REPERTORIO AMERICANO 85 La buena labor del senador Hiram Johnson se fingió muerto, y entretanto apretaba el cuchillo para dar un golpe fatal. El narrador me contó que al perseguir a un indio éste pedía a gritos misericordia, y al mismo tiempo con gran disimulo se aflojaba las bolas del cinto con ánimo de voltearlas y herir a su perseguidor. Pero yo le derribé en tierra de un sablazo, y apeándome luego le corté el cuello con mi cuchillo. Este es un cuadro nada halagüeño; pero ¡cuánto mas. repulsivo es el hecho indiscutible de asesinar a sangre fría a todas las mujeres que parecían tener más de veinte años!
Cuando yo exclamé que esto me parecía un tanto inhumano, me replicó: ¿qué hemos de hacer. Así aprenden. tente White, leer en el acto testimonial ant: el Senado, el cable del Presidente de Colombia en que se resarcía a Barco, cable que admitió el haber sido leído por orden del Departamento de Estado a los banqueros de Nueva York.
Tenemos esperanzas de que el sena.
dor Johnson guirá apli cando la luz de investigación del Senado sobre la diplomacia del dólar. Editorial del Nw York Telezram de Enero 16 de 1932, tradicido para Rep. Americano. amiga y colaboradora Amanda Labarca Hubertson. con ello está dicha la excelencia de la citada revista. La recomendamos, pues.
Henios recibido en estos días los núme.
ros 30 y 31.
Los soldados referidos eran tipos extraños: el primero, un hermoso joven negro; el segundo, un mestizo de indio y negro, y los dos restantes, un viejo minero de Chile, de color de caoba, y un sujeto de aspecto amulatado; ambos ce catadura tan detestable como no creo haberla visto en mi vida. Por la noche, mientras estaban sentados alrededor de Ja hoguera jugando a la baraja, me retiré a un lado para contemplar aquella escena, digna de Salvator Rosa. Comc se habían puesto al pie de una loina, pude mirarlos a mi gusto desde encima; en torno de los jugadores yacían tendidos los perros, y cerca de éstos las armas, junto a restos de ciervo y avestruz esparcidos por diversas partes, mientras a distancia un poco mayor se erguían las largas picas de los jinetes clavadas en el césped. Más allá, en el fondo obscuro, estaban atados los caballos, dispuestos para cualquier peligro súbito.
Cuando el ladrar de uno de los perros interrumpía la quietud solemne de la desolada llanura, uno de los soldados dejaba la hoguera y, aplicando su cabeza, al suelo, escudriñaba con atención el horizonte. Con sólo que el alborotador teru tero profiriera su acostumbrado gri to, había una pausa en la conversación y todas las cabezas, por un momento, se inclinaban un poco.
La nación está en deuda con el senador Hiram Johnson, de California, por la inteligencia y el valor que pone en la investigación de los empréstitos saxo.
americanos y las concesiones en Colombia.
Mr. Johnson, virtualmente solo, está desenmascarando la combinación de poderes formada por el Departamento de Estado, los banqueros de Nueva York, el Secretario del Tesoro Mellon, y la Mellon Gulf Oil Co. Tiene además que moverse dentro de un Comité grandemente hostil dirigido por la administra ción insidiosa y reaccionaria del senador Reed Smoot.
Si Mr. Johnson no logra otra cosa que descubrir la conspiración del silencio que el Departamento de Estado echa siempre en torno a su poder en la finanza internacional, realizará una gran obra.
Por muchos años ciertos funcionarios del Departamento de Estado han tendido a actuar como si fueran sirvientes de los banqueros y de las compañías petroleras más bien que del público saxo americano. Sin duda algunos de esos funcionarios Herbert Stablen, por ejemplo han cambiado su empleo casi de año en año del Departamento de Estado a los bancos o a las compañías petroleras, y luego otra vez al Departamento de Estado y. de aquí a los intereses privados.
Mr. Johnson, por medio de preguntas a los testigos, ha sacado en limpio que el Departamento de Estado obtuvo de los banqueros de Nueva York más dinero para Colombia después de que el Presidente de esta república hubo notificado al Departamento de Estado que él había tomado a su cargo las reclamaciones de la Concesión Barco presentadas por la Gulf Oil Company, propiedad de Mellon.
La política secreta del Departamento de Estado ha sido llevada al extremo de rehusar el Secretario de Estado asisCortesia de los autores: Fernando Diez de Medina (La Paz, Bolivia. Imagen. Poemas. 1932.
Jules Rememilers (Bell (Sayago) Montevideo, Uruguay. Desamor. Montevideo.
1931. Poesias. José Varallanos (Apartado 705. Lima. Peru. Ciencia de la paloma y trébol.
Poesias. Distribución gratuita. Nos tocó el núm. 48.
cas.
Carlos Darwin (Concluirán en la próxima entrega)
Juan Manuel Cotta (Pueyrredón 1128.
Buenos Aires, Rep. Argentina. Retazos de pampa. Cuentos. y Lineas paralelas. Poesias. Buenos Aires, 1931.
Alone (Ejército 371. Santiago de Chile. Panorama de la Literatura Chilena durante el siglo xx. Editorial NASCIMENTO.
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Benjamin Zeledón: Canto a México y otros poemas. Managua. Nicaragua. 1932.
Pablo Rojas Guardia (Apartado 605, CaraVenezuela. Poemas sonámbulos. 1927 a 1929. Éditorial Eutr. Caracas. 1931.
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Poesias: En la Biblioteca Ecuatoriana. Nos tocó el ejemplar No. 158.
Clarence Henry Haring. Professor of Latin America History and Económicas. Harvard University. South America Looks at the United States. New York. Macmillian Company. 1929.
Antonio José Uribe (Bogotá, Colombia. Colombia, Venezuela, Costa Rica, Ecuador, Brasil, Nicaragua y Panamá. Las cuestiones de limites y de libre navegación lluvial. Bogotá. Impreita MINERVA, 1931.
Del misino autor. Colombia y el Perú. La cuestión de limites y de libre navegación Nuvial. Bogotá.
Imp. MINERVA. 1931.
Colombia y los Estados Unidos de América. El canal interoceanico. La separación de Panamá. Politica internacional económica. La cooperación. Bogotá. Imprenta NACIONAL 1931.
Bibliografía titular (Registro semanal, extractos y referencias de los libros y folletos que se reciban de los Autores y de las Casas editoras)
Los folletos: Organización mundial de la Enseñanza, por Guillermo Martinez Pérez. ToLa marcha libertaria de América, por mo I: Suecia, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Ernesto Aliaga Surrez (Conmemorando el Alemania. 1931. Santiago de Chile.
centenario de los Libertadores. La Paz. 1930.
La rinconada (Novela. por Pedro EchaAspectos económicos de la Legisla güe. Publicada por el Instituto de Literatura ción sobre indios del Río de la Piata Argentina. Buenos Aires. 1931.
en el siglo xvi. Edición de «Antología Juridica. Buenos Aires. 1931.
El excomulgado, por Juan Montalvo. De Mamita hace dias estamos por hablar.
Publicaciones de la Biblioteca de Autores Se trata de una preciosa revista semanal Nacionales. Ambato. 1931.
de cuentos infantiles que se publica en War resistance, by William Floyd. New Santiago de Chile (Casilla 84 Santiago. La dirige la insigne educadora, nuestra York City.
Extractos y otras referencias de estas obras, se darin en ediciones próximas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica