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REPERTORIO AMERICANO 99 Bala das los rarísimos instantes en que Darío se que ante nuestra exuberante naturaleza de las múltiples ediciones que de los lisintió identificado con los anhelos de su permanecieron insensibles y ciegos. Es bros del poeta se han hecho, contiene raza en Sinfonía en gris mayor, en de agradecer, sin embargo, este empeño esta nota bibliográfica unos ciento treinTarde del Trópico, etc. ya ocasional y so esfuerzo de los señores Onís y To ta títulos entre los cuales, no creemos condicionado por motivos que nada te rres Rioseco por redimir a Darío de los aventurado afirmar, se encuentran mennían que ver con la emoción desinteresa dictados de afrancesado y exótico que cionados todos los trabajos fundamentada y pura, tales el Canto a la Argentina, sobre él pesan aún, a fin de incorporarlo les que sobre el gran bardo se han esla Oda a Mitre, etc. Mas si exceptuamos íntegramente al acervo de nuestra cultu crito.
el canto Roosevelt en el que el poeta ra; pero estimamos que en los dos capí No ha sido nuestro propósito hacer recoge un clamoroso eco de los pueblos tulos que acotamos se excedió en su celo aquí la crítica de este libro medular, sino hispanos, el paisaje, más que una verda el crítico chileno y va más lejos en sus señalar su aparición al interés de los lecdera motivación poética, con colorido y conclusiones de lo que un análisis objeti tores hispanos. Hemos creído oportuno, tipicidad americanos, es un pretexto, me vo y sereno de la obra de Darío permi sin embargo, destacar aquellos aspectos jor quizás, un espejo en que el bardo pro tiría.
que consideramos de mayor relieve y yecta su propia melancolía. Dudamos Acreciendo la utilidad y el mérito del rectificar lo que, a nuestro parecer, consmucho que Darío sintiera nunca el pai enjundioso libro del señor Torres Ríose. tituye un error de apreciación, fácilmensaje de nuestras tierras soleadas y luju co, encontramos al final una Bibliografía te explicable para todo el que conozca la riantes como lo sintieron en sus propios que, en nuestro sentir, es de lo más nutri posición intelectual del autor con respecdías Othón en México y Chocano en el do y selecto que hasta ahora se ha publi. to a nuestra cultura y su ardiente admiPerú, por ejemplo, y más modernamente, cado. Además de la relación detallada ración por la obra de Darío.
Fernández Moreno, López Velarde Agustín Acosta, Silva Valdés o Préndez Manuel Pedro González Saldías por no citar sino a poetas. Por University of California at Los Angeles.
lo demás, fuera de algunas alusiones geográficas. quién podría reconocer en esos esbozos grises la deslumbradora atmósfera tropical de América. Creemos que en este sentido, podemos tomar al pie de Envío del autor la letra el prefacio de Cantos de Vida y. Esperanza que, en nuestra opinión, reLa balada del hombre que había sido devorado por una fiera pésima presenta su verdadero testamento poétiCuál es el animal pájaros, tus colmillos, co, juntamente con el autocomentario más venenoso, como tus colmillos afuera, tus colmillos pintados.
que tituló Historia de mis libros.
saturado resunen Son otros los colmillos.
No quiere esto decir, sin embargo, que de todos los venenos?
nosotros neguemos a Darío condiciones Oh vibora de cuentos más o menos probable, y aun carácter de poeta americano. Al No lo sabéis vosotros, quedó de tus venenos, vaga reminiscencia, contrario. Bastaría recordar el acendrado pero yo si lo sé.
en novelas de Dumnas, Renato, Catalina.
fervor con que se propuso renovar presEtcétera, ya nadie podrá tenerte miedo, tigiándola. la poesía americana y la agu Estuve, siete mil chiquilla, de yo asusto, da conciencia que siempre tuvo de su siglos, bajo la tierra, tu asustas, él asusta, palabras conjugadas; responsabilidad estética en la evolución bajo la tierra, muerto, otros son los venenos que solo Dios conjuga.
de nuestra poesía, para otorgarle tal por unas mordeduras.
prerrogativa. mayor abundamiento, Muerto, muerto, bien muerto.
Calumnias, y lo matas.
el tono elegíaco y gris de sus mejores Si, más muerto que nunca. Si, más muerto que nadie. Antidoto. Ninguno.
poemas; el matiz de melancólica tristeza que como un tenue velo flota sobre casi Mordiscos más lujosos Declinalo, si puedes.
Conjugalo, si puedes.
toda su obra; la propensión a la intimi que aquellos, no sabia dad, a la reconcentración en sí mismo; que hubiese, para nuevas Sí, más muerto que nunca, si, más muerto que nadie.
el desdén que siempre manifestó por la mayúsculas del libro rojo de los colmillos.
Estas, Hamlet, no son grandilocuencia oropelesca y palabrera; El libro más humano palabras, son graznidos el predominio de la emoción y el sentimiento puro como elementos poéticos rojo de los colmillos.
de todos, es el libro del cuervo Edgar Poe.
sobre toda otra consideración, son caracSí, más muerto que nadie terísticas esenciales que encontramos Oh jabali de trapo, de lata, de cartón, Never more, Never more.
siempre en los sectores más refinados de Oh jabalí gallina, SI, más muerto que nunca la poesía americana, al extremo de que quedaron para espanta Never more, Never more.
ellas definen a nuestros cantores más representativos. En este sentido, tiene La balada del hombre que acababa de volver a nacer el gran vate títulos más que suficientes para que se le considere como poeta ame Juegan con sus hermanos los cuentos de camino Florecidas las ramas y Dios en cada rama.
ricano auténtico y no creemos que nadie cogidos de las manos, los cuentos de las Hadas Eses en los caminos y Dios en cada vuelta.
que conozca su obra, pretenda regatear y con túnica hojas verdes, soy peregrino, El ojo con dulzura, dulcemente inflama.
le tan legítimo derecho.
que va por lejanías profundas y encantadas. con una delicia recién bañada y suelta, Poeta americano es Darío, sin duda; mas no por un propósito o deseo consEl verde de las hojas, es una verde fiesta voy por unos caminos, que miran reflejados, ciente, ni por hallarse identificado con de manos milagrosas que acaban de pintar; en dormidos espejos de luces primitivas, nuestro medio y nuestro paisaje, sino y mi alma, que vivia, suspirando en la cuesta, bajo cielos profundos, lejanos y encantados por su innata condición, por las virtudes hoy es nueva, tan nueva, que sólo retozar y entre las verdes hojas esmeraldas esquivas.
intrínsecas de su musa y por el subcons sabe, parece niño, pájaro, mariposa, Despues de tantos miedos nocturnos, jeste día!
ciente influjo que la raza y el medio ejer otro yo sin nostalgias, dentro y fuera de ml bañado en luz segunda de claridad primera, cieron en él malgré lui, acaso. Darío como en dia de claras transparencias, la rosa en mis manos; doradas manzanas alegria no sintió nunca particular simpatía por y como en las mañanas del mundo, Nocmi. y en mis pies, un aliento febril de primavera.
nuestras cosas; al contrario, de ellas quiso distanciarse todo lo más posible y, por Silenciosos, lejanos y nuevos los oidos. Lejos de los mordiscos de humana palabra, lo que al paisaje se refiere, había en él oyendo en el silencio, goteado rumor iré por los senderos, de remanso en remanso, como en casi todos los poetas de su mo de mares inefables y de barcos mecidos, como ciervo de fugas rápidas, como cabra, mento. cierta incapacidad congénita en compás gregoriano, de babor a estribor. hurano con los hombres y con las bestias manso.
para percibirlo. Recuerdese a Nájera, a en Brulas de Flandes, etc.
Silva, a Martí, a Nervo, a Casal y otros Pallais Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica