EDITOR: REPERTORIO AMERICANO García Monge Suscrición mensual. C2. 00 EXTERIOR. El semestre, 00 El año, 85. 00 am.
Giro bancario sobre Nueva York.
Correos: Letra SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA CENTENARIO DEL VIAJE DEL BEAGLE LAS COSTAS ARGENTINAS Se cuple hoy trulnario de la parte dei nurla de cria el Beagle. qur al mundo del Carin Ruheito Far Rot realizó en urbium ludicaráficas ca nu in. del Atlastiro.
FAZ Ray expha Koria Blanca, la terra de la Ventana. de Cuero y del andal: temoló Hin Santa Cruz y rehace la hidrografia del relo de Meliane. Ellie Carlos Darwin Gur romperite ik in some naturalima, wapleto los ob renant de Onbeans, esudió la formation relocat de lo cucull de Ne Ricevuto la prin verdenal de la Paer crura le cordulera de Mendore paudis ta estructura de FOAN Leo Wlades de neuobex futurublacados en Lot drev. IMT obra nulado Corological cheervations on South Arenu. Por su parte. Fit Rur publico tamboca a Landim, 1339, libro ledo Narrative of the surveying voyers on ta majesty ship Adventure in Bezele, betaro year 1829 1836, downluing their examsa ir of the name ihm whes of Sowl America. Pored saje del Bengle ou cruelas des hobia viwady mais los procesos de Istriencias, por cuacta fui vui duab el futuro autor de Elongea de los parcia hizo proieni de fr cierta y lo estudiar fund er mestre trovie exterinaron los importante de obte. Rewrde die Darwin tu Autobiopalie calando a la bote dhe Burn Sixto, en la Tierra del Foro y lo ex nobis ladia) Nit di a pensar que o jodaro plea mejor ou rida pie wiosk Gus nordsdelar ruas naturales lola rentado en la medida de su futen doyen lo que digan lut eritt kaprario de cola tonia. fué ali, a les entre desoladas contar palagvinir us, donde el bio inglese concibió las teoria de la pluring. Todos habéis decis Amoghe a ima confera lomuaje aarWa que puede aderare como una de suce bir pues et des ho de woesia catalado la hostyrint ut 150 prowerowerho, por si cai, Die Retro me recogid Ion bateral de la tuve su pruxr ada. a coincides is wa Utardimehe por cierto. say, winsqu, ra lo lampe donde el puesto erkuntrat mit Jente congue. Este Cectrono dal je del Beszle. de tanta trancia para los prsy cientifon, Plea lor tiramose riscalds Burto puis Roberto Fitz Roy Carlos Darwin (De La Prensa, Buenos Aires. Diciembre 27 de 1931. El ejemplo de Darwin Del precioso librito Flos Sophorum. Ejemplario de la vida de los grandes sabios. Seix y Barral Hnos. editores. Barcelona, 1914.
Darwin se conoce a sí mismo nirlos, una dosis media de invención y de sentido común. Con las limitadas capacidades que poseo, es sorprendente, en verdad, que haya podido influir, en un grado considerable, en la opinión de los sabios sobre algunos importantes problemas. esta declaración de modestia, tan serena y delicada, ha añadido el hijo de Darwin: Uno de los valores de mi padre, era sentir, como pocos hombres, una diferencia entre el trabajo de un cuarto de hora y. el trabajo de diez minutos.
Darwin cesa de gustar de Shakespeare Con ojo atento, como el que empleaba en vigilar los amoles entre un insecto y una orquídea, Darwin se vigilaba a si mismo. Llegó a ser muy ducho en este concicimiento difícil, recomendado en el frontis del templo de Delfos. He aquí como él analizaba el linaje del propio espíritu. Leemos en la Autobio.
grafia: Yo no tengo una gran rapidez de concepción o de in.
genio, cualidad tan notable en algunos hombres inteligentes, por ejemplo, Huxley. Soy, pues, mediocre como crítico. El leer algo en un libro o en un periódico, tanto me impulsa a la admiración, que únicamente tras reflexión prolongada llego a ver los puntos flacos. La facultad que permite seguir una larga y abstracta serie de pensamiento es, en mí, extremadamente limitada. En matemáticas o en metafísica hubiera fracasado. Mi memoria es extensa, pero nebulosa: es, en general, la suficiente para advertirme, de una manera vaga, que he leído o bien observado algo, opuesto o favorable respecto a la conclusión que estoy deduciendo. Al cabo de unos instantes, recuerdo el lugar de donde debo sacar la indicación. Mi memoria, en cierto sentido, deja tanto que desear, que jamás he podido recordar más que unos cuantos dias vna fecha, una linea o una poesia. Muchos de mis críticos han dicho: Es un buen observador, pero no tiene ningún poder de raciocinio. No creo que esto sea exacto. El Origen de las especies es, desde el principio al fin, un largo raciocinio, que ha podido convencer a un cierto número de personas inteligentes. Nadie hubiera podido escribirlo, a no estar dotado de alguna fuerza de razonar. Yo creo t2.
ner tanto sentido común y buen juicio como un hombre de ley o un doctor de fuerza mediana, pero no más. Por otro lado, me creo superior a la generalidad de los hombres, en lo de notar cosas que escapan generalmente a la atención y para observarlas con cuidado. Mi ingeniosidad ha sido la más gran.
de posible, para la observación y acumulación de hechos. Y, lo que tiene más importancia, mi amor a las ciencias naturales ha sido constante y ardiente. He tenido mucho tiempo para mí por no haberme visto en la necesidad de ganarme el pan. La enfermedad ha inutilizado algunos de los años de mi vida; pero ha tenido una ventaja y es que me ha librado de distraerme en las diversiones de la sociedad. Mi éxito como hombre de ciencia, a cualquier grado que se haya elevado, ha sido determinado por condiciones de mente complejas y variadas. Entre ellas, las más importantes han sido el amor a la Ciencia, una paciencia sin limites para reflexionar sobre cualquier objeto, la ingeniosidad en observar los hechos y en reuEn su juventud, un poco vagabunda y deportiva, Darwin había tenido por Shakespeare una pasión loca. El ha contado como lo leia con delicias y como repetía esta lectura con frecuencia. Mas pasaron los años. El cazador de un día se convirtió en naturalista metódico, que producia, a pesar de los estorbos de una salud precaria, una labor enorme, Tal labor era ordenada según una cotidiana disciplina severa. De tal a tal hora, lectura; de tal a tal otra. tomar apuntes; tres cuartos de hora antes del lunch, escribir; n tiempo, más predeterminado aún, para estudios de laboratorio y de herbario, para observaciones y cultivos. Esto, un día tras otro día, en heroica uniformidad. Mientras tanto, Darwin iba envejeciendo, sus hijos se espigaban. Cuando la moza comenzó a ser mayor, el padre encontró una fuente de distracción honesta, en que ella, luego de comer, le diese un rato de lectura. Vino una velada en que el arrinconado Shakespeare abrióse de nuevo. aconteció entonces una cosa que, contada en las Memorias del mismo sabio, tiene un gran sabor de melancolia. Darwin sin.
tió con amargura que Shakespeare no le gustaba ahora, que no le interesaba ya. El trabajo unilateral, la especialización, el hábito exclusivo de la investigación científica, habían secado uno de los puros manantiales de su vivir. Aquella pobre alma era ya muerta para los geces del arte. El debió entonces de sentir en sus adentros un gran vacío. Sí: he aquí una vida más, sacrificada; ella y sus goces más inocentes y elevados, a una obra. Darwin no loro. Avanzó aún más, sobre los esquivos ojos, las cejas hirsutas. Filosóficamente, volvió a llenar de tabaco la pipa y se acercó a encenderla en el hogar, con una brase que las tenazas levantaron, entre el gran silencio de la familia, juntada en el obscuro salón del cottage. Al fin, él mismo rompió este silencio para ordenar a su hija que, desde este punto, no le leyera otra cosa que novelones.
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