REPERTORIO AMERICANO 23 Fetichismo: político De la obra Erica de las prisiones, una serie de ensayos traducidos por Miguel de Unamuno. Madrlj. La Espafia Moderna SUEs un objeto de asombro para un eu Un capitulo de Spencer digno de ser me que ha restituído en parte lo que no era ropeo un indo, que, antes de empezar su ditado en Costa Rica, país de arraiga suyo, es más, el fiscal apoya el que se le trabajo cotidiano, hace sus zalemas a un das y deplorables supersticiones políti conceda una pensión. La culpa probada pedazo de barro plástico, del cual ha iin cas que lo mantienen anclado.
se recompensa, mientras que se deja a la provisado en pocos momentos un dios a Los párrafos en cursiva los hemos mar inocencia probada sin compensación por su propia imagen.
cado nosotros al reproducirlo.
las penas que ha sufrido y lo que ha gasLeemos con sorpresa rayana en escepº Lean los jóvenes de Costa Rica; estudien, tado. Esta maravillosa antítesis, aunque ticismo el que se dé culto a máquinas, renueven sus ideas, y no se dejen emno halla siempre su análogo en los actos y el que haya oraciones que deben se baucar lastimosamente por el canto de del oficialismo de la administración de supuesta eficacia al movimiento que da sirena de la funesta rutina política criolla.
justicia, lo halla en parte en innumera. el viento a los papeles en que están esbles casos, Es una anomalía que halla critas. Los hombres se ríen y maravillan su apoyo en numerosos otros acuerdos cuando se les habla de cómo ciertos judiciales, en el hecho de que la prisión orientales, cuando se disgustan con sus es la sentencia que se impone a un mudeidades de madera, las derriban y goichacho que ha robado por valor de un pean.
penique de fruta, mientras que pueden ¿Por qué han de maravillarse de eso?
transferirse miles de libras del tesoro Sus prójimos. ostentan cada día público a la bolsa particular, sin incurrir persticiones parecidas: supersticiones en castigo alguno positivo. Teóricamenque no son, en verdad, tan grosete, el Estado es un protector de los dereras, pero intrinsicamente de la misma chos de los súbditos; prácticamente, renaturaleza. Hay una idolatría que en vez presenta de continuo la parte de agrede esculpir el objeto de su culto de masor. Aunque es un principio de equiteria muerta, toma por primera materia dad reconocido por todos que el que hace a la humanidad, y espera, modelando una falsa acusación debe pagar las cosuna masa de esa humanidad en una fortas de la defensa, sin embargo, hasta hace ma particular, darle poderes o propiedamuy poco, la Corona ha persistido en reSpencer des enteramente diferentes de las que husar pagar las costas de los ciudadanos tenía antes del modelado. En el uno contra quienes ha presentado falsas acucomo en el otro caso, se disfraza en cuansaciones, y aun hay algo peor, y es que to se puede la primera materia.
ticia oficial, algún increíble derroche se ha intentado deliberadamente estaHay medios decorativos por los cuales oficial. a pesar de esos latigazos con blecer acusaciones por medios corrupel salvaje se ayuda a creer que tiene de que se encuentra continuamente la ex: tos. Los que hoy viven, recuerdan que lante de sí algo más que un pedazo de. pectación frustrada, inmediatamente se la Corona ha sobornado a los jurados tramadera; y el ciudadano da a los instru renueva la fe: se espera todavía en los tándose de procesos por falta de pago de mentos políticos que ha coadyuvadc beneficios que no han llegado y se diri impuestos. Cuando el veredicto era en crear, exterioridades tan imponentes y gen preces para obtener otros nuevos. favor de la Corona la costumbre era dar nombres distintivos expresivos de tal pesar de la prueba de que las vie honorarios dobles; y no se ha dado fin poder, que sirvan para robustecer su fs jas máquinas del Estado son en sí mismas a tal costumbre hasta que el defensor de en los beneficios que invoca. Un débil inertes y necesitan potencias tales como un acusado anunció en pleno tribunal reflejo de aquella divinidad que pro las que se cree tiene la opinión pública que se daría honorarios dobles al juratege a los reyes se difunde por todas que pone en movimiento sus partes, se do, si su veredicto era en favor del acu.
partes hasta las últimas capas sociales; propone continuamente nuevas máqui sado.
así es que, a los ojos del pueblo, hasta el nas del Estado del mismo tipo que las No sólo en las partes superiores de policía lleva en su uniforme un indefini antiguas. Esta inagotable credulidad la nuestro aparato judicial es Gonde esta ble poder. Sí, los meros símbolos muertos tienen hombres de la más extensa expe mala obra del oficialismo se impone no de la autoridad excitan reverencia a des riencia política. Lord Palmerston, quien tal manera al conocimiento de los hompecho de un conocimiento justo de lo prchablemente conoce, su público mejor. bres que ha llegado a hacerse proverbial: que son.
Una forma legal de palabras que otro cualquiera el suyo, decía últi no sólo en las interminables dilaciones parece tener en sí algo de especial para mamente replicando a un cargo que se le y ruinosos gastos que han hecho de la ligarnos a ellas, y hay una eficacia pre hizo en la Cámara: Estoy enteramente justicia una palabra de terror; no sólo ternatural en todo sello oficial.
convencido de que no hay persona algı en los derroches de los tribunales de El paralelo es todavía más patente na perteneciente al gobierno, en cual. quiebras, que hacen que los acreedores entre las persistencia de la fe en los dos quier puesto que sea, alto o bajo, que los eviten cuidadosamente; no sólo en casos, no obstante los perpetuos desen. sea culpable de haber quebrantado la fe esa incertidumbre que hace que los hom.
gaños. Es difícil darse cuenta de cómo en cualquier cosa que se le haya confia: bres se someten a grandes injusticias imágenes grabadas, de las que se ha hc. do. El asegurar, tal cosa a la faz de antes que arriesgarse a la injusticia tocho trizas por no responder a los deseos. hechos que se descubren continuamente, davía mayor que la ley podría hacer caer de sus adoradores, sigan siendo reveren supone que, lord Palmerston sabe bien sobre ellos, con toda probidad como pociadas y se continúe dirigiéndoles peti que la fe de los hombres en el oficialis dría apartar de ellos, sino que además de ciones; pero la dificultad de concebir mo sobrevive a toda prueba adversa. todo esto, todos los días se presentan toesto disminuye si recordamos cómo, a :En qué caso: se realizan las esperan da clase de absurdos y fracasos en las su vez, todos los ídolos de nuestro pan zas puestas en la mediación del Estado? secciones inferiores del mecanismo. juteón político sufren castigos por no ha Alguien creería que los intereses vitales dicial.
bien decirse, en ber podido llevar a cabo lo que se espe que están en juego, habrían de mantener disculpa de los sarcasmos corrientes resraba de ellos, y sin embargo se les mira en acción el aparato esencialísimo para pecto a la policía, que entre tantos inoma diario con la confiada esperanza de la administración de justicia, pero no su bres tienen que ser frecuentes los casos que responderán a futuras oraciones. a cede así. Por una parte; aquí tenemos de mala conducta e insuficiencia; pero estupidez, la lentitud, la perversidad, la un hombre acusado injustamente, y que podíamos haber esperado que fueran jusfalta de honradez del oficialismo en una después se prueba que es inocente, 21 tas y bien meditadas las órdenes porque u otra de las formas de que se reviste, ec cual se le perdona por un delito que obran. Una indagación ligerísima mues.
demuestra en casi todo periódico. Pro no ha cometido; y tiene esto: como tra que no lo son. Es una historia cobablemente la mitad de los artículos de consuelo de un inmerecido sufrimiento. rriente la de que al presentar un empleafondo escritos tienen por texto algura He aquí otro cuyos graves delitos pasa do irlandés en sus cuentas una pequeña absurda falta oficial, alguna gran injus. por alto el fiscal (el lord Canciller) por carga por un telegrama que había rePuede muy Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica