REPERTORIO AMERICANO 319 Poem as de la prisión Envio de la autora. Lima ANUNCIANDO LA BUENA NUEVA.
Anunciando la buena nueva canta el Apra como una estrella en los hogares pobres de todo el Perú. los hombres a lo largo del camino lloraron para sienipre su tristeza, frente a los idolos de piedra.
que enfriaron nuestros corazones.
Desde los palacios, donde cada piedra. es un crimen, miran otros hombres la tragedia de los pobres, y rien como se rieron de Cristo antaño.
Nuestra sangre regada, grita en las calles, en las fábricas, en el campo: Hoy es un nuevo día.
Los hombres que se han rasgado la vida, con ojos tristes, tristes como los fierros de la cárcel, han levantado la mano esperando al Hombre. las mujeres y los niños humildes, ahogando sus sollozos nos miran esperanzados.
Los apristas marchan hacia la vida, hacia la lucha, porque una vida sin agitaciones y sin desventuras.
es como un mar muerto.
Magda Portal.
Hay corazones que nunca han florecido como plantas adheridas a los muelles.
El sol si apenas suavemente los acaricia como las madres pobres a sus hijos.
venid a las cárceles y romped los fierros si queréis vernos.
Abril. 1932. HACIA DONDE VAMOS?
La tierra endurecida por la injusticia riega con la palabra de los líderes una voz de fuego, eterna como el tiempo para quemar a los hombres que jamás hicieron bien.
Otra vez el viento, sus uñas se agarran de las barras de la cárcel, y apenas sentimos su piel en nuestros corazones, donde el pueblo está cantando su libertad.
Marzo, 1932, Un pueblo anegado en sangre donde lloran los oprimiãos. los niños arrastrando su hambre por las calles, miran con miedo. AY, DE LOS PUEBLOS SIN AGITACION. Oh, santo pueblo del Perú!
triste como la cara de tus indios. Que pena dan las madres con los pechos secos como bolsas de cuero!
De frente a la csfinge del Tiempo, hemos vivido los hombres, preguntándonos, y aquella respuesta que todos esperábamos está todavía como flor adolescente en los labios de la tierra.
Hemos visto a los hombres destrozarse el corazón en un grito.
Silban las balas en las calles en nombre del orden social. Pero quien puede negar que una nueva religión ha brotado de los hombres!
Ya no es el viento que canta, es nuestra voz naciendo. el hambre como un gusano metido en los ojos, día a día taladrando la cara de los pobres. Mirad estas caras, atreverse, vosotros los civilistas. Oh, santo pueblo del Perú!
no te queda sino un camino, el camino de la Revolucion!
El miedo reina en todos los corazones injustos, mientras una alegria larva en los humildes.
Aquellos que serán justos y humanos como hijos de la Tierra.
Si alguien duda que el espiritu de nuestros pueblos se ba levantado, Hermanos, es la palabra: ni un tiro más al pueblo. conoceréis la verdad, y la verdad og hará libres. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica