REPERTORIO AMERICANO 303 El libro de Keyserling, como el que anteriormente hemos reseñado de Fraak, no son, a nuestro parecer, problemas planteados, sino a chesiones problemas. Se debate en exceso, y se viene debatiendo con insistencia, la necesidad de una nueva vida. De una nueva vida, origen de un nuevo mundo, y destructora de un mundo que se cree nuevo, en la interprelación falsa de un modernismo fofo. No se pueden esperar por tanto, revelaciones. El viajero, tiene que decidirse, salvo las apreciaciones de matiz, entre dos sectores. Frank y Keyserling el error de Paul Morand, no merece ser reseñado, porque Paul Morand, no se ha decidido se han decidido. De maneras, y en forma exacta? En manera y en forma análogas, Pero se han decidido. Son dos valores, dos unidades más, interesantes, para los defensores de una de las dos ramas, que pretenden vertebrar de una vez para siempre América. Que aspiran a una de las vidas, que a elegir se les dieron. lo interesante, por tanto, es empezar a vivir, dejándose de prepararse a la vida. Vivir, que para las Carta alusiva. Viene de la pág. 296)
No se olvide de nosotros, y cuando tenga fuerzas y tiempo pónganos sus letras siempre generosas. Quizá pueda verlos al comenzar 1933. Yo lo deseo mucho y seguramente pueda ir a pasarme un mes con ustedes.
Un ceñido abrazo de su afmo. Alfonso Rochac do la nueva infancia de una nueva vida, en la que Keyserling, advierte como propiedades dignas de ser consideradas, dos propiedades observadas, por quien, sin ser Keyserling, ha sabido ver bien, y a tiempo, la realidad americana.
Sensualidad y tristeza. Propiedades que por el americano, por un gran americano, no siempre bien recordado, fueron bravamente defendidas en uno de sus libros. Propiedades perdidas, en muchos americanos, fijémonos bien.
Pues muchos de los críticos del libro de Keyserling. han observado, que estas propiedades, no existían en uno de los pueblos, que quieren para sí, y en él, todas las bondades, y todo lo sobresaliente del alma americana. Pero Keyserling, no puede actuar sobre las realidades, sino considerando la realidad siempre como un simbolo de decadencia, de desgaste. Lo interesante del libro de Keyserling, es que no viéndolas, recal que propiedades, en las que un futuro, puede sostenerse, y más justificarse.
Pudiera atribuirse a un afán anacronico, el que nosotros señalemos como sobresaliente, lo dicho, por los demás.
Pero es esto, lo que contra todos, creemos interesa a América: que los que en su pozo iniran, saquen la misma impresión, la raisma mirada, que la mirada que resultó de la observación de los propios interesados. Keyserlingcoincidiendo con el ensayista americano, que en todos los que debe estar, está, desdice un tanto la infantilidad de América, pues en la coincidencia, América, demuestra implícitamente, que en algunos de sus elementos, ha comenzado a darse cuenta de su presente, que es su futuro.
Keyserling, por otro lado, habla de la primordialidad y del refinamiento. De lo no cultivado, y de lo cultivado en exceso, y a instancias de algunos países americanos, para nosotros, en exceso refinados. Keyserling, atribuye a lo segundo cualidades, si no deja de asignar una ingerencia negativa, en el total de estas cualidades interesantes. Por el contrario, cree que el indianismo, el acercamiento a lo que todos los días el americano pisa, salvará inedefectiblemente a unas nacionalidades, no perdidas, pero tampoco halladas. Da con esto Keyserling, nuevas luces a un problema. Intenta, tampoco, el descubrimiento de una panacea redentora?
Por el contrario; Keyserllag, sin embargo, ha cumplido su papel de verdadero, viajero. De América, no le ha interesado decir lo que ha vistosi algo de lo que ha visto cuenta sino lo que vé. Es decir, lo que no vé, y vislumbra.
Lo que ver Gesearía.
Pero el autor de El mundo que nace. nos demuestra en su libro, que casi todo lo que a América se le ha aconsejado, ha marcado el fin, de un preludio. Que las amonestaciones son suficientes. Que sólo nos interesan, el que por muchos sean refrendadas. el que por muchos, por uno, por América, sean seguidas, y puestas en práctica.
Si no intentamos colocar el letrero, de basta teoria. si nos atrevemos visto el libro de Keyserling, aconsejar, que comience la práctica. Pues creemos que los pueblos jóvenes, alguna vez, desean olvidarse de los consejos, para crear nuevos consejos en la acción. Mejor, su nueva y vieja realidad.
INDICE rectificaciones, que para encauzar o desviar cursos, es para lo que necesitamos los especialistas. No para ser, lo que intentábamos ser.
Puesto que lo que Keyserling, por encima de todo afirma, es la posibilidad de que América posea un rostro, un color, un gesto. que gesto y no otra cosa es Diego Rivera por ejemplo, sia los que el chillar, el remover.
se, no conduce sino a un caos, sin 11neas, que es el peor de todos los caos.
PAGINAS ESCOGIDAS DE BALTASAR GRACIAN. Editor: Luis Miracle. Barcelona.
No es ocasión, ante la nueva antologia que con prólogo y notas de Luis Santa Marina, ha lanzado el editor Luis Miracle, de Barcelona, de discutir las influencias criginadas por Gracián, ni su trascendencia, por todos conocida. Sólo si reseñar, algo, que por existir en todas las almas geniales, hace nacer en ellas la genialidad, porque se las conóce, Unos, tratarán ante la obra de Gracián, de advertir su influencia sobre los grandes filósofos de su siglo. Otros, intentarán demostrar la no religiosidad que se observa ea las páginas gracianescas, si no son leidas con el concepto que a pricri. nos habla de la especial condición del autor. Nosotros, en esta breve reseña, fijándonos en todo lo sobre Gracián dicho anteriormente, echamos de menog, la observación, que nos dijera, el quid; la existencia del pequeño resorte oculto en S!! páginas, que incesante nos mueve a sentirnos llenos de un gozo especial, llenos de un gozo inmenso.
Gracián, muy pocos lo han observado, posee una prosa evidentemente graciosa, entendiendo por gracia, no el marchamo que nos hace reir, que eso no es siempre gracia como nos diria Kierkegaard, sino la armonia que las palabras encierran, al reunir ellas toda la briosidad de un garbo, y el dinamismo de un ritmo.
Las prosas que reunidas en este simpático volumen, tratan los innúmeros problemas planteados por Gracián, no dejan de demostrarlo. Profundidad, eso sí. Pero garbo, ritmo. En resumen, gracia. Que la gracia, como se ha dicho, no es nada in compatible con la trascendencia, Ya que poriríamos hablar en muchas ocasiones de una gracia trascendente, la gracia de Gracián, que logra en la prosa, la armonia de unos elementos ásperos todas las palabras de Gracián, visten orgullo aragonés integrados en una sinfonía rota, quebrada, si llena de brio y del ritmo interior del autor de Agudeza y arte de ingenio. No se advierte en las obras de Gracián la pluma o el espíritu de un religioso. ha dicho Rouveyre. Pero sí, en su gracia, se advierte el origen de una religión. Pues religiosa gracia, que no gracia sin unción es la prosa de Gracián, que como los placeres religiosos, que no las religioncs acartonadas, se nos brinda, Inás que en forma de un Dios exigente, en forma de una servicialidad, útil, para nuestro perfeccionamiento. El perfeccionamiento, que necesita un garbo, un ritmo, una gracia, prestadas, hasta que luce libre, con una gracia, un ritmo y un garbo, propios.
Enrique Azcoa ga Madrid, 23 32. 3. 50 11 LIBROS QUE LE INTERESAN: Pierre Mac Orlan: bordo de la «Estrella Matutina. Novela de aventuras Magdaleine Paz: Hermano negro. 25 Eugenio Ors: Oceanografia del tedio. Historia de las Esparragueras. 50 Ladislao Reymont: El vampiro. Pasta. 50 Pedro de Répide: Isabel II, Reina de España 00 Romain Rolland: Vida de Ramakrishna. Ensayo sobre la mistica y la acción de la India viviente. 50 Rheinhart: Eleonora Duse. Pasta. 00 Rafael Muñoz: Vámonos con Pancho Villa! 50 Teresa de la Parra: Las memorias de mamá Blanca. 50 Ognev: El diario de Costia Riabisev 50 Teresa de la Parra: Ifigenia. Diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba) 00 Solicitelos al Adr. del Rep. Am.
OCTAVIO JIMENEZ Abogado y Notario OFICINA: 125 varas al Este del Almacén Robert, frente a Reimers.
Tel. 4184 Apdo. 338 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica