260 REPERTORIO AMERICANO su una aquí sería mezquina galardón, en el fael Lozana, Gutiérrez Cruz, Monteverde, pone en el medio de crecer, le quita liapresuramiento de estas palabras. En Rubén Romero, González de Men mitaciones y lo deja que haga con sus qué orden van a ponerse esos nombres, doza, Frías, Ruiz Cabañas, Torres Bo industrias todas las transformaciones si ellos todos son los aurigas de la Fa det, Ortiz de Montellano.
que les den poder. Edison investiga, pema, en cuyo carro van hacia la aurora de la Belleza Eterna? Altamirano, AcuImposible recoger todos los nombres, ro defiende con sentido práctico no suy menos en esta ocasión darles el atri perado el fruto de sus investigaciones.
ña, Flores, Peza, Campos, Delgado, Va.
buto lírico del caso.
De aquí que necesite auxiliares a quielenzuela, Zayas, Sierra, abren la marnes entregar cada invento ya completo cha; y México se ufana al oír el nombre El joyel nutrido ha encantado mil ve.
para que produzca riqueza. La electride sus otros hijos amados: Antonio Ca ces nuestro gusto, y en nuestras lecciocidad es para Edison el complemento de so, Alfonso Reyes, Mediz Bolio, nuestro nes de Literatura de América en el Lisus experiencias industriales. Produce la ministro querido grande y noble espíceo de Costa Rica, hemos vaciado muchas lámpara incandescente, pero al mismo ritu, a quien recordará siempre mi paveces la orfebrería de sus rimas. Aún tiempo genera millones de caballos de tria. Tablada, Núñez y Domínguez, los de la última góndola son conocidos, fuerza eléctrica. Samuel Insull es el Torri, Cabrera, Gravioto, producto exy por eso mismo, amados en mi Costa organizador grande de las plantas que quisito, floración bellisima que ha enRica: González Rojo, Salvador Novo, Edison construye para que sus induscendido un nuevo espíritu en los homGuillermo Prieto, Pedro Requena, Mitrias prosperen. no sólo organiza, sibres de ahora. Así lucen también las guel Martínez Rendón, Severo Amador, no que tiende redes monopolizadoras.
huellas de Icaza, de Dávalos, de ReboJesús Zavala, Alfonso Junco, Gómez Pa Un día descubre que cuarenta plantas lledo, de Rosado Vega.
lacio, Burgos Jimnénez, Xavier Villaurrugeneradoras distribuidas en otras tantas ¡Es el arco iris mexicano, la Vía Láctia, José Gorostiza, Carlos Pellicer.
ciudades pueden reunirse en una sola tea de su genio, que, por ser suyo, es aún poniendo estos nombres de y dar el mismo servicio con mejores original y bello como ninguno! Porque ahora, se ve que, siguiéndoles, van co rendimientos. Pues compra las cuarenta esta tierra predestinadə. ha tenido su mo en una hoguera de anhelos renova plantas y constituye el pequeño trust de perfil, su expresión propia, su creación dores, alzando la estridencia de su voz, la electricidad. De la idea se aprovecha salida de su cultura como su propio ad Manuel Maples Arce, Germán List Ar amo Edison a quien todavía sirve mirable carácter.
zubide, y tántos, tántos ungidos que sumisamente.
Es México como decía Agustín Loe atisbaron el fulgor de los genios y van Pero Insull tiene sus propias fuerza3 ra, un territorio social y mental que va ahora el alma en flor diciendo libres para imponer una conquista granadquiriendo rasgos que ha adquirido nueva canción de Esperanza.
de. las aplica y vence un mundo que decimos nosotros de severa persona Al lado de esta pléyade lírica se al le abre el camino del acatamiento. Enlidad, algo como las huellas digitales zan las columnas dóricas del Templo cuentra muchos sistemas que resultan de un dios primitivo que plasmara la donde ofician oradores, sabios, políticos, maravillas en la formación de organizaconciencia de un pueblo sobre masas de cronistas, novelistas, periodistas, todos ciones y en el control de las que otros diorita con transparencias de cristal de dignos de este marco grandioso de Mé tienen formadas. Unifica compañías proroca.
xico, con el trino en el labio, y a la vez, ductoras de electricidad y de gas, no Tal fisonomía la pone de relieve la con el sello, hermoso y único del alma para intervenir en su manejo, sino para obra ingente, creadora de un espíritu y nacional, con el genio fecundo de este centralizar su control por medio de la de una raza, de sus intelectuales; y pueblo mexicano, propiedad de las acciones, para darles es entonces necesario agregar otros nom por cuya raza hablará el espíritu dinero cuando carecieren de él, para imbres: López Velarde, Fernández Ledes y en cuyo seno duerme el destino de la ponerles el consejo técrico y la política ma, González León y los novísimos Ra América nuestra. administrativa. En esta forma hay un control total de organizaciones y quien Rogelio Sotela centraliza ese control es dueño de un México, Set. 14, 1932.
poder incontrastable. Samuel Insuli llegó a ser dueño de un poder así. Dos mi?
millones de dólares estuvieron en un caracoleo interminable en torno a su vida.
Como en la expresión bíblica, pueblos, naciones y lenguas le rindieron culto.
Creó la inmensa superstición popular y El oro le abrió paso por entre juzgados y congresos y senados de ella se valió para imponerse. Se asomaba al mundo y encontraba una hu Colaboración directa manidad que ponía en él sus ojos de súEn el campo de Dura, en la provin tentado que perdió el cetro y es un per plica. Aprovechó la blandura y creció en cia de Babilonia, así lo cuenta la rela seguido de su Gobierno. En Londres lo dominio. Para que su imperio lograra ción bíblica levantó el rey Nabucodo olfatean los agentes de Edison y como un volumen de dos mil millones de dónosor una estatua de oro que adoraron lo encuentran con habilidades comercią. lares fué dándole papel a pueblos, na pueblos, naciones y lenguas. Buscan les sorprendentes lo trasladan a la ma ciones y lenguas. Unía una compañía do un paralelismo puede decirse también driguera del industrial yanqui. Este lo cualquiera a su cetro y la hacía vomique en el corazón de Chicago, en el estado de Illinois, hizo el magnate Samuel Insull un apiñamiento de dos mil millones de dólares para el culto de pueblos, naciones y lenguas.
Acaba de desvertebrarse el imperio del magnate. Hay estruendo y sonido de catástrofe. Vivió cuarenta años imponiendo su dominio fiero. Atados llevaba los dos mil millones de dólares y no obedecían otro mandato que el suyo.
Los había amaestrado sin quitarles el poder de conquista sobre pueblos, naciones y lenguas. Hacía con ellos todos los juegos que el oro sugiere a la ima.
ginación que lo posee. Samuel Insull no tuvo nunca barreras.
Pero, digamos quién ha sido este po.
Estampas El pavoroso magnate Samuel Insull expectorante oriental OR Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica