Violence

REPERTORIO AMERICANO 103 Recuerdo de Montalvo De Atenea. Concepción, Chile. Discurso pronunciado en el homenaje a don Juan Montalvo en el centenario de su nacimiento, en el internado Nacional Barros Arana, Santiago de Chile Sólo penetrado de respetuosa emoción temporáneo, ennoblecido por el brío del puede un americano de hoy considerar ciudadano.
la personalidad de un hombre como Juan Porque más representativa aún que su Montalvo, en quien se dieron, con tal cacalidad de escritor es su conciencia de bal plenitud, las más firmes excelencias ciudadano, y más hondo que el amor a del espíritu y del carácter, y en quien la belleza, fué, tal vez, en su alma, el asumió relieves representativos, a veces amor a la libertad. Como Sarmiento heroicos, el drama de la inteligencia en frente a Rozas, Montalvo encarna frenconflicto con los hechos. Porque Monte a García Moreno la rebelión de la intalvo es, entre nosotros, como lo dijera teligencia contra la fuerza, y en esta acRodó, el que mejor puede encarnar en titud que mantiene a través de años azauna galería emersoniana el tipo del Interosos, con gallarda pertinacia, su figura lectual, la calidad del Escritor. Como se proyecta sobre el panorama americatal, encierra en la trayectoria de su vida no como un ejemplo de heroísmo cívila oposición, frecuente en América, entre Co. Ahora distanciados en el tiempo, las aspiraciones de una conciencia supesin mengua del respeto debido al varón riormente depurada por la cultura y las ilustre, veamos esa actitud en consonanásperas realidades de la tierra.
cia con el medio y con la época.
De todos los escritores americanos, Roto el orden patriarcal y católico de ninguno reune mayor suma de grandes la Colonia, esfumados los sentimientos aptitudes, mayor acopio de lecturas y hereditarios de sumisión y jerarquía, desreflexiones, mayor primor en el cultivo aparecidos en el atorbellinado sucederse del pensamiento y del estilo. Su obra de las revoluciones las viejas disciplinas alcanza la reciedumbre imperecedera de tradicionales, irrumpen con inusitada lo clásico, una pureza formal intachable violencia los instintos anárquicos de las que continúa las más legítimas tradiciomasas, en la superficie de las sociedades Juan Montalvo nes del idioma, sin que por eso deje de continentales. Años de incertidumbre Oleo de César Villacris contener la palpitación vital que define bélica, de bárbara pasión militante, de al verdadero talento creador. Nutrido en frenesí sin objetivo, son los que atravielos grandes maestros, logró la sobriedad Se celebró san nuestros pueblos una vez que los ríejemplar, la expresiva fuerza, la rotundi. gidos moldes autoritarios del dominio esdad elocuente, y a ello aunó, en admi el 13 de abril.
pañol se rompen a impulsos de una purable armonía, la densidad ideológica, la jante vitalidad revolucionaria.
ágil dialéctica, el fervor humano.
Ecuador. Se celebró el 13 de abril el Sobre el revuelto oleaje político, desTuvo adentrada en el alma, como imprimer centenario del nacimiento de Montacan las aristocracias blancas de jurisperativo del destino, la vocación del estalvo. En los planteles de enseñanza priconsultos y letrados que pretenden in critor; y el amor de las ideas, inagotamaria de todo el país se guardó la semaponer las nuevas fórmulas republicanas na montalvina. Todos los diarios dedible en él y siempre fresco, unido al geal insurrecto mestizaje y a las hordas runio natural de la palabra, robustecido caron ediciones especiales a la memoria rales. Vanos son los intentos candoropor el estudio atento de los modelos ejemdal gran rebelde. Ambato se vistió de sos de los ideólogos, adoctrinados en la plares, hizo de Montalvo un ensayista no gala. Porque es en Ambato donde el culRevolución Francesa y en el romanticissuperado y un polemista insigne. Su to montalvino tiene su Meca. En Ambamo liberal, para dar una estructura deprosa política, junto a la eficacia des to, sobre una colina, contrafuerte de semocrática al bullente conglomerado de tructora del sarcasmo ocasional, exhibe rranía, sobre la margen del río, se confuerzas que se debaten por la supremarasgos de valor permanente. Tema que serva la humilde casa, el huerto aún flocía. Las pasiones y los instintos, podetoca su pluma se dignifica. Siempre, aun rido que abrigó los ensueños del patriores anárquicos, refractarios a toda inteen los arrebatos de la pasión política, el ta en uno de sus cortos períodos de paz. gración y desprovistos de sentido, se reartista vela, imprimiendo un sello de noCaminando por los Andes, desde Ipiavuelven sin tregua en épica pugna. Sobre ble calidad literaria a la diatriba y al les y antes, se oye hablar de las nubes las ciudades cultas, guardadoras del esapóstrofe. Ahí están sus Catilinarias verdes que menciona Montalvo, y uno píritu colonial, de los hábitos corteses y para demostrarlo.
las ve o cree verlas en esos atardeceres pulcros, de la sensibilidad refinada, se Pero, sin duda, donde su talento ex. imperiales de montañas y de sol en sin.
desparraman las muchedumbres guerrecepcional, su variada erudición y su apfonía. en desagravio de Montalvo, el ras de los llanos y de las sierras, trayentitud expresiva alcanzan el máximo flodesterrado elocuente, se han ido abrien do la dura voluntad informe de la naturecimiento es en los Siete Tratados do bibliotecas en las pequeñas ciudades raleza.
cn aquellos Capítulos que se le olvidaandinas; algunas casi lujosas, como la es que las aristocracias criollas, que ron a Cervantes. ensayo de imitación de Otavalo; otras, modestas, pero todas continúan la gran tradición española, rede un libro inimitable, como él lo subti concurridas. El pueblo ecuatoriano lee. presentan un ámbito cultural que no tula. Pocas veces en la literatura espay se enorgullece de su Montalvo. Los arraiga en la obscura potencia del medio.
ñola y nunca en la americana encontrademás seudohéroes, el Flores primitivo La lucha que se plantea es, en lo íntimo, remos, como en estas obras, un señorío y diversos caudillos, se van perdiendo en y radical, el conflicto entre cultura y más indiscutible de los complejos recurla noche de sus atracos, más o menos naturaleza, entre las formas de pensasos del idioma, una ilustración clásica de sanguinarios. Y, en tanto, Montalvo se miento y convivencia de las minorías más fina ley. No obstante, el cultivo de hace actual, llena los corazones, alimeneuropeizantes y el empuje autóctono de la forma perfecta, la delectación en cl ta de esperanza a las gentes. tiene las masas que aun no se elevan a la comuso de palabras y giros desusados, no razón Ecuador: pocos países de nuestra prensión de su propio y original destino.
priva en ningún momento a Montalvo pobre América tienen un Ambato, la Desde un comienzo, la lucha política re. de sus inquietudes de combatiente, de ciudad dedicada al recuerdo fecundo de viste terrible acritud: liberales y consersus vigilantes e implacables pasiones de un grande por el pensamiento. También vadores alternan en el goce del poder y hombre. Todo ello da a su literatura en Colombia se ven estatuas de proce el Estado, es, a menudo, botín de gueuna peculiar fuerza atractiva: vuelca en res de la inteligencia: la estatua de Calrrilleros. Ninguna estabilidad jurídica el molde antiguo, reconstruído por la das, la estatua de Nariño, la estatua de ni continuidad gubernamental es posible disciplina del intelectual, el espíritu con(Pasa a la página gulente) porque falta el cimiento necesario: los Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica