290 REPERTORIO AMERICANO so.
tulada La novia y la patria. en la que entusiasmarse sino con las opuestas de complementan y completan. No hay la elevación del asunto, tomada de un magogias. Impera entonces soberano casi pensamiento en sus ensayos que no episodio histórico de Michelet, de quien un cierto criterio geológico aplicado a tenga una estrofa o un verso equivalenfué lector asiduo, la romántica heroici las ideas, que vienen a ser como las fuer tes. Esto nos dará la clave de sus predad de los protagonistas, sacrificados en zas de la naturaleza que, desencadena ferencias en el terreno de la poesía y de aras de su propio amor y del más gran das, pueden fecunda: o destruir, pero de la filosofía. de aún de la patria, la desventurada Po ningún modo modificar su ciego impul Sus afinidades de fondo y de forma lonia de aquella época, revelan la predi De ahí la ninguna popularidad de con algunos poetas de su tiempo, preolección que había de mostrar siempre por quienes, sabeciores del desvío que aco cupados como él por los grandes probletodos los temas que pudieran entrañar gerá su actitud y porque desdeñan tal mas que afectan a la sociedad moderna, una alta lección filosófica o moral. vez, como Horacio, al vulgo profano, pre es evidente. Como tal, pertenece a aqueEntre tanto, los rasgos de su persona fieren, como Torres, ser apóstoles desin lla familia, a cuyos miembros mejor polidad se acentuaban más, cada vez, al teresados de tolerancia intelectual y de dría darse el calificativo de vates, en el influjo de sus lecturas y de las doctas relativismo político. Admiremos a es sentido antiguo: Lucrecio, Leopardi, Edenseñanzas del Externado, dirigido por tos nuevos mártires de una nueva era. gardo Quinet, Alfredo de Vigny, Núñez Nicolás Pinzón, sabio guía y diestro mo Torrcs se le ha tachado de profe. de Arce. De todos podría encontrarse delador de las almas juveniles de aquel sar un inocente escepticismo, o al eon profunda huella en sus composiciones.
entonces. Allí, sin duda, debió su men trario, un eclecticismo comodón y man En la que dedica Leopardi, lo imprete inquieta ponerse en contacto por pri guiancho. Veamos cómo se expresa él ca en esta forma: mera vez con las nuevas corrientes del mismo: pensamiento filosófico, que atravesaba Cuando la linoderna ciencia demostró Leopordi! Fuiste el bardo y el vidente entonces por un período de inusitada ac lo limitado y relativo del conocimiento, De la agobiada humanidad que gime tividad, merced a la aparición casi si infligió un golpe formidable sin que sea Bajo un cieio a su sino indiferente!
multánea de extraordinarios filósofos y posible la ilusión de lo contrario a las sabios que hacían de Europa algo así pomposamente llamadas convicciones in Porque, digámoslo ahora, una de las como un inmenso y maravilloso crisol; quebrantables, muchas de las cuales y en ideas dominantes en Torres y en aquedonde se estuviera fundiendo el alma del muchos más casos de lo que generalmen llos sus vates predilectos, es el sentiporvenir.
te se cree, Idola fori, no podrían resistir miento de desolación que les inspira la No se podía entonces permanecer in un análisis racional Si hasta hoy es im impasibilidad de la naturaleza ante el diferente, ni ajeno, ante un incendio posible conocer las causas de los fenó dolor humano. He aquí una estrofa de cuyos resplandores prodigiosos ilumina menos más sencillos en apariencia ¿quién La casa del pastor. de Alfredo de Vigban los más apartados rincones del mun sería osado a lanzar el arrogante posee ny, traducida por Torres: do. Hermosa época para la inteligencia! dor soy de la verdad única en materias Si Darwin había sentado las bases del siempre controvertidas, siempre relatiEmapujo desdeñosa evolucionismo y del relativismo en el vas, siempre cambiantes? Si la verdad y sorda a todo y ciega campo de la biología, Spencer hacía otro de hoy puede ser el error de mañana, si los miseros enjambres tanto en el de las ciencias sociales y po. conocerlo todo es perdonarlo todo, si la de insectos y de hombres líticas, como habrían de hacerlo más tar cultura más refinada lleva a la tolerancia que mi potente mano de en el de la física y las matemáticas, más amplia. qué queda de los fanatissobre los mundos riega.
Einstein y Poincaré. Agonizaba la era mos en cuyo nombre se inundaba al Ignoro, sus miserias, de lo absoluto; de los dogmas intangi mundo en turbios ríos de lágrimas y sus dichas y sus nombres; bles, de los principios inmutables, de los sangre? La ilusoria posesión de la verni insulto ni piegaria fanatismos confesionales o jacobinos que dad absoluta es hoy simplemente una injamás me turbará; quemaban o guillotinaban en nombre de genuidad. Es el desarrollo de la fórme llaman una madre sus inflexibles divinidades, y alboreaba mula comtiana: Todo es relativo: hé y soy solo una tumba; un nuevo ciclo de la inteligencia, en el ahí el único principio absoluto.
mi invierno desconoce que el sentido crítico aplicado por igual Pero más adelante agrega: las vidas que derrumba, a todas las actividades, conduciría a la En ciertas cuestiones de orden conmi primavera ignora tolerancia y al relativismo. Así, pudo creto se pueden, sin duda alguna, estalos gérmenes que da.
decir, con toda razón, hace ya años, el blecer principios ciertos y levantarlos vizconde de Vogué: El sentimiento de luego altivos pendones de la lid políti Edgardo Quinet, como Torres, penla relatividad domina en el pensamiento ca como fuerzas motrices de los pue sador y poeta, no por ignorado menos contemporáneo. Exponente admirable blos.
grande, le dedicó en sus Estudios In.
de este sentimiento, su precursor, pue de modo aún más explícito, si cabe, gleses unas cuantas páginas luminosas y de decirse, si se exceptúa al doctor Nú añade poco después: emocionadas. Lo mismo a Alfredo de ñez en sus cartas políticas, fué Carlos No quiere esto decir (la tolerancia. Vigny en el escrito que sirve de introArturo Torres, en Colombia.
que sea en ningún caso recomendable el ducción a algunos poemas filosóficos de Tarea ingrata y peligrosa fué siempre escepticismo desolador, que convierte la éste, vertidos al castellano por Torres.
y en todas partes la del predicador de conciencia humana en un gélido erio, en De Heine tiene varias traducciones, vertolerancia, ocasionada a sacrificarse a un moral mar Muerto, no. La porción de siones y adaptaciones recogidas en un sí mismo y a sacrificar a sus seguidores bien y de verdad que encierra un ideal tomito titulado Poemas fantásticos. entre los opuestos fanatismos. Aquel y en toda convicción sincera los hay junto con otras de Poe, Murger, Hua quien los gibelinos llaman güelfo y los emerge siempre luminoso e inviolado de go, Baudelalire, Rollinat, Musset y. Legüelfos gibelino, ése está en lo cierto. todas las penumbras del mal y del error. conte de Lisle. Allí se encuentran algucantaba hacia el final del medioevo el vate Los principios sustantivos de un credo nos de sus mejores momentos: El cuerflorentino, lo cual no impide ser víctima político no pueden atenuarse ni rebajar vo. Las estrellas fijas. de Poe; curiode unos y de otros, llegada la ocasión. se de la cumbre en que arden en luz. so este último por la extraña semejanza si esto suele sliceder en ambientes de al No es, pues, su tolerancia sinónimo de en el metro y en la idea con el famoso ta cultura, donde la inteligencia se hace perplejidad y de indiferencia, fenómeno Nocturno de Silva.
flexible, que podría ocurrir en un medio morboso que cuando se llega a dar en Pero lo más importante de su obra primitivo, en el que una grotesca arro una generación la predestina fatalmente poética se encuentra en el volumen que Dividiólo gancia, una especie de matonismo o ma a la vacilación y al fracaso.
se titula así, precisamente.
chismo intelectual, correlativo del otro, Pero notemos, antes de seguir adelan su autor en cuatro partes: Poesías vaentroniza el culto simplista del sí y el te, qué estrecha unión se advierte entre rias, En la arena, Poemas filosóficos y no, como símbolo de personalidad y de el pensador y el poeta; con cuánta ra Poemas crepusculares. Allí se encuencarácter? La visión recortada del vul zón podría decirse que en sus ensayos tran también versiones de Albert Sago, como sucede en algunas enfermeda se muestra poeta y en sus poemas filóso main, de Mordas, de Turgueneff, de Ludes de la vista, no le permite percibir de otros cuyo fo. Estudiar al uno es comprender al crecio, de Nietzsche y nombre nada más da una exacta idea de sino los contrastes violentos, no le deja otro, y ambos, el artista y el filósofo se Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica