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276 REPERTORIO AMERICANO berculo mucronato, porrecto. Puede reconocerse por el cuerno relativamente largo y tendido hacia abajo; por lo demás, es de un negro brillante, con las cicatrices del protórax y las estrías da los élitros notablemente puntillosas. Esta especie se halla en La Palma, y resulta una adición interesante a la fauna entomológica de nuestro país.
Popilius striato punctatus (Chevr. pág. 101, Percheron. Esta especie habita en México y Centro América. En las faldas dei volcán Turrialba lo encontramos a 200 metros de altitud. Mide 26 milímetros de largo; el cuerpo es muy poco abovedado; la frente es lisa, de su parte superior se levanta el cuerno perpendicularmente, doblándose luego en la mitad para terminar en una punta aguda dirigida hacia adelante. El borde del clypeo presenta una parte triangular saliente al centro, y termina en, un nudo a cada extremo. Tanto las cicatrices y canales del tórax, como las estrías de los élitros son más o menos puntillosas.
Vuela de norhe, y es atraído por las luces eléctricas.
Con el nombre de Popilius rectangulatus publicará el Dr. Luederwaldt una especie nueva encontrada hace poco en La Fuente, y de la cual diremos tan sólo que mide de 22 a 24 milímetros de largo, tiene el cuerpo poco abovedado, los ángulos delanteros del tórax rectos y el cuerno semeja una cabecita de pájaro; sir adelantar así otros datos. característicos.
Veturius platyrhinus (Hope. pág. 28.
Como el área de dispersión abarca desde Guaternala al Brasil, su tamaño varía entre 42 y 52 mm. un ejemplar recogido en La Fuente, a 1200 metros de altitud, inide 45 milímetros de largo.
Mandíbulas con tres dientes terminales, estando unidos los dos inferiores. Clypeo recto, con depresión al medio; tras el borde anterior present un surco estrecho transversal. Cuerno frontal alto, fuerte, puntiagudo, con declive; tubérculos parietales ausentes. Rugas frontales abiertas en ángulo recto, con los extremos encorvados contra los nudos terminales. Protórax sinuoso en su parte delantera y redondeado en su contorno lateral; en su bordel inferior es peludo.
Estrías de los élitros finamente punteadas. Tibias centrales pubescentes y encorvadas, sin espinas.
El Veturius sinuatocollis (Kuw. pág.
171, se describió como procedente de Costa Rica. Su tamaño varía entre 35 y 38 milímetros, en los ejemplares procedentes de La Palma; pero observando los recogidos en la falda Sudeste del Volcán Turrialba encontramos un tama ño mucho mayor, que va de 38 a 42 milímetros de largo. El cuerno frontal es libre solamente en la punta, que tiende hacia arriba. En las tibias centrales presenta una o dos púas.
El escudete es muy puntilloso, excepto en una faja central, que termina en el ángulo posterior. Las verrugas que salen del cuerno frontal, en ángulo agudo, se desvanecen y terminan indicadas solamente por los nuditos finales. El surco lateral del tórax es angosto en los ángulos posteriores; un poco más ancho en lit ángulos delanteros, con un recodo terminal más ancho todavía en ambos extremos.
El Publius crasus (Smith) mide 43 milímetros de largo, es de aspecto abovedado, de color negro lustroso; tiene los élitros relativamente cortos, estriados con suavidad, de lomillos anchos y canales angostos, finamente punteados.
El protórax presenta las esquinas redondeadas y el borde inferior pubescente; el canal del centro está bien marcado, pero no llega a la línea del cuello, y el que bordea los cantos es muy fino.
Los tres apéndices de las antenas son cortos y gruesos, pubescentes, así como las depresiones centrales inferiores y el canto externo de las tibias medianeras; todo lo restante es lustroso y carece de vello. El labio es más ancho en la base, ligeramente cóncavo en la línea del frente y convexo en los costados; el protórax carece de puntos, pero el escudete sí los tiene bien marcados; las mandíbulas presentan dos dientes unidos, fijos, que pueden observarse a simple vista, fuera de otros detalles, que sería prolijo enumerar.
Esta especie habita en el volcán Irazú, a 3400 metros de altura sobre el nivel del mar, allí donde el agua se congela, en pequeñas cantidades, durante las noches frías del invierno. También en Colombia vive en las alturas, pues el tipo que sirvió para describir la especie en 1852 procede de Bogotá.
Igualmente raro es el Verres camerani (Pang. pág. 7, que mide 37 milímetros de largo y se distingue por tener el labio hendicio más de la mitad, por tener el canal superior del protórax incompleto en su parte delantera, dismi.
nuyendo en profundidad de atrás hacia adelante; además, el canal del borde termina a la altura de los ojos, con dos depresiones hondas, espaciosas, semicirculares, a manera de orejas rugosas o punteadas en su fondo; el meso y meinsecto petasterno están ricamente punteados y pubescentes. El borde inferior del protórax está cubierto de pelos rojizos, y las cicatrices laterales también presentan algunos pelos cortos, que no hemos visto en otros pasálidos. Finalmente, todo el insecto parece más ancho y aplanado que otros Verres, y como remate de caracteres distintivos, tiene el cuerno de la cabeza largo, tendido hacia ade.
lante, puntiagudo y con una hendidura longitudinal o canalito al dorso.
Más raro aún es el Platyverres longicornis, Luederw. de 43 a 45 milímetros de largo, de cuerpo abovedado, color negro, opalescente en el protórax y bronceado en los élitros. La cabeza es ancha, con el cuerno en forma de chuzo tendido hacia adelante; las estrías de los élitros presentan puntos transversales seguidos, que le dan al insecto una belleza encantadora. Entre el macho y la hembra sólo existe la pequeña diferencia del tamaño, aunque el más corto de los dos parece tener el tórax con mayor curvatura. Esta especie habita las faldas del volcán Turrialba, a 1, 200 metros de altura sobre el nivel del mar, y lo encontramos en ramas podridas de Guarumo, que yacían tendidas al sue.
lo, a la entrada del bosque húmedo y sombrío.
Finalmente citaremos el Paxillus alfari (Pang. 1905, que es un queño, 17 a 18 milímetros, de color moreno, casi negro por encima, con el abdomen rojizo en la gran mayoría de los ejemplares. Habita en la cordillera. central, de 1200 a. 1800 metros de altura sobre el nivel del mar y puede reconocerse por tener las dos primeras laminillas de las antenas más cortas que las tres terminales. En los árboles secos de 30 a 40 metros de alto vive entre la corteza y el cuerpo leñoso de las últimas ramas, allí donde la guarida sería demasiado estrecha para otros pasálidos de mayor tamaño.
Todos estos coleópteros habitan en los troncos medio podridos, ocultos entre la corteza y el cuerpo leñoso. Algunos de ellos, que tienen los élitros soldados y no pueden volar, se conforman con hacer sus correrías a pie, por la noche, o viven en parejas; pero el mayor número de las especies sí hacen sus vuelos nocturnos, y no son raros los que se dejan atraer por la luz eléctrica y entran en ios corredores de las casas de campo hacia fines de abril, al comenzar la estación lluviosa, que corresponde a la época del celo.
En cautiverio los hemos conservado durante algunos meses en cajas con aserrin húmedo, poniéndoles estopas de caña de azúcar para que se alimenten; pero no hemos logrado el apareamiento, y con frecuencia mueren al cabo de pocas semanas. Cuando se les expone a la luz solar se ocultan; no sucede así por la noche, pues la luz artificial lejos de ahuyentarlos los atrae, como sucede con los chapulines y mariposas nocturnas, buscando siempre la manera de ejercer las funciones de la vida bajo el mayor amparo y protección.
INDICE 12 LIBROS QUE LE INTERESAN: Benito Linch: Los caranchos de la Florida. Novela. 00 Leon Trotzky: La Revolución Permanente. La Teoria Fundamental de Trotzky sobre las Revoluciones y su desarrollo. 50 Pio Baroja: Las Tragedias Grotescas.
Novela. 50 Jolanda: Eva Reina. El libro de la Mujer. Pasta. 50 Valentin Andrés Alvarez, Sentimental dancing. Novela. 00 Joaquín Cabezas: Tratado de Gimnasia Educativa.
10. 00 José Asunción Silva: Poesias (edición definitiva. 00 Jaime Torres Bodet: Proserpina Rescatada 50 CI. Fillion: La Sagrada Biblia. Los Cuatro Evangelios. Pasta.
15. 00 Antología de Fichte. Selección e introducción de Joaquin Xirau. 00 Jean Martet: Confesiones de Clemenceau 25 Wilhelm Schapp: La nueva Ciencia del Derecho 50 Anastasio Alfara Solicitese al Admor, del Rep. Am.
San José, Mayo 1932. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica