380 REPERTORIO AMERICANO El sentido universal de la Sanidad más cuando se pertenece a la misma clase profesional de los perjudicados. DeCuartillas leidas el 28 de octubre pasado por el doctor Marañón cir a tantos amigos que no; renunciar heen el banquete con que fué obsequiado el doctor Pascua roicamente a la fruición de la amabilidad De El Sol. Madrid y de la sonrisa prometedora; decir que no por pura justicia, sin reparar en los El tono y el significado de este home encontrar en la estructura de esta orgaafectos ni en las categorías. No hay nanaje al doctor Pascua lo dan las firmas nización suprema su decoro y su tono de da más áspero, y para todo ello hay que que suscriben su convocatoria. Entre serenidad.
contar de antemano con una coraza inellas están, claro es, las de los maestros Para iniciar esta obra tan vasta y tan vulnerable de rectitud y de confianza en de la Sanidad en su sentido clásico; pero difícil eran precisos un hombre. nuevo, la propia justicia.
a su lado aparecen representantes de la pero también un tiempo nuevo. He aquí Yo estoy seguro de que buena parte Psiquiatría, de la Fisiología, de la Pue el tiempo nuevo, amigos míos; el que colde los que están aquí reunidos han pericultura; y hombres eminentes, en fin, ma, cualesquiera que sean nuestras predido en alguna ocasión algo al director no sanitarios, ajenos por completo a la ferencias políticas, el optimismo de los de Sanidad; algún favor de esos a que profesión de la Medicina.
españoles comprensivos y generosos.
nos inducía la corriente del buen vivir Esto quiere decir y esto es lo que Comprensivos, porque saben auscultar el antiguo, y casi sin excepción ese favor queremos destacar y honrar que la Sa sentido profundo de los momentos actuahabrá sido negado. Acierto también al nidad española se desborda del cauce an les, bajo la agitación anhelosa de la supensar que, después del primer movigosto de una especialidad y una burocra perficie. Generosos, porque saben sacrimiento de incomodidad por la negativa, cia adjunta para convertirse en una preoticar los inconvenientes de hoy con dela propia conciencia agradecida al justo cupación nacional.
cisión y con alegría, pensando en la vendesfavor, nos ha hecho venir a casi toSería injusto olvidar la labor de pro taja inexorable del mañana.
dos a este banquete.
greso y dignificación de nuestra Sani Sin tiempos nuevos, el hombre nuevo La gran lección de las horas revoluciodad, iniciada por alguno de los antece se ve obligado a seguir, para ocupar los narias es esa cbligación con que tenecores del doctor Pascua. Hay que juzpuestos eficaces, un camino penoso, en mos que aceptar, querámoslo o no, el sagar siempre el pasado con un esfuerzo cuyas zarzas se va dejando prendido lo de justicia para, recabar para nosotros mejor de su entusiasmo y de su juvencrificio de lo personal por el bien común, tud.
la justicia del porvenir. Pero el pecaEs preciso que el cambio súbito que es el mayor bien de cada uno, aundo grave, o, si se quiere, la enfermedad deshaga esos obstáculos, que son, en reaque para saberlo necesitemos sufrir el grave de aquella Sanidad pretérita era lidad, telas de araña, para que las capamal individual sobre nuestras costillas.
su aislamiento de la vida pública, del cidades inéditas aparezcan como por enY esto es, en realidad, lo único que interés de todos.
separa fundamentalmente a los hombres Funcionaba a veces, salmo en los altos puestos de la eficaante el suceso revolucionario: el comrespecto al país, como un negociado más, cia y de la responsabilidad. Sin tiempos prender o no la necesidad y la utilidad de esos que desde fuera parecen subsisnuevos, el doctor Pascua no hubiera ditir sólo para justificar el rótulo que los rigido la Sanidad española, y, sobre todo, del sacrificio de lo mío por el bien de los demás. Y, en realidad también, lo encabeza.
no la hubiera podido dirigir con el demás hondo de toda revolución es que muY la Sanidad tiene que ser, para ser nuedo de ahora.
chas gentes, incluso no revolucionarias, eficaz, materia viva y pública, extendida El tiempo norinal tiene, sin duda, sus por la preocupación de cada habitante ventajas. Pero se nutre devorando las sean de improviso capaces de comprender con naturalidad esto que sólo los de la patria; ha de ser no sólo informa personalidades más útiles, que son aparción y deber de cada uno, sino emoción tadas de la organización oficial, y que elegidos entienden en los tiempos de paz. Adelante, pues, doctor Pascua! No de todos. La oficina donde trabajan los cuando entran en su órbita están ya deshemos venido aquí a honrar una labor gerentes oficiales de la Sanidad ha de gastadas por la larga preparación precicobijar cada una de las actividades mé sa para llegar al puesto responsable. En terminada. Lo que ahora se empieza tardará decenios en alcanzar su fin, y ésta dicas, cada una de las organizaciones socambio, en los períodos de tránsito se ciales, cada pueblecito, cada barrio y caalcanza el mando, como en las guerras, es otra de las glorias de los hombres de nuestro tiempo. No somos sanitarios da hogar. Sin esta difusión por todas saltando de una vez las categorías interagradecidos o interesados que festejalas arterias vivas del país, de nada servimedias, y se llega a él con el espíritu mos a nuestro director.
Somos simplerían los directores mejor preparados y inédito, sin favores que pagar a nadie, los presupuestos más copiosos.
sin el hábito de hacerlos a los demás, mente un grupo de españoles que se sienten enrolados en la obra de la reconsLos hombres que nos han congregasin otro interés que el de todos, el de la trucción física Jel habitante de España, do en este acto de reconocimiento al docmasa, de donde se acaba de salir.
que la sienten como obra de todos, bajo tos Pascua representan el comienzo de la esta virginidad política, hija del mouna guía experta y honesta, y no como realización de ese sentido universal de la mento propicio, se une en el doctor Paslabor de un grupo burocrático. Por eso Sanidad. La tuberculosis, el paludismo, cua la larga e inteligente preparación hably yo, que no he sido nunca sanitael cáncer, las enfermedades sexuales, cotécnica. Preparación, no de libros, sino rio oficial aun siendo médico, y que mo plagas públicas, han recibido un enéractiva y vivida en las mejores escuelas de la Sanidad actual.
he sentido el problema de la salud de mis gico impulso sanitario. El problema de El doctor Pascua ha sido muy comcompatriotas y con qué profunda anla mortalidad infantil sangría incoercibatido. No creo impertinencia el recorgustia. no desde un puesto técnico ni ble de nuestra raza. empieza a ser atadesde un Negociado, sino a través de la darlo. Para crear las bases de un nuevo cado con coraje. La asistencia de los lohumanidad pobre, aterida, de los pueblos estado de cosas hay que herir o molestar cos, abandonada a organizaciones exde España, llenos de ciudadanos sin tatraoficiales, casi siempre nefandas, a muchos, a muchos: a todos los que rella, comidos por ia herencia de enfermeincorpora por primera vez, tras el noble presentan en la organización social la dades que se pueden evitar, mucho más herrumbre de las máquinas gastadas. Es esfuerzo de unos hombres beneméritos, a necesitados de salud que de cultura, con difícil, acaso heroico, asumir este papel.
una protección inteligente del Estado.
ser ésta tan pobre y tan escasa.
Las Ligas para combatir otras plagas de Hay, en suma, un grupo grande y ani.
menor cuantía, como el reumatismo o las moso de españoles a los que les parece enfermedades cardiacas, son atendidas admirable la gestión sanitaria que el doccon proporcionada largueza. Y, en fin, tor Pascua ha realizado. hemos veencuentran su cobijo en la sombra ofinido aquí para decirselo a él y por decial los profundos problemas de la eugecírselo al Gobierno que le sostiene y emLic: Manuel Grillo hijo nesia, en los que está tal vez la clave de puja.
Orina. Sangre, Hecodas las inquietudes actuales del munAnálisis médicos ces, Esputos, Pus, esto es todo.
Jugo gástrico, etc.
do, y que, pasada ya su fase de propaGARANTIA PROFESIONAL. EXACTITUD COMPROBADA Gregorio Marañón ganda profética y un tanto retórica, debe se Laboratorio Clínico Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica