DemocracyImperialism

68 REPERTORIO AMERICANO en ción, tal vez con algunla lágrima por las parlamentario y ni aun así lograban llechocheras del viejo. el rápido despres gar hasta el jefe. En la amansadora. tigio del jefe. La misma fosa los ente las disputas de los disidentes de provinrró a todos. Todos o la mayoría com cias que bajaban a la capital para interepartieron las ventajas del poder, apre sarlo, solían apaciguarse solas por obra surados en la repartición del botín; to del tiempo y del cansancio. La amandos o la mayoría fueron, hasta el ins sadora convirtióse, en la Casa Rosada, tante mismo de la agonía, cómplices en en institución oficial; los ministros, jefes el rebaño que la conciencia nacional ful de oficina y altos empleados de la adminaba sin tregua ni compasión.
ministración nacional, tuvieron pronto Los ídolos populares se consagran la suya. La amansadora fué la eterna voltean con la misma impaciencia, la espera en las antesalas, mientras los emmisma bulla, el mismo frenesí e idéntico pleados y las carpetas se acumulaban en delirio. La multitud acostumbra a elelas reparticiones públicas. Hubo oporgirles sucesores. He aquí un detalle de tunidades en que Irigoyen negábase a psicologia social que podría explicar talatender, por cierto tiempo, a tal o cual vez, la efervescencia popular del de seministro. Capricho. Enojo. Así retiembre de 1930. Quién podía sustraerpartía penitencias? Por no parecer conse a la emoción de ese derrocamiento forme con cierta lista radical de candidel hasta poco antes amo, caudillo e ídolo datos a diputados, no quiso, luego, recipopular? Su aparición en la calle, bir ni los saludos acostumbrados de ésesos momentos, no hubiera epilogado tos. Sus colaboradores, caídos en descon términos medios: se le hubiera atagracia, esperaban en vano ser atendidos cado furiosamente, escupido e insultado por el jefe; cumplida la condena, entra0 de ello es capaz la multitud encegaeban ellos y salían otros.
cida quizás todo terminara completaLa mala administración de Irigoyen, mente al revés, con lo cual, intentando principalmente en su segunda y trunca interpretar ciertos rasgos de la masa de presidencia del 28 al 30, terminó en el lirante, no pretendemos sostener que ello desquicio y el caos más absoluto. Pueera factible en esas circunstancias.
den insultarme como quieran diceUn caudillo, a falta de talento o prepero el país sabe que soy honrado, paparación, suele obrar al ritmo de sus imtriota y que no me he enriquecido con el pulsos o sentimientos. Irigoyen, que gobierno. Fué Irigoyen, acaso, el dicodiaba al régimen, parecía tener, por el tador que todos acusaban? Pero. es que otro extremo, impulsos de cierto huma precisó serlo alguna vez para imponer nismo. Si amo a la masa, ese amor fué su voluntad? El país, durante muchos estéril. pues no se contrihuye a su meaños, estuvo a sus pies. El electorado, joramiento con eso sólo. En un reportasin exigirle nada, le había hecho entrega je que acaba de hacérsele en su confinade la máxima confianza.
miento de la isla Martín García donde, De los períodos presidenciales de Iria más de poder sentirse cual Napoleón goyen recordamos la abolición de la en Santa Elena. gozará, tal vez de la in pena de muerte, durante el primero, y la tima satisfacción de habitar el lugar que promulgación de la ley de la jornada de Sarmiento proponía como capital de la ocho horas, tanto tiempo requerida por república Irigoyen se ha referido a la los representantes socialistas, en el sesuperioridad de su corazón sobre el ce gundo. No admitía la interpelación parrehro. En lo que respecta a la realiza lamentaria de sus ministros. Al hacerse ción de la entrevista en sí, parece rom cargo del poder en su segunda presidenper con una de las características más cia, sólo dijo pocas palabras, haciendo notables del caudillo, tan reacio al pú recalcar que respetaría fielmente la blico como a los periodistas.
Constitución. Se burló de los mensajes Sintiéndose el iluminado de su tiem y discursos presidenciales ante el Conpo, rehuyó de los colaboradores útiles e greso, con grandes protestas de Carles imprescindibles de la obra gubernativa. y de la Liga Patriótica Argentina.
Los ministros, los representantes del Es indudable que el rasgo más notapueblo, las autoridades o caudillejos del ble del caudillo fué, en materia de polipartido radical subordinaban sus opiniotica internacional, su posición esquiva nes a la voluntad del jefe. Experimen con respecto a los Estados Unidos y sus taba algún terror a las personas de proafanes imperialistas. Conocida es, por bada inteligencia y capacidad, temiendo otra parte, su gran simpatía hacia Essiempre quien pudiera hacerle paña, consecuencia de la cual fué la debra. Yo no tenía necesidad de elegir clatoria de feriado nacional el 12 de Ocmis colaboradores entre intelectual y tubre, Día de la Raza. Alemania y los eruditos confiesa en su prisión por germanófilos demostrábanle su gratitud que en el desempeño de mi mandato te por la neutralidad argentina conservada nía confianza absoluta en mis fuerzas y durante la guerra, a pesar de la presión en la divina providencia. Irigoyer, interesada de los aliados.
profundamente místico, como corres Los radicales propiciaron la nacionapondía al misterio de su vida, no negaba lización del petróleo y repudiaron el su fe en la divina providencia; Dios panamericanismo y la doctrina de Monmediante. se embarcó en el error y en roe. Irigoyen demostró sus preferenel fracaso.
cias amplias hacia Inglaterra, entre otras Debió gustar, en su retraimiento, la medidas, con el acuerdo comercial anglo sensualidad de la admiración con que argentino por valor de cien millones de era obieto por parte de las masas. Reci pesos, lo que motivó las justas protestas bía a quien él deseaba; los demás tuvie de todos.
ron que juntar orines en la amansadora Ha trascendido la conversación man según expresión acertada de Cantoni tenida entre Irigoyen y Hoover, duranen la Cámara, al discutirse su diploma te la última jira de éste por los países de América, siendo presidente electo de los Estados Unidos. Barcos, en su libro Política para intelectuales. dice que el presidente Irigoyen sentó a su colega frente a sí, y mirándolo como el juez que interroga a un acusado, le preguntó a boca de jarro. Vuestra Excelencia es partidario de la política intervencionista en los estados hispanoamericanos. Sin darle tiempo a reponerse de la sorpresa, añadió. Se puede contar con que Vuestra Excelencia rectificará la política intervencionista de los gobiernos de Washington?
Carlos Pereira, en su Breve historia de América. escribe, refiriéndose a Hoover, que, entre las diversas manifestaciones oficiales con que fué agasajado algunas de notoria bajeza y otras de digna reserva como la de Chile sobresalió Irigoyen por haber sido el único que supo encontrar el tono para hablar de potencia a potencia. Si esto es el resultado de la fuerza de un gran país agrega debe reconocerse que Irigoyen la expresó gallardamente. En esta histórica visita, el presidente de la República Argentina dió una lección a todos sus colegas.
La actitud del partido radical ante la política y los intereses yanquis lo único afianzado, posiblemente, de esa amorfa, parasitaria y burocrática agrupación partidaria es necesario hacerla resaltar al lado de la posición aliada y cómplice de los conservadores, oligarcas y reaccionarios argentinos, repuestos en el poder a raíz del movimiento militar de septiembre.
La muerte del reparador Irigoyen, de escasa cultura, obró de acuerdo a su aguda perspicacia de caudillo. Dando crédito, realmente, a las excelsitudes que halagaban sus oídoscon creer sólo la décima parte de los elogios tenía suficiente para considerarse un semidiós recurrió a las frases pomposas, la rara terminología y las expresiones obscuras, incomprensibles y absurdas. Quiso ser algo, tener una bandera, sintetizar una época. Fué así, El Hombre. el iluminado. el maestro de la democracia de la calle Brasil. se sintió revolucionario; esgrimió el estandarte de la Reparación. al reino del Régimen él haría seguir el de la Causa. su omnipotencia derivaba del plebiscito del año 28 y su encumbración al poder tenía por objeto dar cumplimiento al mandato de la misión histórica encomendada a su persona. Sus partidarios compartían plenamente sus opiniones y llegaron a creerse ellos también, los ejecutores de la misión histórica. Diego Luis Molinari, en el Senado, apenas entró al recinto, increpó duramente a los viejos y jóvenes parlamentarios de la oposición su permanencia en ese lugar.
Debían abandonarlo; estaban de más; estorbaban al cumplimiento de la misión. el plebiscito les había firmado la partida de defunción. En la Cámara de Diputados alguien sostuvo que el cargo presidencial implica, de acuerdo a la Constitución, un régimen dictatorial transitorio, de seis años.
Rosas fué el restaurador. En Ves som Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica