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REPERTORIO AMERICANO 205 Don José Celestino Mutis De Lecturas Dominicales. Bogotá. Colombia En aquella nobilísima ciudad de Macautiva. En el Nuevo Reino de Granada Cádiz en España y Bogotá en Colombia, han riquita en donde, sin quererlo, viene a no hay otro tan sabio como él. caucelebrado juntas el bicentenario del nacimionto nuestra memoria el recuerdo de una edad de Mutis: de abril de 1932.
sa de haber hallado que el sitio de Maya muerta y el hálito de los siglos. ya Repertorio Americano, también se asocia al riquita era propicio a sus labores, vino idos, subsisten las ruinas del Jardín Bohomenaje.
a establecer en ella por algún tiempo el tánico que albergó los sueños asiento de la Expedición Bode gloria del sabio don José tánica. Afortunada circunstanCelestino Mutis.
cia ésta, que trajo al seno de Casi nada queda en pie del la vida imperial a personaje templo de la ciencia, de la catan nombrado como modesto.
sa severa y amplia por donde Suele discurrir por las calles cruzaron, como águilas, los de Mariquita, siempre afable pensamientos del alto varón y siempre pensativo; que su que fué lustre de su época. sencillez, aunque le pone tan distancia de doscientos mealto, no le descubre a los ojos tros de la plaza mayor de Mala grandeza a que su saber. y virtudes le han levantado.
riquita se ve un vasto solar lleno de yerba y ensombreciDías pasan sin que se le endo por arbustos de variadas cuentre en la casa ni en la ciu.
especies; y, en medio de todo dad, a causa de que, solo o ello, como centinelas del tiemacompañado, se interna en los po, tres o cuatro pilares cobosques del vecindario, en bus.
ronados de musgo y ennegreca de plantas raras o desconocidos por los años.
cidas, placer digno de su afi: Ni un lienzo de pared, ni ción y amor a la ciencia. Muun trozo de la arquería que, chas veces los campesinos lo adentro. debió levantarse. Un sorprenden desde el anianecer caucho sostiene con su tronen sus expediciones, algunas co uno de los pilares. un peligrosas, porque no faltan lado, y precisamente en frenserpientes o animales ponzıte de la mansión del adelanta ñosos que, de atacarlo, pusiedo don Gonzalo Jiménez de ran en peligro su virtuosa viQuesada, se alcanza a descu.
da. Habla poco porque medibrir entre el ramaje una como ta mucho. No hay memoria pequeña pilastra, de cerca de de habérsele conocido ocioso, un metro de altura, mejor conpues a toda hora manifiesta servada que el resto de las ruipreocupación o cuidado. InJosé Celestino Mulis nas. Allí colocaba el sabio sus clinado delante de sus libros instrumentos.
le encuentra el atardecer y sueMas, fuera de ello, nada le haber ocasión en que olvi.
subsiste, porque el estrago de da tomar un refresco, según los años ha sido de tal natuestá pensativo.
1732 1808 raleza, que ni el recuerdo, ni la luz de una lámpara la tradición, aroman en Mari De El Tiempo. Bogotá, Colombia amarillenta, sentado en un siquita aquel sitio sagrado de la llón de cuero adornado con Nomen inmortale quod nulla antigua ciudad.
clavos de cobre, deja deslizar aetas unquam delebit. LINNEO.
Allí donde todo está perfulos minutos, y tras largas vemado por el ambiente de otros Nada pueden agregar la liistoria ni la ciencia al nombre inmor ladas, acude a dar reposo al siglos, donde se respira aún tal de Mutis, que respetarán los siglos, come dijo del ilustre gadicuerpo. En esas vigilias el el aire de otras centurias, el tano el gran Linneo. Bastaría, pues, como homenaje a su memoria, estudio de la botánica del Nue.
abandono ha dejado caer su refrescar los datos biográficos de ese varón admirable, que ofició vo Reino es su única preoculúgubre manto. Allí sólo se perpetuamente en el templo de la naturaleza para descubrirle al pación: bosques inmensos, enmundo los misterios divinos de las ciencias.
advierte, como dijo el poeta, marañados y vírgenes, se preNació don josé Celestino Mutis en Cádiz el de abril de 1732. hondo silencio, y soledad, y sentan a su imaginación de saTerminados los estudios de inedicina en el real colegio de San Ferolvido.
bio en solemne, silencioso des.
nando, se traslady a Sevilla, donde obtuvo el grado y pasó como De pronto he oído un con profesor de Anatomía a Madrid. Allí le conoció el Conde de la Ve file, y él, la frente levantada, fuso murmullo y he visto le ga de Armijo don José Messía še la Cerda, que, nombrado sucesor las manos temblorosas, los ojos vantarse ante mí, por ensal del virrey franciscano, lo trajo a América, con sueldo de 700 anua hundidos en la penumbra, va mo, los muros de la casa ve les, como inédico de la pequeña corte santafereña.
repitiendo entre sí tantos nomtusta. Cuán lóbrega, cuán seLlegó Mutis a Santa Fe de Bogotá el 24 de febrero de 1761 y se bres extraños, tantas voces vera, y, al mismo tiempo, cuán. consagró desde luego al ejercicio cientifico de la medicina, a la enpara él queridas, que su coragloriosa!
señanza de las matemáticas y de la astronomía en el Colegio del Rozón se inflama, su vista se enPor el corredor de la izsario, y al estudio profundo de la naturaleza. Su Diario, dice Ibáturbia, y los brazos caen, tréбе: suministra radiante luz sobre los talentos del médico botánico, quierda van y vienen el Sabio mulos, sobre la vetusta mesa sobre su vasta ilustración y sobre su interés por la Colonia.
y un amigo o compañero suen donde tiene unos libros Once años después de llegar a Santa Fe recibió Mutis las órdenes yo. Alto de cuerpo el pri sagradas de manos del segundo arzobispo criollo, el severo dominiabiertos. Helechos, palmas esmero, la frente tiene ancha, cano fray Agustin Camacho y Rojas, natural Tunja, que había beltas, datileros, cafetos, planlos ojos de un tinte azulado. sido obispo de Santa Marta. Divididos todos sus momentos entre tas de innúmeras especies.
El calor es sofocante y por la religión y las ciencias, como escribió el sabio Caldas, fué un mo. Un Samán. señor de los cameso don José Celestino y su. delo de virtudes en las primeras y un gabio en las segundas. Pro pos inmensos; un cocotero aliacompañante permanecen aho vocado por el virrey Cerda a regresar a la Península se denegó y mento de los naturales; una ra a la sombra de un añoso alresolvió morir entre nosotros: tanto amaba a América, a gus selvas orquídea lánguida, flor de ilumendro. lo lejos, se desliza y a su profunda tranquilidad.
sión, delicada y graciosa. La entre rumores el río. Todo a En marzo de 1783 quedó debidamente organizada, con la venia de Carlos III, la comisión científica llamada Expedición Botánica del quina está allí: cómo le emnuestro lado está en silencio.
belesa su estudio! bien que Su figura interesante me (Pasa a la página 266) lo merece, pues libra de doEl sabio Mutis Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica