BourgeoisieIndividualismLiberalismVíctor Raúl Haya de la Torre

194 REPERTORIO AMERICANO se.
mos a Haya de la Torre, la descortesía menos noble, de compartir el fruto de su en necio. Pero hay que verle represenabierta con que tratamos a Vasconce creación. Quería que le leyesen más bien tado en su pureza.
Entonces su musa los. Es un problema, éste de nuestra que sólo escribir, y en el Ecuador y fue es numen que une a los individuos y se separación y desprecio mutuo en Latino ra del Ecuador, en toda nuestra Améri une a ellos. Los espectadores se miran América. si somos cuerdos volvere oca, se le leía. Quería que le entendie unos a otros y hasta quieren abrazarse mos a unirnos aunque sólo sea, aparen sen, y se le entendía.
Es notable su extraños, porque, lo que leído a solas temente, para ayudarnos a pelear unos claridad de pensamiento. Las inconta nos pareció banal, resulta desde las ta.
con otros. Hay, entre pueblos que pe bles citas que trae a cuento, las infini. blas de enorme efecto unificador: Las lean, una afinidad, a la postre, que acatas reminiscencias que pueblan sus pá payasadas chaplinescas de Launcelot ba por unirlos. Lo fatal es despreciar ginas, son otras tantas luces que encien Gobbo, por ejemplo, o el monólogo de En la América Latina nos despre de para hacer más clara su idea que no. Hamlet, el absurdísimo To be or not to ciamos. Por presumir fue que celebra para deslumbrar al prójimo y cegarle be. En voz alta y en grupo hay que leer mos públicamente el centenario de Goe con exceso de luz. No así lo que nues a Montalvo. Montalvo le encantaba the sin conocerle más que de nombre y tros eruditos de hoy escriben. Ya Rodó, encantar, tanto como que a él lo encanpor referencia. Excelente hubiera sido que es de ayer como Montalvo de an taran, y qué no le encantaba, qué no ceque la celebración hubiese surgido estier, ofusca con el lucimiento de una lebra, qué no elogia de cuanto hay que pontánea por mucho amor, por gran coerudición singular que nadie comparte puede prestarse a alabanza en la gente nocimiento. Montalvo, a quien se le con él. Alfonso Reyes, de hoy, más eru y en la naturaleza: Los niños, las niñas conoce mejor, a quien, cuando menos, dito quizás que. Montalvo y que Rodó, especialmente, el agua, la sombra, los es más fácil conocer que a Goethe, lo es más sobrio en sus reminiscencias y árboles, los efectos de luz en los atardedespreciamos por cuanto no lo juzga en sus citas que ambos, y cuando de ceres! Le encantaba encantar, a Monmos artículo con que podamos presu ellas se vale prefiere las más oscuras talvo: No sabía del feo placer de épater mir de cultos. Para celebrar a Montal como para que sólo sus pares le com les bourgeois, ni de esa otra fealdad de vo no abrirá sus puertas ni encenderá prendan. Hay un aristocrático colgar escribir para sí el autor, que es más feo sus luces nuestro presuntuoso Teatro de cortinas más bien que descorrer de todavía que cocinar para sí cada quien.
Nacional. Digo que ni siquiera sabe sombras en su erudición, un gesto que Su afán era que se le entendiese: Así, mos con fijeza el año del nacimiento dice que lo que él sabe no es caviar for aplastaba sin misericordia a su enemide Montalvo.
the general. Escriben, pues, nuestros go, pero a golpes de oprobio tanto más. Me zumba en los oídos el ruido do eruditos de hoy, para un escogido, para potentes cuanto más fáciles de entenlas olas. Allí está, más allá de mi venun selecto y reducido grupo; a veces para der: Nunca en él ese desprecio máximo tana, retumbando sonoro y eterno el un solo individuo, iy tal vez ni para dei insulto que el insultado no comprenmar. quién comparar el mar? El heellos mismos cada cual! Montalvo no. de. De modo que a Montalvo le entenlenista dice que a Homero. Está bien. El Montalvo escribió para todos. Era de dían. Hoy, en cambio, ni a él ni a quien inglés que a John Milton. Muy bien. El las masas. Era colectivista hasta el fon escriba como él escribía, se les entendefrancés que a Hugo. Pase. Pero. y nosdo de su alma. Después de él han sido ría. Este problema es grave. Qué nos otros? Sólo hay uno para los latinoameasí sólo Martí y Gabriela Mistral, y ha pasado de la época de Montalvo a la ricanos de quien decir que se parece al Gabriela en grado menos que el cubano.
nuestra? Ni a los clásicos antiguos comar, vasto monstruo retumbante, sono Mucho tiene el estilo de Montalvo de nocemos que el conocía tan enteram enro, eterno, y ése cs. Montalvo. Grandes semejante al de Herodoto. Herodoto este, ni a los españoles que él parecía sanubes oscuras se han amontonado del cribió su famosa historia para solicitar berse de memoria, ni a las literaturas lado de la tierra poniendo gris al mar. con su recitación los aplausos de la mulmodernas extranjeras en cuyos vastos El calor ha crecido en pesantez, abruma titud en los juegos Olímpicos. Las sincampos él era visitante a sus anchas, doramente. Algo hay en la atmósfera fonías de Beethoven también exhiben huésped grato en espaciosos jardines que nos tiene irritados, en tensión, los muy marcadamente, y las obras de Shaabiertos. Notable, por ejemplo, es cuannervios. Fragor de trueno rebota del to escribió sobre Goethe; y ¡qué en su kespeare, este rasgo principalísimo del uno al otro confín del espacio y llena el estilo de Montalvo que quiero dejar bien casa se siente hablándonos de Richardcielo; y he aquí ya, fuerte, recio, el em apuntado: Una gran satisfacción en el son; y cómo va, en la historia literaria puje soberbio de la lluvia, con voz súbi autor de complacer, de divertir.
universal. del brazo de Montaigne, del Con ta que ahoga a la del mar. Así sentía brazo de Addison, cuando no jinete, un qué gusto elabora el gran músico un teyo, de niño, cuando mi padre me leía con ma dulce que sabe ha de cautivar al púpoco tieso, en el Pegaso de Cervantes!
su voz de metales golpeados, de escu blico, con qué fruición repite una meloAhora, ni se escribe con la liberal arudos en choque con lanzas, largos trozos día de la que tiene seguridad de antedición generosa de Montalvo porque no de Montalvo. Muerto mi padre, hace mano que ha de deleitar a los oyentes!
parece poseerla nadie, ni, si se escribiearriba de veinte años, no he vuelto a oír ra, nadie hallara en ella ni deleite ni soEl compositor y el auditorio se unifican a Montalvo en voz alta. Montalvo, en uno como baño. de alegría común, y laz, porque nos hemos vuelto estrechos por qué le hemos despreciado. por la belleza de esto es indescribible. En y tristes y tontos y sin gusto: Cuanto es quién?
la séptima sinfonía, sobre todo, he senel egoísta.
Los de mi generación, por Vargas Vi tido a Beethoven íntimo mío e íntimo del ¿Y a qué sino al liberalismo angosto y la. Vargas Vila se le despreció luemillar o más de individuos que escuchá maldiciente debemos esto. a nadie go por Blasco Ibáñez. todos se les bamos su música. No así Brahms jamás. más que a Montalvo debe ese liberalisha despreciado ahora por el cinemató Ni el mismo Beethoven en los cuartetos. mo nuestro su tristísimo, su lamentable grafo. De leer mal hemos caído en no Más bien, con éstos, el efecto, lejos de triunfo. Ah, victoria falaz de Montalleer. Vamos de peor en peor. El libro, ser de comunión es de segregación, de talvo! Montalvo hizo odioso al conservaque debía unirnos, perdió primero su aislamiento: El gran error de Spandrell, tismo clerical, pero no pudo hacer bello virtud y luego desapareció él mismo. la novela admirabilísima de Aldous al liberalismo comecuras. Ese, me pala bella poesía abrazadora de Darío su Huxley, fue haber querido que Rampion rece, es el problema de capital imporcedió el culto de la torre de marfil que compartiese con él el incompartible cuar. tancia que nos ha dejado Montalvo. Al nos ha disociado. Montalvo fue colecti teto en Do menor. Spandrell había oído, conservatismo debemos devolverle vista y no conoció esa ficción malhecho en su soledad, el heilige Dankgesang y belleza que él le arrebató violentamenra de la torre solitaria ni el engaño, libe la música sagrada le había probado la te, y al liberalismo, que él no pudo emral también, individualista hasta más no mar de cosas, la existencia de Dios, del bellecer, debemos embellecerlo nosotros poder, del arte por el arte, que siempre alma, de la bondad. Con Rampion ni en filial continuación de su obra. Vamos fue del arte por y para el artista. Montal con nadie podía Spandrell comulgar en a lo primero. Por qué ha de ser ridívo escribió porque estaba lleno y necesi. esa manifestación de la divinidad. culo que García Moreno, de Presidente taba desbordar; si por sí, no para sí sino Shakespeare es como el Beethoven sinfó de la República, fuese, en procesión de para sus semejantes. Esto es bueno fijar nico. Lo leemos en la soledad de nues Viernes Santo, por esas empinadas calo: El piacer del artista en el acto de tro orgullo literario y mucho en él nos lles de Quito, con gran cruz al hombro?
crear era en el secundario al placer, si parece mera y aún barata condescenden ¿Por qué eso ha de ser feo? Más ridícumás coonin, si más al alcance de todos, no cia con las galerías, consciente hablar lo me parece Montalvo en veneración su Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica