REPERTORIO AMERICANO 35 los jóvenes yo no veo al novelista, al no Dos nombres me parece que llevan el velista digno de parangonarse o digno cetro de ese estilo en la literatura acsucesor de los que le acabo de citar. In tual: Lyton Strachey y Stefan Zweig.
glaterra, como Alemania, tiene tainbién Ludwig y Maurois son hermanos menoun equipo de novelistas maravillosos: res. La biografía de Disraeli por este, Lawrence, Virginia Woolf, James Joyce. último me interesó mucho, pues yo no Virginia Woolf es una continuación de conocía en detalle esa vida. La sabía en Joyce, pero más clara, más factible de globo. Pero el Byron, le confieso francaleer. No me refiero en este caso sino mente que se me cayó de las manos.
al Joyce de Ulises. no al de Los Du Maurois tiene especial interés en demosblineses. Conoce usted Los Dublinetrar en ese libro una cosa que la sabe toses. Son unos bocetos de la vida de do el mundo, todo el mundo letrado, Dublin, sencillamente admirables. Pero claro está; las relaciones ilícitas del poeel Ulises. claro está que el Ulises ta con su media hermana. La vida de también se puede leer, pero se necesita, Shelley no es una biografía. Es una que lo hayan preparado a mala novela.
uno. fisiológicamente como a algu El maestro hace una pausa. La entrenos enfermos para ciertas intervencio vista se ha alargado demasiado y desde nes quirúrgicas.
el fondo de la casa, una voz infantil llaA la novela la está matando el ma ma: quinismo. El hombre no dispone hoy Sanín, Sanín.
sino de un limitadísimo tiempo para en Nos ponemos en pie. El maestro lleno tregarse a la lectura. Así se explica la de afabilidad nos acompaña hasta la espreponderancia del ensayo y de la bio calera. La luz eléctrica ya está encengrafía. La biografía se lee especialmen dida en el corredor. Se detiene un mote por un sentimiento de pudor. Nos mento para decirnos: sentimos tan insignificantes los contem No se olvide enviarme las pruebas poráneos, tan ridículamente pequeños de esta conversación. No quiero mortifique como una evasión nos consumimos car a nadie, ni que me vayan a matar.
en la contemplación de las vidas del pa Todavía le hago mucha falta a mi famisado. a propósito: qué admirables lia. Buenas tardes.
maestros de la biografía hay en Europa.
bajo el control de los famosos parientes del antropoide en las cinco partes del mun.
do. Durante la guerra desaparecieron el control y el acuerdo anteriores. Cada gru.
po de beligerantes le dió suelta absoluta a la inventiva. humana para crear nuevos medios de destrucción o darles mayor fuerza catastrófica a los ya existentes. Las fá.
bricas y manufacturas de elementos propios al sostenimiento de la civilización, las ya surtuosas plantas de la industria, se convirtieron en malhadadas ingenios donde se preparaban instrumentos infernales destinados a ejercer el estrago sobre los enemigos del momento. Con los años de lucha creció desmesuradamente la capacidad destructora de las máquinas pues.
tas al servicio del mal por una técnica que parecía superior a sí misma. Las fábricas de donde salían antes de la guerra, como resultado de un trabajo regular y ordenado, cuchillería inocente o cascos de acero para buques, llegaron a adquirir una po.
tencia sobrehumana en el despacho de instrumentos de desolación.
para ello a El exceso de producción Al terminar la guerra, aqvellas plan.
tas hercúleas volvieron a entregarse las labores civilizadas de la paz con la mira de producir las cosas necesarias para entretener la vida y hacerla menos ruda que antes, de aquella hecatombe. Como el mundo estaba escaso de muchas comodi.
dades y aun de las cosas necesarias para satisfacer las primordiales urgencias de la vida, aquella maquinaria portentosa lleno en los primeros años posteriores a la guerra su misión civilizadora de svavizar la vida dándole al espíritu más largas horas de expansión después de cumplidos los deberes de la diaria faena. Pero había cre.
cido de tal manera la capacidad producto.
ra del hombre aplicada a la explntación de los instrumentos con que se había enriquecido la técnica, que al cabo de pocos años era visible qua el abasto del mundo había pasado en todas sus líneas el límite si no de las necesidades por lo menos del consumo. Por razones de la desigualdad de distribución de la riqueza y la carestia o insuficiencia de los medios de transporte el hombre no podia consumir todo lo que producían las máquinas de un lado y los campos de otro, sometidos a tratamientos nuevos de acuerdo con las recientes inven.
ciones de la agronomía.
Una encrucijada de la civilización (Viene de la pagina 33)
económico. Pero siempre el cambio moral un libro fascinador por su sencillez y prode los individios precede a las modifica. fundo significado, aplicable como un prociones o vuelcos económicos. El imperio grama a los tiempos actuales, analiza el romano se deshizo, como lo ha explicado estado de espiritu a que me refiero en la Ferrero, por consecuencia de fenomenos escasa obra de Catulo, y sin salir de ella fiscales y económicos superiores a la in señala con minuciosidad y gracia edifican.
teligencia de sus directores en el período tes las semejanzas entre el hombre de las final de la decadencia.
postrimerías del siglo primero antes de Cristo y el primate de 1914. La decadencia romana y la de la post guerra El desarrollo del maquinismo En su preciosa y no superada historia de Este año fatídico señala una división la declinación y aniquilamiento definitivo profunda entre dos épocas históricas no del imperio romano, dice Gibbon que las porane en ese año precisamente fuese más frecuentes y regulares distribuciones de visible el cambio de la conciencia univervino y aceite, de trigo y pan habían liber. sal, sino porque un suceso material de gran.
tado casi por completo a los más destitui. de importancia empezć a hacer visible la dos entre los ciudadaros de Roma, de la modificación de que nos ocupamos. Antes necesidad de trabajar para procurarse el de 1914 la técnica se desenvolvía con apasustento. Es una gráfica anticipación de rente rapidez, pero conservándose aforfnla manera como están resolviendo algunos nadamente en su maravilloso desarrollo países de Europa el problema de la desocu dentro de la dirección y el dominio del pación. Pero el elemento disolvente de hombre. La máquina era un servidor de mayor fuerza y anterior a los trastornos la economía y de las finanzas, porque los de la agricultura y del comercio magnates de la industria conservaban el modificación operada en el espíritu del dominio absoluto de los ingeniosos meca.
hombre por causas de mayor trascenden. nismos con que los regalaban poco a poco cia, entre las cuales no la única, pero acaso la inventiva de los investigadores o la ca.
la más significativa fué el pensamiento sualidad generosa. También conservaban cristiano. El hombre del siglo cuarto des. la dirección de la técnica estos capitanes pués de Jesucristo, tenía de la sociedad, de la industria que en nás de una ocasión del gobierno, de la riqueza, del trabajo, de dejaban dormir en la sombra algún inven.
la patria, del estado nociones muy distin. to útil y sencillo cuya fácil aplicación potas de las que formaron la conciencia del dia lastimar intereses creados al rededor ciudadano romano en tiempo de Cincina. de la suculenta explotación de una máqui.
to. En diez siglos ia humanidad romana na menos perfecta.
habia cambiado considerablemente. Ha. La guerra de 1914 soltó las amarras tobía un manifiesto cansancio del espíritu, das de la inventiva humana. Antes de esa una indiferencia creciente para con el va época la industria estaba en unas pocas lor de las cosas materiales y ante los pla manos y los directores de ella vivían en ceres y la vida misma. La literatura de los plácido entendimiento de Berlin a Londres tiempos de Cicerón y de César ya mues y New York, y de Paris a Estocolmo y San tra indicios claros de ese lamentable es Petersburgo. Las ciencias adelantaban tado de espiritu. El profesor Mainzer en que era una barbaridad. pero siempre era la La intervención de la psicologia La técnica agobiada por el peso y la in.
moderada capacidad de sus elementos de producción llamó entonces en su atxillo a la joven ciencia de infinitos recursos llamada sicología. Los técnicos por lo gene.
ral no le dan a la sicología el nombre de ciencia y la tratan de ordinario con desdén suficiente en épocas que no salen de la normalidad. Pero esas pequeñas preocupaciones desaparecen en los tiempos aclagos para dar lugar a otras de carácter más agudo y más intransigente. Para dispo.
ner del exceso de productos creados por la técnica se echó mano de la sicologia. Era menester influir científicamente sobre el alma humana para convertir en compra.
dor al ciudadano, remiso poseedor de cine.
fos, más inclinado a guardarlos que a deshacerse de ellos frivolamente; o para con.
vencer al desposeído de que aun sin tener dineros podría, si tal era su voluntd, adquirir por compra objetos necesarios para su bienestar o enteramente superfluo3. La sicología yino a entrar en el dominio de la técnica Las universidades de cierto país supercivilizado (quiero decir civiliza Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica