854 REPERTORIO AMERICANO acuerdo con sus tablas de la ley. En cómo entendían el proceso histórico en Marcelino no llegó a tocar el fondo de la trarelación con unos mandamientos que el siglo xix. Tras la oscuridad medie gedia espiritual nacional, nacida del Renacino son los míos.
Croce, sí es injus val, el deslumbramiento renaciente. El miento, de la Reforma y de la Revolución, y to, en cambio. Comete, en este caso hombre se liberta de creencias dogmátique fué, no que nuestras clases cultas, burconcreto, una injusticia, al negarle virguesas, hubiesen zordido la fe en la religión cas. Bota el humanismo. Esté crece en católica como freos de malas pasiones, por ludes filosóficas a Marcelino. Por la Reforma. La independencia alcanza temor al castigo y amor al premio de ultraque para Croce la filosofía es meramen. su madurez en el laicismo dieciochesco. tumba, que esto no es más que ética o acaso te conciencia de la historiografía. Por El fruto civil de la Reforma es la Re política y carece de grande y eterna imporlo cual, en buena lógica, debia negarlo volución. Las luces del saber son las lutancia, sino que habían perdido la fe rigorocomo historiógrafo, o suponerlo un in ces plateadas de la enciclopedia. Espasamente religiosa, la esperanza más bien consciente. Nu se atreve a tanto. Sería ña queda a trasmiano de la Historia unicomo consuelo del delito mayor del hombre, como renegar de la familia. De un mis versal. Es una cosa muerta. Pre o postque es, según Calderón, el de haber nacido. Marcelino no vió que la Iglesia católica esmo linaje de humanistas vienen los dos. histórica. En la Encislopedia, precisapañola, la clerical, la de la Contra Reforma, Lo que los distingue son sus concepcio mente, pregunta un francés: Qué de la jesuítica, se constituyó en policia, y no vió nes acerca de lo humano, precisamente.
be a España el mundo? se respon las desesperaciones a que conducia a los ezPara Croce, aquí todo son problemas.
de: Nada.
píritus renacientes, reformados y revolucioSu error consiste en buscar aquí, par Yergue desde la antigüedad del Piri nados, la incertidumbre de su propio destino tiendo de la filosofía que proceda del neo su voz Marcelino. La voce sua y de su vocación intima. Es que no vió toda titubeante Renacimierto. Menéndez y era como la voce di un popolo intero. la tragedia, por ejemplo, de aquel pobre don Benito Balls, matemático de fines del siglo Pelayo no busca ni aquí ni allí, sino que dice Farinelli. Toda España estaba en encuentra en el más allá.
Xviii, a quien se le dió su casa por cárcel por Encuentra su grito. El cántabro lė grita al mun haberse confesado Teo de vehementes dudas nada menos que lo eterno. Por comdo: Todo.
sobre la existencia, de Dios y la inmortali.
prender lo divino, comprende más lo hu Le debe pensaba él la posibilidad dad del alma?
mano. Por comprender lo que no mu de que se hable de historia universal. Empiezan ya a resucitarse juicios de don da, comprende lo móvil y lo variable. Le debe la fe en la continuidad de la Marcelino en su periodística Historia de los Los aciertos de la ingente empresa cultura, la fe en la comunidad de destiHeterodoxos Españoles. y se parece querer proseguir en su incomprensión y cuán com.
historiográfica de Marcelino son la no, la fe en la persistente grandeza de lo prensivo era en tocio lo demás, y, sobre todo, consecuencia natural de sus certidum espiritual, a través de la servidumbre en estética! del último fondo de la revolubres sobre lo sobrenatural. Esa certeza del espacio y del tiempo. Ahí van las ción religiosa que no fué otra cosa de la es la coordenada ideal a la cual refiere pruebas, concluye. prueba con cin España de los Borbones. No vió que la llalos hechos. Por ello valora y mide de cuenta libros.
mada Contra Reforma, la española, llevaba un modo distinto a los demás historio En el modo de concebir la Edad Meen sí todo el jugo de la Reforma, la germagraſos de su edad. El parte de la con dia y el Renacimiento, la Reforma y la inica y aun la ginebrina, contra que luchaba; no vió que la cruz de una cara es, a la vez, vicción de que rio hay más historia que Contrarreforma, se anticipa Menéndez y la cara de una cruz. aun siguen sus conla historia sagrada. Mientras todos los Pelayo a los alemanes de hoy. Su obra tinuadores sin atreverse a mirar ojos a ojos otros interpretan a lo profano, él inter empieza en nuestro tiempo a ser actual, humanos a la Esfinge. siguen hasta conpreta a la manera sacra. Así rompe con a los veinte años de su muerte.
tándole las últimas cerdas que le han salido los prejuicios de la época, con los tópi No se muere del todo. dice un ofi en la bovina cola con que se sacude las moscos historiográficos al uso. Ya se sabe cio litúrgico. Se nace a mejor vida.
cas de Belzebu; siguen escudriñando los servicios que a la llainada ciencia española Eugenio Montes rinden éstos o aquellos eruditos y diligentes padres espirituales y teográficos; siguen sin querer comprender que la cruz no puede ser cetro de rey. y menos de rey de este mundo. Viene de la página anterior)
sino simbolo de consolación dolorosa y acaso de esperanza desesperada; siguen sin querer mo periodista. hojas volantes las páginas ñol, el de la revolución liberal, se ve que don darse cuenta de que la Policia tal es la model libro, profundamente periodístico, de don Marcelino no logró penetrar en el fondo de ral es cosa del César, y que de Dios es la re.
Marcelino. Hojas volantes! días, y años, él, no logró ver la azonia de una fe que se le ligión, el sueño del divino sueño con que nos y siglos volantes y volanderos. lo que nos antojaba sin heterodoxias apenas, no logró sueña.
remeje el ánimo la relectura de la obra quijo percatarse de todo lo que había, en que casi Volveremos, pues, a nuestro iy tan nues.
tesca antiliberal en este siglo al día tan maningún español medianamente culto creyese tro! Marcelino y a sus voceros de hoy.
cizo y apretado que se nos está volando!
que fuera de la iglesia no hay salvación, que ya que sus dias de periodismo anti periodisEn otro pasaje dice de Feijóo Marcelino el que se muere sin aceptar sus dogmastico han vuelto. aquí estamos, con estas que fué filósofo, sin duda, aunque no de la ni aunque sean el de la existencia de Dios y hojas volantes, que son estos nuestros cogenerosa madera de Santo Tomás, de Suárez la inmortalidad del alma se condene por inentarios. periódicos.
o de Leibnitz, sino con esa filosofía sintética ellos a penas eternis, ni pudicse creer en esy errabunda, a cuyos devotos se llama hoy tas penas, y con ello ni en eternos goces. Don Miguel de Unamuno pensadores. el, Marcelino? EI, el periodista que compaginaba en robustos volúmenes hojas volantes, pensador o investigador más bien sincrético y errabundo más que filósofo.
Benedetto Croce ha visto muy bien que le falto Filosofia. yo, que fui su discípulo directo y hasta oficial. que le DEPARTAMENTO DE VIDA queria y le admiraba, tengo motivos para creer que la hon:la filosofia, la contemplación del misterio del destino humano, Tenemos el gusto de anunciar un nuevo beneficio con nuestras amedrento, y que buscó en la crudita investi: pólizas de seguro de vida gaciba una especie de opio, un anestésico, un nepente, que le distrajera. No se atrevió a mirarle ojos a ojos humanos a la E:finge, y se puso a examiparle las garras leoninas y las alas aguileñas y hasta a contarle las cerdas de la cola bovina con que se sacude las moscas de Belzebo Le aterraba el misterio. Es decir, EL BANCO PAGARA EL DOBLE DE LA SUMA por esto él, que tan hondamente sintió a ASEGURADA, si la muerte sobreviene a causa de un accidente.
Lope de Vega, no llegó a penetrar en todo el trágico sentido de Calderón, el de la vida es Este beneficio se concede mediante el pago, por año, de una sueño. es que temia que este sueño le extra prima de uno o dos colones por cada mil de seguro.
quitase el sueño.
En todo su juicio sobre el siglo xıx espa Don Marcelino y la Esfinge BANCO NACIONAL DE SEGUROS INDEMNIZACION DOBLE en caso de la muerte, accidental del asegurado. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica