REPERTORIO AMERICANO Una historia de espíritus De repen.
LYD Traducido por Para La Vida Literaria de Buenos Aires, de donde lo tomamos Una vez conté este relato a Theodore juegos de pelota. Sin embargo, ella le Dreiser y a Eugenio Neill, sentados fué fiel hasta la muerte, portándosa siemlos tres en una habitación, y ahora se pre bien con él. Es muy posible que el me ocurre darlo a la publicidad. Aconespíritu supiera aquello. Por otra parteció en South Bend, Indiana. Es muy te, me di harta cuenta de que la muerte posible que Ring Lardner, haya conocidel plomero no resultó un golpe demasiado rudo para la maestra de escuela.
do a la mujer. Yo nunca le he contado la historia. El señor Lardner, según Era ésta una mujer poco bella y con tengo entendido, siente una gran ternuuna hija. Qué oportunidad tenía de hallar un compañero en el mundo de la ra por South Bend.
cultura? Ella y el hombre, es decir, el Era una maestra de escuela viuda, que tenía una hijita de siete años. Cuando espíritu, estaban como quien dice en el mismo, bote.
fué a vivir a South Bend tuvo dificultaEn cuestión de cultura, la maestra era, des mil por conseguir casa: te, para asombro suyo, encontró una empero, mucho más avanzada que él.
magnífica, y de alquiler muy bajo. CuanPor lo pronto, en el momento de la apado me lo dijo, añadió que no podía comrición estaba ocupada leyendo todos los autores modernos. No sólo conocía a prender aquello. Era la casa un comodísimo edificio de ladrillo en una bueJoyse y a Neill sino también a Dreiser, na calle y rodeado de un extenso prado a Frank, a Hemmingway y a Gertrude Stein. Me contó que ella y el cspíritu con árboles. Hacía dos años que estaba desocupada.
pasaron un invierno juntos, simplemente espléndido.
La casa estaba embrujada. Se lo di Todos los días iba a cumplir con su jeron. Sin embargo, la viuda declaró que deber a la escuela y por la noche corría no le importaba, y se mudó a ella. Todo Sherwood Anderson a casa a meter a su hijita en cama. No fué a pedir de boca. La casa tenía diez sé por qué razón no quería que la niña grandes habitaciones y en casi todas compartiera su placer. Acaso creyera había chimenea. Se la dieron por dicz había estado acostumbrado a moverse que la niña podría escandalizarse de ver dólares al mes.
en presencia de gente culta.
a un hombre en la casa por la noche.
Al fin comenzaron a suceder ciertas. Soy un espectro la dijo, pero si Pero como se observará, no había cosas. Puertas atrancadas que se abrían quiere usted creerme, soy inofensivo. nada de qué escandalizarse. El espíritu y se cerraban. Cuando estaba sentada La maestra de escuela me dijo que su jamás le pidió ni siquiera un beso. Ella sola en una estancia con las ventanas espíritu le parecía simplemente esplén misma me lo dijo.
abiertas, examinando los papeles de la dido. Tenía, aseguraba, desde el prin No hacía más que sentarse a leer liescuela, entraba una repentina ráfaga de cipio y a pesar de un exterior un tanto bros y después de la lectura, a discutirviento. En ocasiones, de noche, oía pa rudo, una especie de cultura interior ine los. Quién no ha pasado unas noches sos quedos.
quívoca.
así con una mujer. Qué encantadoras En la casa había, indudablemente, Es claro que ella se echó a temblar son!
otra presencia invisible. Al principio, ligeramente y se turbó un poco.
Espíritu y dama adquirían por mola maestra se asustó horriblemente, pero Tranquilícese dijo el espectro y mentos más cultura. En semejante lacomo decía, explicando su rara experien le explicó que nunca la habría molesta bor se pasaron el invierno entero Nuncia, era una mujer sola y tenía que acos do, decir, que nunca habría ma South Bend tuvo aspecto más bello.
tumbrarse a todo. Acabó por divertirse terializado, de no hallarse en un gravc La mujer me dijo que en realidad le con aquella presencia misteriosa.
aprieto.
desagradaba ver llegar la primavera.
Resultábale grato sentir que allí había todo, añadía, por su falta de cultu Tenía la impresión de que con la llegada alguien más, alguien en quien pensar. ra. Había acudido a ella porque se daha de la primavera, el espíritu, habiendo adComo su hija, la niña de la casa, se acos cuenta de que era una mujer culta. quirido cultura suficiente, la abandonataba a las ocho, las noches le resultaban El aprieto era que en el mundo de los ría para nunca más volver.
menos solitarias. espíritus en el que tenía que morar, des eso fué lo que sucedió. Ahí está la La mujer aquella era dada a la cultu pués de haberse sacudido lo que la maes tragedia del relato.
Tal era su característica más fuerte. tra llamaba esta envoltura mortal se Culminó, como debieran culminar toPor la noche se sentaba a leer. Lcía las había visto obligado, desde el principio, das las cosas, en una noche de primaobras de los últimos y más intelectuales a reunirse con gente que, como él, era vera. Jamás olvidaré el temblor de la autores, particularmente de los moder inculta.
voz de aquella mujer cuando me contó ns. Por eso fué que le conté la historia El hombre había sido en vida un ente lo sucedida esa noche fatal.
al señor Neill y al señor Dreiser. Nun vulgar, es decir, un simple fabricante Era, por supuesto, una noche de suave. ca se la he contado al señor Lardner que no hacía otra cosa que atender a su luz lunar, y las hojas comenzaban a broquien, me han dicho, no es tan moderno. negocio, ganar dinero y jugar al golf, tar en los árboles del vetusto jardin. La Sea ello como fuere, ya tenemos el y cuando se fué al mundo de los espíri mujer estaba sentada junto a una venmarco: una mujer sola, de noche, en tus hubo de pagar con creces el haber tana abierta. Se le había metido en la una casa solitaria. Lee un libro. Puede descuidado la cultura. De súbito sa per cabeza la idea de que al abrir puertas y que sea un libro de Waldo Frank; o cató del error cometido, y aquello lo ventanas facilitaría la llegada del espí Sister Carrie.
tenía contristado.
ritu. Tan real se mostraba con ella! mientras lee tranquilamente, con Necesitaba cultura, pero no podía con Y, efectivamente, vino. No entró por las puertas atrancadas, el espíritu sa cue seguirla en el mundo de los espíritus, la ventana abierta sino al través de una la en la estancia.
porque la gente culta de allá no quería de las paredes de la habitación. Esa era Era un espíritu alto y muy serio, un reunirse con él.
su manera de actuar. El espíritu no pohombre de aspecto distinguido, como de Por eso había vuelto al mundo de la día llevarse al mundo fantasmal los licuarenta y cinco años. La mujer decía realidad y acudido a una mujer. El hom bres que habían estado leyendo y ni sique había entrado en la estancia por la bre de ésta, su marido, cuando en vida, quiera podía sostener un libro en su puerta cerrada.
Cuando llegó al sitio parece que también había sido un poco mano. La viuda solía leérselos en alta donde se hallaba sentada, se mostró un inculto. Era un plomero. Afirmaba ella voz, y cuando se cansaba de leer en voz que el buen muchacho no pensaba ni ha alta, el espíritu se colocaba detrás de Inmediatamente le explicó que jamás blaba de otra cosa que no fuera de los ella y leía por encima de su hombro. га.
poco tímido. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica