92 REPERTORIO AMERICANO que Homero cuenta. Pasifae era hija del que para Ariadne y Fedra, ambas prin Varsovia cuando a este principe lo eliSol. Su madre era Perseís, Hécate mis cesas víctimas también de la vengativa gen rey de Polonia; luego, cuando en el ma bajo la apelación de hija de Perseo, diosa, Dédalo había construído, con zó 1574, ese duque rey sube al trono de Hecate Coeloque Ereboque potentem. calo de mármol ricamente decorado en Francia con nombre de Henri III, DesMujer ardiente y oscura y arcana a la Cnosos. Dédalo ya estaba viejo. Las ma portes recibe de él la. abadía de Tirón vez. hermana de Circe! Pasifae ar nos le tcmblaban. Mil recuerdos penoso3 y cuatro beneficios más. Dice Sainte dió, en terrible pasión incontenible. se le agolpaban en la mente. De nada Beuve que plus on regarde dans la vic Dédalo, instigado por Icaro que estaba le sirvieron ni el plomo, ni la escuadra, de Desportes, plus on y trouve abbadeseoso de granjearse la voluntad de la ni el nivel. Cuando las princesas estre yes. no cesa, en defensa de su bienreina, talló habilidosamente becerra ten naron el piso su desquicio las hizo res estar mundano, de adular con su italiano tadora irresistible engaño para el toro balar y caer. Posiblemente, también, bai gusto en los conceptos y su impecable. en cuyas huecas formas la mujer en. laban mal. Esa noche estrangularon a dominio del francés. El es el cantor de loquecida colocóse a sus anchas para el Dédalo en el baño.
las queridas rlel rey, el cantor de Marie himeneo bestial. Esto enferma de sola Tal es la verdadera historia de Icary de Cléves y de Renée de Chateauneuf.
mente pensarlo. Un punto si conviene y de su padre: Historia terrible, de di a Charles IX también lo había adudejar claro. Hay quienes afirman, y Ri. mensiones y de profundidades como palado, y recibido de sus manos ochocienchepin lo repitc descuidadamente, que ra solamente el teatro de Eurípides: tas coronas de oro por el pequeño poema Dédalo no hizo más que una armazón Tragedia de cuya contemplación podía. Rodomont. adulo al duque de Joyeuse; de madera que recubrió con el cuero frez mos aprender saludable horror de la en y aduló al almirante Villars; y aduló a co todavía de joven vaca virgen deso vidia. Pues envidia fue el pecado inicial Henri IV.
llada. Aceptar esta versión me parece pecado capital, dicen los teólogos de los poetas adulones los detestamos indecoroso. El cuento se vuelve inme esos malvados: Envidia que tuvieron de hoy. Por el pobre Darío hacemos una diatamente obsceno con pompeyana obs Talos, su sobrino y primo hermano: En mueca, como si hubiésemos probado frucenidad. No. Al toro de Pasifae lo en vidia que engendró tántos males y que ta agria, cuando recordamos sus homegañó arte puro. La ternera de Dédalo con tántos otros pecados se ligó para najes a Zelaya. Chocano no queremos era toda de madera, hasta los ojos; de formar odiosa familia de crímenes. perdonarle sus elegantes genuflexiones madera pintada, policromada. Quién sa. Esto no sé cómo lo haya ignorado de foca amaestrada delante de los prínb: qué malandrin taxidermista, embus Philippe Desportes. De seguro que no cipes zambos de América. Por ahí vegetero y enemigo del arte, inventó lo del lo ignorata. Hagamos por recordar su ta un Tablada, odioso desde que entopellejo de ternera natural!
vida, a ver si encontramos en ella clave naba himnos en loor de Porfirio Díaz.
Descubierto c! adulterio monstruoso, que nos resuelva el misterio de su ter Villaespesa nos asqueó con su adulación Minos arrojó al Laberinto, que ellos giversación del mito. Philippe fué pri del entronizado negroide venezolano.
mismos la habian construido, a los au mero empleado de un abogaducho. Mien ¡Ciertamente, queremos hombres mejor tores del engaño. fue para fugarse tras copiaba leguleyadas, mientras en que poetas! Pero se me ocurre pensar de aquí cansados de su exilio en Cra hebraba razones para que su patrón zur que, puesto que no dejamos de querer ta, dice Ovidio. y burlar otra vez a la ciera causas rotas, le sonarían en los poetas, puesto que insistimos en dar poejusticia y de ninguna manera en bien oídos, como campanillas de oro, cancio tas, somos crueles exigiendo lo imposiheureux travail un esprit glorieux co nes de Ronsard, sonetos de Du Bellay, ble: Que el pájaro carpintero tenga voz mo quiere Desportes que Dédalo e Ica ambos exactamente veintiún años ma de zenzontle enjaulado, o que el zenzon ro se fabricaron alas de cera, o de plumas yores que él. Recordemos lo que nos tie trabaje palo. Pensando en Desportes pero pegadas con cera al cuerpo. Con otros sentíamos cuando la vida estaba he meditado acerca de estas cosas. No viene saber que el Laberinto no era an en primavera para nosotros y en pleno habrá manera de excusar a los poetas tro subterráneo, ni entechada construc otoño de abundante fruta para Darío, que, puesto que el público que devoraba ción, sino modelo, me parece, de con para Chocano, para la Pléyade nuestra. sus canciones no se preocupaba de cómo ciencia atormentada: Elevados muros Como Darío nos hizo a todos suspirar comerían, adularon para ganarse el pan?
tortuosos, sin techo ninguno, abiertos por un París donde el amor y la gloria Estos poetas, estos poetas que adulaban sus enredos y pasillos de locura al re reinaban y la poesía lo exaltaba todo! porque tenían hanıbre. tántas clases de proche cotidiano del sol y a la noctur Así suspiraba de seguro, el joven Des hambre. que adulaban para tener en na minuciosa inquisición de las estrellas. portes, empleado de abogaducho ducho, premio de ello el ocio fructuoso en sus Volando, pues, huyeron, de su casti por Italia. tánto debió de haber de canciones, qué generosos fueron! de go en Creta, Dédalo e Icaro, volando seado ir a la tierra de Petrarca, de Arios Thou, Vauquelin de la Fresnaye, Du Pe.
con alas de plumón de cera. Pero las to, de Sannazaro, que al fin Dios le con rron y cien más recibieron a manos lleimplacables diosas venerabilísimas vigicedió el anhelo. El Obispo Le Puy aca nas la liberalidad de Desportes. Hasta laban y perseguían y acosaban. Helios oyó rreó con él de secretario, y en Italia el aquel que dijo fue Malherbe, ese docsus altas e incesantes imprecaciones, y poeta se confirmó en Desportes. Allí teur en négative? que su potage era mevio en los fugitivos los malditos instru mascó laurel, allí probó rocío de miel, y jor que sus salmos, bien que se debe de mentos de la ira de Afrodita saciada en ya no pudo volver a copiarle sentencias haber hartado alguna vez con potaje de Pasifae para herirle a él. El Sol le de a abogado ninguno. La necesidad le hizo Desportes.
rritió las plumas a Icaro haciéndolo así convertirse en sicofante de los podero¡Y cuántos no se hartaron con lo que caer, en aquella parte del mar Egeo, sos. Adula al duque de Anjou y le sigue a por adular recibió Darío! Chocano tampor Mycone y Samos y Chío, que de!
infeliz tomó nombre de Ponto Icariano.
Icaria también llámase, en los mapas clásicos, la isla de ese archipiélago a cuyas playas arrojaron las olas el lívido cadáver, y donde, cuenta Estrabo, Hércules piadoso lo recogió y dio humana sepultura (1. Dédalo, para niayor tormento, le fue dado aterrizar en Cumae donde amargamente lloraría la suerte de su hijo. Cócalo, rey de Sicilia, le brindó refugio en su corte, ávido de aprovechar al arquitecto incomparable. Muros hizo Dédalo. Edificó palacios. Las hijas de Cócalo quisieron un choros como el a EXPECTORANTE ORIENTAL (1) Ovidio tiene que fue Dedolo mismo quien recogió y enterró en Icarla el cuerpo de su hijo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica