258 REPERTORIO AMERICANO mero garrillos y una cáscara de naranja. Span siglo después, cuatro húngaros habían de la descorporización su ideal. Qué drell dejó de silbar. El horror esencial! reproducido, leyendo una copia impresa es esta música? Nada sino un Como llevar basura, así había sido aque de los garabatos de Beethoven, aquella himno en loor del eunuquismo. Muy llo en que pensaba. Cosa fea, asquero música que el compositor no había oído bello, convengo en ello. Pero ¿no pudo sa, como limpiar una letrina. Más bien nunca sino en su imaginación. Estrías haber escogido algo más humano, para que terrible, había sido estúpido, indes. en espiral sobre una superficie de shellac cantar, que la castración?
criptiblemente estúpido. La música lo recordaban la ejecución de los húngaros. Spandrell suspiro: Para mí es visión probaba: Dios existía. Pero sólo mien La memoria artificial daba vueltas. Una beatífica; es el cielo.
tras sonaban los violines. Al levantarse aguja raspaba en las estrías, y, por en Una cosa es seguro, y es que no es los arcos de las cuerdas. qué entonces? cima de su vago rasgueo y fragor, que la tierra. de ello es que me he venido ¡Basura y estupidez, sequía desalmada! parecía imitar la sordera de Beethoven, quejando.
En el Vauxhall Bridge Road compró los símbolos sonoros de las conviccio Pero no se puede uno imaginar el un paquetín de papel de cartas y sobres, nes y emociones del músico vibraron cielo si uno quiere? preguntó Mary.
a chelin: Por el precio de una taza de hacia el aire. Lentamente, lentamente, Seguramente, sí; pero ientras café y un pastel, alquiló una mesa en un ia melodía iba desenvolviéndose. Las no pretendáis que vuestra imaginación tea shop. Con el cabo de un lápiz escri arcaicas armonías lydias se quedaban en es la úitima palabra que hay que decir bió: Al Secretario General, Herman suspenso en el aire. Era una música respecto de la verdad y de la belleza, dad de los Britones Libres. Señor, Ma desapasionada, transparente, pura y cris. de la virtud, de la sabiduría y lo demás.
ñana, miércoles, a las cinco el ase talina, como un mar tropical, como un Spandrell quiere que aceptemos como fasino de Everard Webley estará en la làgo alpino. Agua sobre agua, calma llo final ese eunuquismo descorporado.
casa número 37 de la calle Catskill, resbalándose sobre calma; acuerdos de Yo no; yo sencillamente me niego a El departamento está en el se horizontes a un mismo nivel, y de ex. eso.
gundo piso. Es probable que el indivi tensiones sin ondas: Un contrapunto de Oye el movimiento entero antes de duo en persona responda al llamado de serenidades. todo claro y brillante; juzgar dijo Spandrell; volteó el disco la campanilla. Anda armado y está des nada de nieblas, nada de medias luces y bajó la aguja. El cielo brillante de la esperado.
vagas. Era la calma de una contempla música lydia vibró en el aire.
Lo leyó todo y se acordó de aquellas ción callada y extática, que no la del Lindo, lindo. dijo Rampion, cuancomunicaciones (escritas en tinta roja, adormecimiento o del sueño. Era la se do el disco llegó al fin. Tienes razón.
para imitar sangre, y bajo influencia de renidad del convalesciente que despier Es el cielo de veras, es la vida del alma.
los folletones de Chums y. el ta de la fiebre y se halla, nacido de nue Es la más perfecta abstracción espiricon que él y Pokinghorne Minor habían vo, en un mundo de belleza. Pero la fie tual a la realidad, que jamás haya conocreído, cuando tenían nueve años de bre era the fever called living (1) y cido yo. Pero ¿por qué quiso Beethoven edad, asustar y aterrorizar a Miss Veal, el renacer no era en este mundo, la be hacer semejante abstracción. Por qué la inspectora en jefe de su escuela prelleza era extraterrestre; la serenidad no pudo estarse contento con ser homparatoria. Se les había descubierto y convaiesciente era la paz de Dios. El bre y no un alma abstracta. Por qué?
llevado ante el director. El Viejo Na enlace de melodías lydias era la gloria. Rampion comenzó a pasearse de uno rices les había dado tres ferulazos a Treinta compases lentos habían edifi al otro extremo del salón. Esta malcada uno, en las nalgas. Anda armado cado el cielo cuando el carácter de la dita alma prosiguió. esta maldita y está desesperado! Eso era el purísi música cambió repentinamente. De re alma abstracta. es como una especie mo Pokinghorne. Pero si no lo decía motamente arcaica que era, se hizo mo de cáncer, que se come la realidad natuasí, no llevarían revólveres. enton derna. las armonías lydias siguieron ral, humana, verdadera, dilatándose y dices. entonces no sucedería lo que él las de la correspondiente clave en ma latándose a costa suya. Por qué no pensaba. No pasaría nada. despayor. El tempo se avivo. Una nueva me pudo estarse contento con la realidad, char la carta, pues.
Dobló el pliego y lodía saltó y rebotó, pero sobre monta tu estúpido Beethoven viejo. Por qué lo puso dentro del sobre. Había en todo ñas terrenales que ya no sobre las del se vio obligado a sustituir por lo natuesto una bobería esencial, al igual que Paraíso.
ral, cálido y cierto, este cáncer abstracun asco y una estupidez esenciales. Ga Neue Kraft Fühlend. dijo en voz to del alma? El cáncer puede que tenga rahateó la dirección.
baja Spandrell, citando la leyenda de la bella forma; pero, qué demonios, iel partitura. Se siente más fuerte; pero cuerpo humano es más hermoso! No me Bueno, aquí nos tienes. dijo Ram ya no es tan divino.
gusta tu cáncer espiritual.
pion cuando Spandrell les abrió, a la La nueva melodía rebotó a lo largo de No discutiré lo que me dices. dijo tarde siguiente. Dónde está ese Beet unos cincuenta compases más y expiró Spandrell. Se sintió de súbito extraorhoven. ver la famosa prueba de la en rasgueos. Spandrell levantó la agu dinariamente cansado y deprimido. Haexistencia de Dios y de la superioridad ja y detuvo la revolución del disco. bía resultado un fracaso. Rampión se de la moral de Jesús. La parte lydia comienza de nuevo negó a dejarse convencer. Sería la Aqui. Spandrell los condujo al al otro lado. explicó mientras le daba prueba, al fin de. todo, prueba ninguna?
sitting room. El gramófono estaba so cuerda a la máquina. Luego sigue más ¿Se referiría la música a nada fuera de bre la mesa.
Cerca había, desparrama de esta cosa vivaz en Do mayor. Des sí misma y de las idiosincrasias de su dos, cuatro o cinco discos. Aquí está pués, todo es lydio, hasta el fin, de me inventor? Miró su reloj: Eran casi las el comienzo del movimiento lento. projor en mejor. No te parece maravillo cinco. Oye el final del movimiento, siguió Spandrell, tomando uno de los dis so? se dirigió a Rampion. No te de todos modos. dijo. Es la mejor cos. No os aburriré con lo demás del parece que es prueba?
parte. dio cuerda al gramófono.
cuarteto. Es lindo todo. Pero el heilige El otro asintió con la cabeza: MaraAunque le falte significado, pensó, esto Dankgesang es la parte de prueba.
villoso. dijo. Pero lo único que es bello, mientras dura. tal vez tenLe dió cuerda a la máquina. El disco prueba, que yo pueda oír, es que los en ga significado! Después de todo, Ramcomenzó a girar. Bajó la aguja de la fermos tienden a debilitarse. Ese arte pion no es infalible. Oye.
caja fonética sobre la estriada superfi, es el del hombre que ha perdido su La música comenzó otra vez. Pero cié. Un solo violín dio una larga nota, cuerpo.
algo nuevo y maravilloso había ocurriluego otra un sexto más alto y bajó a la ¡Pero que se ha hallado el alma!
do en su cielo. Iydio. Duplicóse la ve Claro: convengo. dijo Rampion, locidad de la melodía lenta; sus rasgos quinta mientras el segundo violín comenzaba donde el primero había princi en que los enfermos son muy espiri se aclararon y definieron; una parte retuales.
piado; luego, de un golpe, subió a la ocPero es que no son hombres cóndita comenzó a oírse con insistencia tava y se quedó allí en suspenso la dura completos. Los eunucos son amantes en una frase palpitante. Era como si el ción de dos compases largos. Hacía más muy espirituales, por la misma razón.
cielo se hubiese vuelto repentina e imde cien años que Beethoven, sordo como. Pero Beethoven no era eunucol posiblemente más celestial, hubiese pauna piedra, había oído la música imagi Lo sé. Pero a qué esforzarse para sado de una perfección lograda a una naria de instrumentos de cuerda que exserlo. Por qué hizo de la castración y perfección aún más honda y más absoluta. Persistía su inefable paz; pero ya presaba sus pensamientos y sentimientos más profundos. Había puesto unas (1) Verso de Poe. La fiebre llamada vida, de la poeno era la paz de la convalescencia y la cifras en tinta, sobre papel rayado. Un sia To Annie. S, de la S, pasividad. Vibraba, vivía, parecía cre. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica