Capitalism

374 REPERTORIO AMERICANO La Iglesia y la guerra y dicen rra y después de la guerra. Habéis oído que fue dicho, amarás a tu prójimo, mas yo os digo, les haréis bien a aquellos El problema metafísico y moral que os odian, rogaréis por cuantos, os persiguen y calumnian. Porque si só(Véanse los números 12, 14, 16, 17, 19 y 22 del tomo en curso)
lo amáis a quienes os aman. qué reHay quienes van más allá que, de cómo Nuestro Señor limpió el Tem compensa tendréis. No hacen los publien vista de la amistad de Nuestro Señor plo cuando empleó fuerza física para canos otro tanto? Sed vosotros también, y de San Juan Bautista, y de San Pa echar fuera a los mercaderes y compraperfectos, así como es perfecto vuestro blo, con soldados, no puede considerarse dores y derribó las mesas de los agiotis Padre que está en los Cielos (San Mat.
el Evangelio como amigo de los soldados tas. los que vendían palomas les dijo: 43 48. y enemigo de la guerra. No hagáis la Casa de Mi Padre guari Quiénes desean ser buenos cristianos Sería tanto como decir que el Evanda de ladrones. Se nos dice que Sus y, a la vez, buenos ciudadanos de este gelio no puede ser considerado como Discípulos recordaron el texto que dice: mundo, se quedan perplejos con palaamigo de los pecadores y enemigo del El celo por Vuestra Casa me ha conbras como esas: Sus deberes de religión pecado.
sumido (Juan II. 14 17. Las palabras y sus deberes mundanos están en conCristo siempre hace diferencia entre de Cristo, Pero no os opondréis a los flicto aparentemente honorable pero dola persona y la cosa, entre el pecador y el hacedores de mal (San Mat. 39. no loroso. Se necesita verdaderamente te.
pecado. Al pecado lo condena; del pecadeben tomarse como paciente aceptación ner una gran amplitud de mente y de dor tiene piedad. Nosotros estamos conde la injusticia. Es muy cierto que El corazón si hemos de entender esas palatinuamente en la misma posición. El so prohibe la sentencia del Antiguo Testabras y sus consecuencias. todas las cialista maldice al capitalismo, mas tiene mento de Ojo por ojo, diente por diente, sectas les falta amplitud para esto. Su bendición que darle al individuo capitala idea, esto es, de que tenemos dereexistencia misma depende de su unilatelista; y un pacifista puede ser el más cho de venganza, derecho de pagar mal ralidad. Su visión está fija y limitada a firme adversario de cuanto sea militar con mal. Lo que significa Su mandato sólo un lado, a casi una sola palabra de y, ello no obstante, tener para con el es que no se debe contrarrestar el mal la enseñanza del Evangelio. No hay más individuo soldado la más entrañable con el mal, sino al contrario, como Yo que una verdad, generalmente no hay amistad.
lo hago. con el bien.
más que parte de una verdad, en este ¿Cómo puede deducirse, de no haberLa renunciación de este derecho de punto de vista unilateral, y en ello esles exigido a los soldados que abandoresistencia verdaderamente que afecta al triba la fuerza y la debilidad de las secnasen su profesión, que San Juan Bautista individuo particular cuando injustamentas. Su fortaleza, porque todos sus es.
y Nuestro Señor y San Pablo hayan te se le acusa y se hace recaer sobre sófuerzos se concentran en este punto. Su aprobado la guerra. Acaso los cristialo él el sufrimiento.
debilidad, porque pierden el punto de nos, sacerdotes y religiosos, no ticnen Es deber perenne del cristiano velar vista universal.
trato diario con gente de cuyos puntos por que, cuando se defiende del mal, no Aquellas sectas que condenan la guede vista y de cuyos modos de vida desse haga mal a sí mismo, rra siempre y bajo cualesquiera condiaprueban, sin considerar que sea neceSi se pudiese hacer la guerra en el esciones, ven en el Evangelio nada más sario exponerles su error?
píritu que Cristo demostró en el Temque amor y paciencia y paz, sólo al CrisNi Cristo, ni San Juan, ni San Pablo plo, con ese celo todo abrasador por el to que es manso y humilde de Corazón les dicen palabra en contra de su reliHonor de Dios, como ayudante de Dios, y que sufre las iniquidades de buen gragión pagana a los soldados romanos; pecomo ejecutor de Su justicia en persona do. Cuando se les confronta con la sero de ello no puede deducirse que la de los malhechores (Rom. XIII. 4, vera manera de limpiar el Templo, se aprobaran. El método de conversión del Sto. Tom. II, IIae 40, entonces la ven obligados a una explicación como Evangelio siempre es delicado, tierno. guerra se justificaría delante del tribuésta: El Señor Jesús, cuando limpió el Su espíritu obra lentamente, como la lenal de juicio del Evangelio, pero sólo en templo, hizo un azote de cuerdas, mas vadura, en las masas judías y paganas, ello no prueba que lo haya usado, o que y sólo busca error e imperfección de que El sentido común nos dice que la jus. los mercaderes se atemorizaran con eso.
librar despacio. Pero, en realidad, este ta causa de una guerra debe ser. más Fue únicamente a una manifestación de trato amistoso de Cristo y Sus Apósto que la culpabilidad material. La idea de la paz divina, a lo que se vieron obligados a rendirse. El azote puede que lo les con soldados extranjeros (dato que justicia que anima al Evangelio es más hay que tener muy presente) es cosa elevada y más profunda que la del haya usado para echar fuera al ganaco.
La cita es tomada de Juan Horch.
decididamente opuesta al espíritu gue Antiguo Testamento. los cristianos, y rrero, pues nos demuestra que estaban por tanto a los políticos, estadistas, sol Igualmente pasan por encima de la solibres, Nuestro Señor y los Suyos, del dados y generales cristianos, Cristo dice: lemne advertencia de San Pablo de que sentimiento bélico nacionalista. menos que vuestra justicia sea malas potestades que hay las ha ordenado No debemos cometer el error común, yor que la justicia de los Escribas y Fa Dios, para terror de los malhechores, y.
que esas potestades no han de blandir tántas veces cometido por quienes quie riseos, no entraréis en el Reino de los la espada en varo sino que han de usarren a todo trance justificar la guerra, de Cielos. Oísteis que fue dicho a los anapremiar la letra, o algún ejemplo, sin tiguos: No matarás, mas Yo os digo que la en el Nombre de Dios, vengadores en ira contra los malhechores. Rom.
entereza cabal y sólo para sacarle el sig. quien se enoja con su hermano, y quien nificado que les conviene. Seguramente dijere a su hermano Raca, obligado será XIII. que esto le sería más fácil al enemigo a juicio, y quien lo llame insensato (uno Hacen tal hincapié en el amor que que al amigo de la guerra. No hay qué que olvida a Dios, Gottvergessener) coabunda en el Evangelio, que se olvidan no se pueda probar con las Santas Es rrerá riesgo del gehenna del fuego.
de la justicia. El Evangelio es anchurocrituras en la mano. Ello no obstante, el (San Mat. 20 22. so como Dios Mismo, circundado de la espíritu de los Evangelios es suficiente Tal es el juicio de Cristo. Es hondo y mayor misericordia y de la justicia mámente claro: Justicia, amor, paz, humil severo, se adentra en el corazón y pro xima, por el Cielo y el Infierno. La jusdad. Porque ese espíritu es justo, no hibe no sólo el hecho, el acto, injusto, ticia, la fuerza, la severidad, el evitar el puede, en ciertas circunstancias, prohi sino también el injusto sentimiento.
mal y el castigarlo, deben perdurar y bir que a la injusticia se le haga fren Si ése es el espíritu del Evangelio, perdurarán. Esta es la respuesta a aquete y oposición por medio de la fuerza. cómo hemos de imaginarnos que le dé llos que interpretan mal la enseñanza de El Pacifismo Radical, o quietismo anár su aprobación a la guerra. Cristo respecto del Amor aún del Amor quico de Tolstoi, que niega este derecho Hasta aquí no hemos pensado más que a nuestros enemigos y que hacen Su de usar la fuerza, se convertiría en evan en la justicia del Evangelio, no en su Enseñanza inútil en la vida real, espegelio de latrocinio y de asesinato si lo Amor, ya que espera que amemos a nues cialmente en la vida del Estado.
adoptase cualquier Estado. Lo desacre tros enemigos. Que los amemos siem Por otra parte, no debemos aminorar el mandato evangélico del amor, como dita absolutamente el relato evangélico prel Antes de la guerra, durante la gueese caso. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica