia, obra de misericordia crisfácil costumbre de comprar para su letianísima. Pasa a la página 227)
cho bellas y dóciles esclavas vírgenes.
El Mar Atlántico se había puesto, desEn el invierno del 1697, si no fue en la de por la tarde de aquel día, de color primavera del 1698, Ferriol, queriendo de lodo, con la lluvia de temporal. La ser hombre previsor, compró en bazar de lluvia, en algazara de colegio, había caíConstantinopla linda criatura de cuatro do, rompiéndose las canillas largas y años. Pagó por ella, pues era hija de frágiles, en el lodo de solares sin edifipríncipe de Circasia, mil quinientas licar, y luego, con bullicio de entrada a bras. Pocos meses después llevó a la peclase, con rumor de casa de escuela, queña princesa esclava a París, donde la se había echado al mar. El mar la recipuso al cuidado de Madame de Ferriol, bía sin estrépito, erizándose en cuádru neé Tencin (2. cuñada suya. En el 1699 ples olas fieras sólo al paso insolente de Ferriol regresó al Oriente. Tenía entonlos automóviles que iban y venían de ces cincuentidos años de edad, muy de San Pedro. En la casa amarilla el Carrrochados, y no regresó otra vez a París denal se quejaba de no tener con quien sino trece años más tarde, cuando Aissé hablar. La lluvia sobre el zinc herrumya había cumplido los diecisiete. Antes brado de la casa, le recordaba esfuerzos de esta última fecha, quizás al saber por no quedarse dormido, esfuerzos que que Aissé, de edad de ocho años, se hale habían envejecido prematuramente, de bía apasionado infantilmente de Moncuando era seminarista. En la casa amarilla había, ciertamente, dos bueyes fi(1) Véase el ensayo de este gran critico francés, que nos, de la fauna de los caballos y zebras precede la edición del 1846 (Paris) de las Lettres de Mademoiselle Aïssé. 2) Madame Marie Angelique de Tencin, esposa de El Cardenal messire Augustin de Perriol, escuyer, baron Argental. 1) Recuerdese la Tercera Exposición de Artes Plás.
conselller du Rol au Darlement de Metz, y querida del ficas, San José, Costa Rica, 1931.
Oleo de Dairene Vanston poderoso Mariscal de Uxelles. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica