REPERTORIO AMERICANO 69 la postre, la poesía es niñez, metáfo encalada en lo real de cada uno y aprehenra infantil, vocativo primario, elemen dida siempre en lo exterior, como resca tal asombro de conjugaciones. Para ex te de la conciencia y de la vida. Hélice presarla es obvio dejar que ella misma sin aspas, hangar sin espacio. Raid de. diga en su palabra su pasión de ser, sin líneas y alas universas que corporiza en definirse ni explicarse, sin salida ni lle. palabras, al garete, la afasia aérea de los gada: tránsito sólo de celestes bautis vuelos. Porque los ángeles nuestros mos a celestes herejías, con los ojos ce por lo menos, estos de Ballagas son ángados de gracia y las manos extendidas geles visibles a la luz del entusiasmo y y abiertas a lo intacto. Reprimir este la creencia y si no hablan a voces, criatránsito, insistir en él o fijárselo el poeta turas sin cuerpo, trasmiten el rumbo y para realizarse, a discreción, cierra las la voluntad de su silencio a los impuros puertas del mundo a esa niñez plenaria rumores del hombre. es inútil escoilhiriéndola de muerte, en lo porvenir de derse o eludirlos. Ellos clavan su espílas sorpresas.
ritu en esos rurr. ores y adquieren entorices una representación vital, sin aparienEste riesgo, que amenaza a la poesía cia, sin fisonomía, que es arcilla y levadura del arte. el arte se afirma de de Guillén, no amenaza en cambio a la raíz al cristalizar, en aspiración de pare.
poesía de Emilio Ballagas (Júbilo y Fu.
cido, este mítico prisma de vivencias, ga, poemas, 1931 1932. En este es más amplio el ángulo de asomo y más dilataalejado de todos los signos y evadido de todos los saberes.
da la esencial proyección: La poesía dc Ballagas abre un procePero. no, no no, so, concluye un inicio. Como lleva adeno quiero jícara blanca ni negra. más la claridad consigo, proponese acSino su nombre tan solo tuar en el misterio y volcarse sobre el. sabor de aire y de rioazoro de las cosas, a mansalva. Al posta le tienen sin cuidado las leyes naturaEstamos ahora frente a una poesía de les y no desperrlicia la ocasión de des.
trazos geométricos, hegelianos, metafísi.
hacerlas o negarlas. Trabaja con matecos. Poesía apasionada de la multiplici riales autónomos y su faena es una serie dad unitiva y extendida sobre el mundo de excepciones repujadas en la mañana como solución o disolución de áureo del mundo. Ballagas madruga cada día.
repliegue caviioso. Ballagas no alcanza amanece con los párpados cargados todavía la exactitud impasible y desasi de sueños y visiones prospectivas. De da que se granjea el poeta cuando trasahí, a veces la palabra insomne, el bospone, dueño y señor de su carne, los lí tezo desollado, c! onírico acecho de la mites, terrenos; pero va superando ya noche, el apagado mirar sin objeto. Frentodas las ansias y fahricándose, con el te a las rendidos solicitudes del tiempo exuvio místic. la nueva lección de los y del espacio, Ballagas persigue la esquisentidos, muerto el recuerdo del hombre vez de otras dimensiones difíciles y uren la memoria del adolescente. Poeta de gentes. Atmósfera de rasas soledades, grandes síntesis, de ecuménicas uniones, quiere envolver fuera del orbe, todas las Ballagas pugna contra cada una posición ausencias luminosas y darnos con éstas del espíritu. Sabe que todas ellas, en una flora y una fauna sin origen, sin hisdefinitiva son herméticas, unas a otras; toria, decididamente acrónicas e inespaque el poeta juega siempre a silencio con ciales. En la imposibilidad de sostener la esfinge, y nada nos resuelve en lo obsu vida, invariable, sobre el mundo, Bajetivo. Pero estoel no resolvernos ilagas hace de su espíritu mundo aparnada es una manera en él de olvidarlo te, corrosivo, propio, diferente.
y descubrirlo todo y de ser en sí mismo lo que todo es en nosotros: Ahora por no querer y no saber lo que quiero lo quiero todo. Qué júbilo.
Qué beato ahogarse en tu oleaje. Po qué te pone tan brabo Soy como un nifio que estrena cuando le disen negro bembón, la pura emoción del Quiero.
si tiene la boca santa negro bembón?
Dice Juan Marinello en la Inicial Angélica del libro de Ballagas, que nuestra Bembón así como ere lírica de hoy es lucha del ángel con el tiene de 16; Caridá te mantiene, hombre, para redimirnos y salvarnos en 1e lo da 16.
la vida y en el arte. dice bien. La poesía de Ballagas es sutilísima escala de Te queja entodabía, Jacob tendida hacia la realidad absoluta negro bembón. imaginista del paraíso y del infierno, sin pega y con harina, donde los nuncios tutelares diestros y negro bembon: siniestros confunden en su vuelo el jú majagua de drí blanco, bilo de nallar y la tristeza de perder, el negro bembón; sapato de do tono, ímpetu del salto y la pesadez de la caída, el castigo de ser lo que todavía no se es negro bembón.
y el premio de no ser lo que se pudo haBembón así como ere ber sido. Sí; escala de Jacob hacia arritiene de 10; ba y hacia abajo, identificando ambos Caridá te mantiene, deliciosos abismos en fugitiva atracción te lo da 16.
inasible y coincidencia alógica de extremos. Poesía impalpable y transparente, Nicolás Guillén sabemos si los paisajes que nos brinda están en el poeta o en nosotros. Nos habituamos a tenerlos y sentirlos, más hábiles en el enigma de intuir que en la prueba de analizar y absolver. Pero los hacemos nuestros y bebemos sus jugos nutricios, a cambio de nuevos sentidos y nuevos rubores. Rubores y sentidos del hombre ante, el misterio de la poesía desnuda. Químicamente pura. Sin laboratorio. Ya en este su primer libro, Ballagas se orienta hacia las vívidas curvas de una poesía definitiva, exacta de temas y contornos. Mas aún: su poesía parece haber abandonado ya los viajes de tan.
teo y estar de vuelta, en ella misma. De regreso a sus planos. Viajera de egoísmo y escarmiento. Ha marcado los hitos cardinales del arte en cada correría y echado sus raíces su razón poéticaen cada estímulo exterior. Se va reconociendo en cada gesto, distinta de lo3 gestos que la influyen y perfilan. Renovada, individual, diversa de reacciones.
Pero ¿ha debido Ballagas subsumirse también en la realidad cubana y apresai en sus versos el trágico espeluzno de la hora. Es oportuna esa fuga del posta hacia el júbilo lejano y extraño? Sólo él podría contestarnos. mejor: nos ha contestado ya. Por él resbala la dictadura machadista sin dejar encarcelados en el ultraje sus poemas. a pesar de la distancia entre Ballagas y las masas, éstas gravitan sobre la prisión de aquél.
Como todo lírico selecto es en el fondo un agitador. Un prisionero de sus propias evasiones. éstas nos señalan en él al hombre que conspira y que protesta con voces inauditas, viscerales, eufóricas. Y no Negro bembon Tanto Guillén como Ballagas se mue.
ven en la técnica entre formas regulares. Este, con más nitidez; aquél, con más desenfado. La estructuración de los poemas obedece en ambos a la libre plenitud del verso. Del verso en sí y por sí. Aislado. Impar. Absoluto. Sin conexiones siamesas ni mellizos contactos. Impecable, diáfana unidad del ritmo. Cada cual, desde luego, a su modo.
Guillén afilando los guijos dialectales; Ballagas recurrienão a los módulos perfectos. Los dos en lo mismo, y a distancia: para que el poema rebose en todas sus partes de zumos oleosos y lubrique en los goznes ordinales del libro el paso a otros poemas. Paso sin ruido.
Hacia el sistema total de los senos líricos, donde cada verso colme su máximo destino inaparente.
Pero a Guillén y Ballagas los separa la vida. el arte.
Entre ellos se extiende su propio desacuerdo, como el camino más corto para vencer un parale.
lo. Quedémonos, pues, con lo mejor de cada uno: con la diferencia fortalecida y superada.
En el escudo lírico de Cuba son ellos los escaques más nuevos. las casillas más adversas.
T: Castañeda Lodón La Habana, 1932. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica