26 REPERTORIO AMERICANO Rum boa Goethe. De Sur. Buenos Aires (Véase la entrega anterior)
il. nas notas En las conversaciones de un hom nar la frente de Goethe. así, el que medio de conocimientos generales. pebre, a lo largo de los años, las cuestio. quiere que la juventud comience apenas sar de las máquinas auxiliares, sistemas nes se presentan bajo muchos aspectos con su poquillo de griego y su poco de referencias y anotaciones, fichas y y, como lo reconocía el mismo Eckermás de latín, hace de su casa, más allá demás procedimientos para conservar, mann, no es extraño encontrar juicios de los setenta años, un instituto enciclofuera del cerebro y sin cargarlo, el caucontradictorios. De todos modos, tampo pédico viviente, como decía Sainte. Beu dal ya adquirido en cada ramo científi.
co es difícil descubrir las notas domi ve. Allí, entre lo excelente y lo acepta co, hay quien desespere de la resistencia inantes y atenerse a las declaraciones que ble, unas veces en la sala de Urbino y del espíritu anta esta proliferación creno dejan lugar a duda. Creo que Goe otras en el salón de Juno, se discute de ciente. Se dice, entonces, que es tan la.
the concebía la cultura como un proce filosofía y helenismo con Riemer, de armentable. como inevitable el abandono so de crecimiento biológico, de diferen tes plásticas con Meyer, de música con inconsciente de una parte de la cultura, ciación e integración paulatina entre las Zelter, de ciencias sociales con el canci. y que el olvido y la pérdida son tamzlociones, partiendo de aquel rudimento lier Muller, de historia natural con Mar bién fuerzas positivas en la evolución de o célula inicial que veía bullir en todos tius o Sternberg, de dialéctica con He: la humanidad. Triste visión de nuestra los orígenes de la vida. Por eso se que gel, de filología con Wolf, de viajes con época que contrastamos, envidiosos, con ja de que el crecimiento de la cultura Humboldt. Todas las dimensiones se el espectáculo de la integridad goethiaalemana en los últimos cincuenta años combinan y se componen buscando la na. Una juventud que partiera a la vida obligue a los jóvenes a un exceso de pre norma universal de la esfera.
con este convencimiento previo de su deparación que puede estropear el desarro.
rrota, con esta bochornosa aceptación de llo armonioso de su mente. añade con Goethe no cae necesariamente en su ineptitud para administrar su herenuna malicia oriental: Cuando yo tenía la especialización, aunque está a la altucia ¿no estaría arruinada de antemano?
diez y ocho años, Alemania tenía tam ra de ella. Su oficio es el ser intelecLa confianza de Goethe, su aplomo y su bién diez y ocho años, y podía hacerse tual, el más universal que existe, el de despejo en mitad de la naturaleza puealguna cosa. Eck. 15 11 1824. En buen entendedor del alma y su conteden sernos de mucho estímulo.
igual sentido, censura los programas nido, el de maestro. No hablaba él de. académicos cargados de estudios excesi esos seres colectivos. llamados a dar De acuerdo con este sistema de vos e inútiles. los futuros médicos, a unidad a todas las impresiones que reeducación por crecimiento, partiendo de quienes antes sólo se exigía la aplicación ciben del mundo externo, a todas las lo menor y más particular, debe interterapéutica de los vegetales, se les obliexperiencias que hacen sobre la naturapretarse también la teoría goethiana soga ahora a ser verdaderos químicos y boleza y la humanidad? Si mucho abarca, bre la formación del artista literario. Con tánicos, con detrimento del arte de cu moralmente hablando, mucho aprieta. Ha vivo empeño recomienda al joven que rar. Eck. II. 1824. Tal opinión, en contado, para su alquimia, con el mejor se adiestre en las pequeñas experiencias el botánico, en el enciclopédico Goethe, ingrediente que es el tiempo: como las diarias y deje para más adelante los revela al hombre de sentido práctico. estrellas decía él sin prisa y sin desgrandes asuntos, pena de hacerlos aborSabe que no todos han nacido para ser canso. Si se equivoca alguna vez en tar o de vivir doblegado bajo un peso sabios, ni conviene a la sociedad que to las ciencias particulares, también los esque lo privará de su agilidad natural y dos se consagren a la pura investigación. pecialistas se equivocan. En materia de hasta de la alegría del trabajo. Eck. Pero reconoce también que el futuro in óptica, por ejemplo, confundió la luz fi. 18 18 1823. Insiste en que lo particuvestigador debe comenzar por los rudi sica de que no quería saber nada ia: lar es la vida del arte (Eck. 29 1823. mentos, y dejar posarse en su concien luz antes del ojo, la luz como vibración Lamenta que Schiller se embarazara cia cada nuevo estrato adquirido. Así de energías reducibles a cifra, con la luz con sistemas y especulaciones abstrac: hizo él su propia cultura, disponiendo biológica, la luz como sensación en el tas (Eck. 14 XI 1823 y 14 IV 1824. Reconoce que el defecto de los poetas generosamente del tiempo. Artículo pri. ojo. Si Goethe, en su teoría de los comero de la educación del sabio, en Goe lores, se hubiese limitado a la psicologia jóvenes está en su exceso de subjetivisthe: ante todo, vivirás no menos de de los matices, que sabe describir con mo, puesto que la personalidad subjetiochenta años, y con buena salud. sutileza y precisión encantadoras dice va del joven no puede ser por sí misma luego viene la adquisición incesante de Reichenbach irada tendríamos que ohjelo bastante jugosa; y predica, como remedio a este mal, el asomarse a los obnuevos conocimientos, cada uno de los tarle. Pero rebasó los límites de su mécuales se enlaza con los anteriores, es todo al irrumpir, con las armas de la jetos y acostumbrarse a buscar y tratar forzándose visiblemente por no expulsar psicología descriptiva, en el terreno de asuntos, aun citando ellos repugnend a ninguno. fuerza de ejercicio, e! vo la física seca.
la propia subjetividad. Eck. 24. XI latinero, se burla del espacio y sus le Su imitación, sin su grandeza, hoy que: 1824. Finalmente, clama contra la disyes. Qué no hará con su alma el estu. cada ciencia particular tiene ya su casa persión a que obliga el comprometerse dioso! Nuestra Sor Juana Inés de la propia y familia aparte, puede arrastrar a hacer regularmente reseñas y rövistas literarias cuando aún no se ha teni.
Cruz, gran estudiosa y hasta estudiosa a nuestros líricos a pintorescos errores.
en rebeldía contra la autoridad monás Alemania no tiene ya diez y ocho años, do tiempo de meditar en la historia de tid que le arra ataba sus libros, dice No es fácil, en nuestros días, juntar toda una cultura nacional. El hombre muy bien que unos estudios alimentan tantas ciencias a domicilio. De Coethe de talento añade crce que le es dable a otros y el cultivo de una disciplina acá, el problema de la digestión del cohacer lo que ve hacer a los demás. No particular ayuda de modo inesperado pa nocimiento se complica en progresión hay tal: pronto se arrepentirá de sus es.
ra entrar en otras disciplinas. En la es geométrica. Para nosotros. los verdadefuerzos baldíos (Eck. XII. 1824. grima del florete, tan convencional y tan ros extremos de la educación consisten ;Lástima del tiempo que Schiller y él.
de salón, se adquiere el sentido de las precisamente en investigar y descubkr perdieron en las Horas y en el Almanalíneas de ataque y las zonas de defensa otra vez donde está lo esencial, entre la que de las Musas! Dejemos esta disperpara toda clase de encuentros. Se jun maraña creciente de las ciencias partisión a los que no tienen una crisálida tan en el espíritu los haces venidos de culares, y en dar camino después a to que cuidar. Hágase el poeta con estudio todos los rumbus, porque unos abren das las vocaciones posibles, sin que se y con tacto, y no se crea autorizado a sitio a los otros. Representación del desequilibre en la sociedad la justa pro los despilfarros ni a la osadía del igno.
mundo tan plena que religión, filosofia, porción entre los especialistas que hoy rante. Queréis el mejor epemplo de la ciencia, poética y artes plásticas se su. Acordaos de por hoy deben ser heroicos hasta la mu. monstruosidad juvenil?
man en un solo rayo de luz para ilumi tilación y los que mantienen el nivel aquel adolescente que escribió a Goethe Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica