Víctor Raúl Haya de la Torre

EDITOR: REPERTORIO García Monge AMERICANO Suscrición mensual, C2. 00 EXTERIOR. El semestre, 00 (El año, 85. 00 am.
Giro bancario sobre Nueva York.
Correos: Letra SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Sobre la crueldad latinoamericana De Revista Social. Mérida, Yucatán.
La literatura extranjera. europea y norteamericana. sobre la América latina es cada vez más abundante. Asombra a quien fusque en los catálogos de cualquiera de las bibliotecas de primer rango en Europa el número de libros y folletos que se han escrito sobre nuestra América, principalmente en inglés, en francés y en alemán. Cada año aparecen nuevas obras sobre nuestros pueblos. Ya no sólo las de carácter histórico, arqueológico y turístico, que son las más abundantes, sino las que intentan una estimativa más integral de nuestros problemas. Hasta ahora, por la vastedad de lo que ya comienza a llamarse seriamente en Europa «la gran nación latinoamericana. se nos ha estudiado parcialmente. El libro del vizconde Bryce, South America. publicado hace diez y nueve años y aun sunamente interesante, fue uno de los primeros intentos hacia la visión más o menos total de la América latina contemporá.
nea. Pero hay otros más modernos. y en Alemania Die Dritte Eroberung Amerikas, de Goldschmidi. del que me ocupé hace mucho tiempo ya en estos arlículos. es quizá más complelo que el de Bryce, aunque por ser de un escritor definidamente izquierdista, resulta polémico y más sujeto a la crítica conservadora.
Las opiniones extranjeras sobre nuestros pueblos nos son sumamente interesantes. No sólo porque muchas veces contienen duras críticas que debemos conocer, sino porque en otros casos, representan el punto de vista de hombres experimentados en el estudio de grandes problemas sociales o políticos que pueden contemplar aspectos de nuestra realidad que nosotros mismos no hemos descubierto aún, por aquello de que «los árboles no dejan ver el bosque. No falta la literatura incomprensiva y apasionada, bien lo sabemos. Abunda el tono protector de algunos autores que nos miran como a razas inferiores. Si los europeos cuentan con una numerosa literatura de este género, los norteamericanos son los que la han producido con mayor fecundidad. no falian tampoco los que con excesiva benevolencia o con propósitos o menos intereresados nos adulan.
Es importante recordar que casi todos los escritores extranjeros que nos juzgan, admitan que culturalmente estamos todavía muy lejos de Europa y aun de Norteamérica. Bryce anotaba ya que aun no tenemos ni filósofos ni poetas merecedores de traducirse. Son muchos los escritores europeos que opinan que sólo lo indio es digno de apreciarse en la América latina como testimonio de una cultura o de una civilización original. Empero, en los últimos tiempos la cuestión de la posición más o menos próxima de los pueblos latinoamericanos a los problemas del mundo civilizado, es asunto que preocupa y seriamente a muchos investigadores.
Interesado por estas cosas no solo me he ocupado. de leer cuanto es posible de lo mucho que se ha escrito en Europa y Norteamérica sobre nuestros pueblos, sino de buscar el trato personal de aquellos europeos o norteamericanos autorizados que conocen nuestros problemas y se interesan por ellos. el otro día tropecé con un notable hombre de ciencia en la Biblioteca Nacional de Berlin, a causa de un libro antiguo sobre el Brasil que ambos reclamábamos. Supe incidentalmente que había vivido algunos años en los países latinoamericanos, de México a la Argentina y Chile. y que escribía una obra sobre Antropología Social. Le pedi sus impresiones sobre nuestros pueblos y después de una larga charla caímos en un tema, promovido por él, que me atrajo totalmente. El sabio alemán me habló de «la crueldad latinoamericana» y al admitir sus opiniones me rogo no mencionar su nombre, si las hacia públicas, mientras su segundo libro no apatante maduro y gran simpatizante de la América latina. cuya misión histórica como nación unida. considera que ha de cumplirse tan pronto como adquiramos mayor cultura.
Empero, insiste en lo de la crueldad. Según él tenemos y hemos tenido grandes hombres. grandes hombres que en Europa habrían al.
canzado posición importante. pero a los que hemos debilitado por envidia, por incomprensión, por crueldad. Además, no faltan entre los hombres superiores de la América latina. según el profesor, aquellos cuya grandeza esié mermada por la propia crueldad. Me manifestó que anheloso de tratar a un escritor o escritora. sudamericano, logró conocimiento. La literatura del hombre o mujer. que para el caso da lo mismo, buscada por él, es de una generosidad, y de una religiosidad tal, que hace imposible suponer que pueda alentar crueldad alguna. Usted no sabe mi desilusión. me dijo. Aquella persona no hacía sino hablar mal de los deinas y atacar en forna tal a todas las personas que yo consideraba dignas de respeto, que puse fin a la visita inmediatamente. Ustedes no respetan nada en los demás, agregó y «sólo los muertos se salvan en la América latina. Explica así nuestro exagerado culto a los que no existen, la belleza de los cementerios, la falta de sentido crítico para apreciar la obra de un difunto. Mientras Haya de la Torre viven la crueldad los destroza y cuando mueren, la superstición los respeta. Hacía mi interlocutor una gran diferencia reciera. Justamente por temor a la crueldad latinoamericana. me dijo humildemente.
cntre nuestra crueldad y la severidad. Para él Según el somos los latinoamericanos uno no somos severos, porque somos injustos.
Por lo mismo, somos crueles. Abusamos de de los pueblos más crueles de la tierra. Cruetoda situación de ventaja y tenemos muy po.
les en el sentido de falta de generosidad, de falta de respeto entre los unos y los otros.
co sentido de responsabilidad. Se habla corrientemente en la América latina de asuntos «No con el extranjero. me advirtió, al que, según el profesor, brindamos excesivo somepersonales, con una irresponsabilidad tal que no es posible hallarla ni en las clases más timiento. Crueles entre ustedes mismos. bajas de la Furopa culta. agregaba. Con una anotó que para él no había diferencias nacionales entre nosotros, porque la psicología rara agudeza examinaba nuestro chiste, como latinoamericana era una, con variantes de expresión de nuestra crueldad. Crueldad cinica, según la califica aunque agrega un térpoca importancia. Las diferencias nacionales, mino más duro aun. y cobarde. la incomprensión entre ustedes en nombre de «Yo analizaré todo esto en un libro de imsu separación de fronteras, es una invención presiones, posterior a mi obra científica»infantil, resultado en gran parte de su crueldad. afirmó.
me dijo. y he de ser severo pero no cruel. El tema me interesó intensamente porque ya Luego me agregó que no quisiera ser un latinoamericano de estos tiempos porque siendo en 1927 of a un alto jefe de la marina yannuestros pueblos débiles tienen que ser excequi, en el Instituto de Ciencias Políticas de sivamente crueles. Día vendrá en que la forWilliamstown, lanzar una afirmación semejantaleza les haga generosos y respetuosos unos te. No conozco pueblo más inclinado a la fácil crueldad que los latinoamericanos. dede otros, y entonces utilizarán mucha energía perdida. No dejó de anotar que por ahora cía el marino golpeando con los puños mons mientras el rumor malévolo mata como el truosos sobre la mesa. Cuando vi despedapuñal, por la espalda, suerte de todos los zar a un Presidente en Haití, pensé que esa hombres superiores ajenos al ambiente sería crueldad era típicamente negra, pero más tarpenosa.
de aprendi que los latinoamericanos se desLa entrevista me dejó una profunda imprepedazan cuando pueden con las manos y sión, más grande aun por la tranquilidad bonsiempre con la lengua. Curiosamente el pro dadosa de aquel hombre y por su le en fesor alemán coincide con el marino yangui.
nuestros destinos. Pero según él no han de Advierto que mi interlocutor es hombre bas ser los intelectuales de hoy, o muy pocos de ellos, los que cumplan labor seria alguna INDICE porque están Kenvenenados de crueldad. Ha de surgir otra generación más experimentada y más seria. Todavía debemos pasar de la media cultura actual a los planos de la cullura verdadera. este profesor añadia que muchas veces LIBROS INTERESANTES: ha recordado aquel pensamiento de Heráclito sobre los habitantes de Eleso. Todos los Marcel Aymé: La calle sin nombre. La hombres mayores merecen ser ahorcados y novela proletaria. 00 la juventud debe abandonar la ciudad, porque Jose Asunción Silva: Poesías. Edición deellos han arrojado a Hermodoros, su mejor finitiva hombre, diciendo: no dejemos que nadie sea Gladkov: La nueva Tierra. Apuntes de el mejor entre nosotros y si alguien es el una maestra.
mejor, que lo sea en otra tierra y entre otras Severino Boecio: La consolación de la gentes. Filosofia. 00 ¿Tendrá razón el sabio alemán?
Arihur Wauters: La reforma agraria en Europa. 50 Haya de la Torre Solicitelos al Adr. del Rep. Am. Berlin, abril de 1931.
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