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366 REPERTORIO AMERICANO paron de calumniarlo; serviles querían ciudad, que llena con sus quejas contra, Se rechazará, por sentimental. esa que se convirtiese en déspota. unos la infamia y crueldad del usurero; la razón. Sentimentales, pero no sentiy a otros desoyó Solón. Lejos de con multitud que se había engrosado, com mentalista. el sentimiento en que se mover en todas sus partes la república, padecida por su juventud, indignada por funda tiene a su vez legítima base en la hizo todo lo que pudo lisonjearse de ob el ultraje, animada también por la con moral católica. Terrible catálogo de actener empleando a un tiempo como él sideración de lo que le aguarda, tanto a tos, que horrorizarían hasta a quienes decía la coacción y la justicia. Usó ella como a sus hijos, marcha al Foro creyéndose no católicos y aun anti catóde maña: con bellos nombres encubrió y desde allí se dirije precipitadamente licos como, digamos, nuestros comunismedidas medicinales por su efecto y por hacia la curia. Obligados los cónsules tas criollos obran y juzgan, ello no obssu sabor: Llamó alivio de carga la por aquel tumulto imprevisto habían tante, conforme a la moral que la Iglesia extinción de los créditos; porque fué convocado al Senado: medida que los Católica Romana ha fijado; terrible caeste su primer acto de gobierno, dispo seradores entraban, el pueblo se arroja tálogo de actos podría compilarse, todos niendo que los créditos existentes se ba a sus pies mostrándoles el lacerado destructores de la moral, concebidos en anulaban cuerpo del joven. añade Tito Livio: la angustia de deber y no poder pagar, Con todo. sigue relatando Plutarco, Por el atentado y violencia de un solo de deber habiéndose obligado honrada algunos, y entre ellos Androcion, han hombre aquel día quedó roto uno de mente, y no poder, por más esfuerzog escrito que no fué la extinción de los los lazos más fuertes de la fe pública. honestos que se hagan, pagar lo debido.
créditos el alivio con que se recrearon Los cónsules recibieron orden de pro cuando una situación así aflige, come los pobres, sino sólo la moderación de poner al pueblo que en adelante ningún en la actualidad, al común de las gentes, las usuras y que a este acto de huma ciudadano podría, sino por pena merenidad se le dio aquel nombre de seisac cida y esperando el suplicio, quedar supensar en ello nos es obligación. Ahora bien, en cuanto a las leyes que regular teia o alivio de carga; pero los más afir jeto con cadenas o grillos: De la deuda las deudas, debe recordarse la enseñanza man que la seisacteia fué abolición de debían responder los bienes y no el de Santo Tomás: Primero, que toda ley todos los créditos.
cuerpo del deudor. Por esta razón pu humana debe referirse al bien común, Los autores antiguos atribuyen los fre sieron en libertad a todos los deteni afectando a la generalidad de las persocuentes tumultos y sediciones en Roma, dos por deudas y se tomaron disposicio nas, asuntos y tiempos (Prima Secundurante los dos primeros siglos de la nes para que en adelante ningún deudor dae, Quaest. XCVI, art. Segundo, República, a los abusos de las leyes so pudiese ser regucido a prisión.
que por parte de los hombres, cuyos bre las deudas, más a menudo que a Adelante discutiremos la opinión de actos son regulados por la ley, ésta pue.
cualquiera otra causa social o política. Tito Livio. Señalemos aquí este punto de mudarse rectamente por causa de la No les era posible a los plebeyos dejar importante: Ni nuestro historiador, ni mudanza de la condición de los hombres, de enjaranarse con obligaciones: Para no Cicerón antes que él, ni Dionysos men a quienes convienen diversas leyes seperecer tenían que cultivar sus peque cionan que se haya estipulado condición gún sus diversas condiciones (Ibid, ñas parcelas, y cada operación de ese alguna para la liberación de los sujetos XCVII, art. y Tercero, que la recticultivo tenía que hacerse a su debido por deuda en esa interesante ocasión, tud de la ley se dice en orden a la utitiempo del año. Pero las exigencias del Varrón, en cambio, sí nos da detalle que lidad común, a la que no siempre es servicio militar repetidamente obliga nos importa mucho, pues nos dice que proporcionada una sola y misma cosa; y ban a estos ciudadanos agricultores a no fueron puestos libres todas las víctipor eso esa rectitud se varía (Ibid. estar ausentes durante las estaciones de mas de deudas sino sólo aquellos qui Entre los antiguos judíos, Moisés hasiembra, de limpia o de cosecha, que bonam copiam jurarunt, esto es, según bía ordenado que, entrados los israelidando improductivas sus tierras y en parece, aquellos que pudieron jurar que tas a la Tierra de Promisión, dejarían aprietos penosos sus familias para poder habían hecho cuanto estuvo a su alcance descansar los campos un año de siete en subsistir; de manera que se hizo común y que no podían haber hecho ni hacer siete, a honra del Señor. Seis años. tomar prestado sobre la propiedad raíz más para cancelar honorablemente sus dice la ley (Levítico, XXV, et seqq. y, más frecuentemente, sobre la persona obligaciones. sembrarás tu campo y seis años podamisma del deudor. Curioso es observar Pareciera que Livio condenase la Lex rás tu viña y cogerás sus frutos. Pero que la maquinaria legal para el descar Poetilia Pəpiria, como se llamó ésa cuya el séptimo año será, para la tierra, sago de una deuda mediante la venta juhistoria tan novelescamente él nos relata. bado, en honor del descanso del Señor: dicial de la propiedad no hipotecada del Pareciera quç lamentase la rotura de Ni sembrarás el campo ni podarás la deudor, era insuficiente: La persona del uno de los más fuertes lazos de la fe viña. Es preciosa esa legislación. En deudor o la de un descendiente suyo pública atribuyéndola a exceso de emo el año sabático no recogerás ni aun era la que caia víctima de la venganza cionalismo popular. Pero él mismo nos aquello que de suyo produjese la tierra, del acreedor. los abusos a que esto ha expresado con la mayor claridad, me como solías hacer otros años por medio dio origen fueron grandes. Livio nos parece a mí, que en la consternación y de tus segadores y vendimiadores; ni a cuenta que, en el 326 antes de Nuestro excitación del pueblo obrara poderosa título de dueño de aquella posesión te Señor, cierto acreedor usurero llamado mente cierto justo egoísmo, cierto bien entrarás en ella a coger los primeros Papirio retenía en su casa a Pu. fundado temor de caer ellos deudores frutos, como que te son debidos de deblilio que se había entregado para res en su mayoría, como hemos visto o sus recho; sino que dejarás todo a beneficio catar las deudas de su padre. La edad hijos, víctimas de la rapacidad venga del público, para que los tuyos y los exy belleza del joven, que debían excitar tiva de los usureros. Quién ignora traños socorran ello sus necesila compasión del acreedor, sólo sirvie que en los tiempos modernos los apre dades.
ron para inflamar su inclinación al vi mios por causa de deudas han llevado ¿Habría observado Moisés que la tiecio y al libertinaje más odioso. Consi más vírgenes a brazos lúbricos y más rra se cansa, como se dice, y que conderando aquella flor de juventud como esposas al adulterio que jamás las men viene dejar los campos descansar de aumento de su crédito, trató primeramentirillas de Eros?
tiempo en tiempo. Habría observado te de seducirlo con obscenas palabras; y también cómo, periódicamente, hay exdespués, como Publilio, despreciándolo, ceso de producción y conviene abolir el no daba oídos a sus impúdicas instantuyo y el mío respecto de lo producido cias, trató de asustarlo con amenazas, y liquidar, como dicen los economistas, poniéndole constantemente delante de Abogado y Notario esa overproduction mediante un paro los ojos su espantosa miseria: Al fin, OFICINA: general de un año? La imaginación pue.
viendo que el mancebo piensa más bien de recrearse en la contemplación men125 varas al Este del Almacén en su condición de hombre libre que en tal de un comunismo sabático. Quién Robert, frente a Reimers.
su situación presente, le hace desnudar sabe si esa no fuera medicina eficaz pay azotar con varas. Lacerado el joven Tel. 4184 Apdo. 338 ra los desórdenes del capitalismo. por los golpes, consigue escapar por la La ley no paraba ahí. Moisés podía con OCTAVIO JIMENEZ Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica