Death Sentence

REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXIV San José, Costa Rica 1932 Sábado 28 de Mayo Núm. 19 Año XIII. No. 587 Carlos Arturo Torres o la Tolerancia.
Sonetos.
La Iglesia y la guerra (5. Sirena en el aula.
Macaulay y los clásicos, El programa del Aprismo Un gesto heroico.
SUMARIO Luis Esguerra Camargo Sobre una sentencia de muerte.
Manuei Seoane Arturo Torres Rioseco Hoy cumple un año.
Varios Franziskus Stratmann ¡Cuánto bueno hay en las páginas nutridas de Gracián! Juan del Camino Antonio Acevedo Escobedo Ensayos (y Viera Altamirano Adolfo Salazar La triste Juventud.
Benjamin Jarnés Alberto Lleras Camargo Landivar.
Miguel Angel Asturias Carlos, Arturo Torres o la Tolerancia De Lecturas Dominicales, Bogotá Carlos Arturo Torres o la Tolepor otra parte, de ambientes de anrancia, podría ser el título de una tigua y acendrada lectura. En la de esas biografías o vidas novelaescogencia del asunto movió, sin das tan del gusto de nuestros conduda, su atención cierta grandeza, temporáneos en las que el autor supuesta o real, del héroe, manidestaca a la brillante luz del prifiesta en crímenes y crueldades, mer plano, la virtud o defecto que y la idea de que las hazañas del osestima ser personificación o caraccuro soldado de la colonia hubieran terística dominante del héroe. la podido ser como un lejano augurio tolerancia fué, a nuestro modo de de la epopeya libertadora. Así, le ver, la virtud máxima de Carlos hace decir al protagonista: Arturo Torres. No, desde luego, esa desdeñable tolerancia, patrimo yo encendia nio de seres vulgares, tejida en la más y más esta idea, pues pensaba burda trama de la abulia intelectual de 12 América mísera y esclava y del egoísmo rastrero, sino aqueuna libre hación hacer un dia.
lla otra, privilegio de las mejores, inteligencias, flor exquisita de comLa soberbia satánica del rebelde, prensión y de cultura, el fruto digna de los héroes de Byron, a más maduro de la cultura más comquien Torres rindió culto y algupleta. como gustaba de repetir el nos de cuyos poemas tradujo con mismo Torres, citando a Edmundo fidelidad y belleza, se manifiesta en Scherer.
versos notables por la valentía y Cómo y por qué proceso de auto el vigor de la expresión. Dice el ineducación vino a madurar ese fruto domable vasco: maravilloso en una tierra calcinada por el fuego de todas las intoleranEn mi vida sin tregua de guerrero, cias, nutrida por la noción, casi nos En mi vida sin rumbo de marino, atreveríamos a decir la pasión de Yo podré sojuzgar al orbe entero, lo absoluto, y eso mucho más enCarlos Arturo Torres Venciendo a Dios, al hombre y al destino!
tonces que ahora, es lo que trataremos de investigar en rápida ojeaComo lo hubieran podido decir da a través de la obra de Torres, no nu dos hemos sido siempre. Principió su Manfredo, Cain o el propio Childe Hamerosa ni extensa, pero sí plena de su nombre a traspasar el limbo del anóni rold. Más adelante le hace exclamar gestiones y de ideas.
mo, cuando en la noche del diecinueve magníficamente: Nacido Torres en un día como este, de abril de 1891, subió a la escena del del año de 1857, en la población de San Teatro de Bogotá su poema dramático Almas hechas de llama hay que en escoria ta Rosa de Viterbo, de una distinguida en dos actos Lope de Aguirre. Es ninguno a convertir alcanzaria: familia en una región en la que fué y curioso observar, de paso, como el jove o cterna execración o eterna gloria!
es notoria la propensión por la jurispru autor dedicaba las primicias de su talenY de esta clase de almas es la mia.
dencia y las letras, no era de extrañar. to a Porfirio Diaz, el férreo dictador mese que manifestara desde muy temprano jicano. El que luego habría de hacer la Por lo demás, en algunos pasajes, en su decidida vocación por estas discipli crítica más inteligente y amena de los cuanto se refiere al metro y corte de las, nas. Ya desde el año de 1883, cuando llamados gobiernos fuertes y que son los estrofas, se nos antoja clara la influencia contaba apenas diecisiete años, colabo, más débiles, pues se sustentan sólo en la de los clásicos castellanos que para enraba el precoz adolescente, con sus poe debilidad de quienes los soportan. El tonces habría leído, si bien el tema y su mas, en el periódico La Luz. Hacía ensayista magistral de la edad madura desarrollo son de un agudo romanticispor entonces sus estudios de segunda que en sus Idolos del Foro analiza con mo muy en consonancia con el gusto de enseñanza en el claustro bartolino. Es incomparablc lucidez lo funesto de tales la época en que escribía. Fue éste el lástima no conocer algunos, pues de se idolatrías. No tuvo éxito el drama, ni primero y último ensayo de Torres en el guro en ellos podrán rastrearse las ten cosechó los laureles que acaso imaginara género dramático.
dencias que luego habrían de dominar su juvenil ambición. En realidad, no era en su noble espíritu. Sin duda, pasaron una obra de gran mérito, ni podía espe Ensayose luego en la novela corta, y inadvertidos en medio de esa monstruo rarse de la juventud e inexperiencia de así, entre los folletines de El Correo sa floración de versos en que tan fecun su autor en tan difícil género, producto, Nacional de 1893, se encuentra una, ti. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica