840 REPERTORIO AMERICANO europea.
Todo ha residido entre nosotros en echar abajo gobernantes tiránicos o en querer En el libro El negro en los Estados Unidos (El caso de Scottsboro. por Manuel Marsal. Envio del autor. La Habana ir por la tiranía a la eficacia, en el trágico ritmo pendular que advierte Cecil JaNEGRO ROJO cupación de lo mísero a la mesa refinada.
ne. Los movimientos americanos han Estas páginas generosas y certeras de Nació entonces en la masa despreciada sido contra algo, no hacia algo. Han sido torrentes echados a andar contra muros Manuel Marsal podían ostentar el título un natural desvío hacia los que la tenían de la gran novela stendhaliana. Juegan en tan poco. en el grupo dominante merecedores del derribo. Caído el muro, aquí, como en la vida enfebrecida de Juun recelo temeroso y violento de que alha quedado el torrente en su impureza.
lián Sorel, los dos colores El fenómeno, cierto, no es privativo de simbólicos.
guna vez llegara a ser penetrado su privilegio por la casta inferior.
América. Cuántas incorporaciones realPero con qué nuevo sentido, con qué esLos años últimos han señalado un pamente revolucionarias ha mostrado el perenzador significado. Se recoge en mundo? Pero en nuestro continente, por este libro el grito herido, la angustia de so gigantesco en la consideración de lo su condición de tierra nueva, de mundo negro. Se ha empezado a ver el hijo del estómago y de espíritu de unos hombres africano como ser de personalidad merereflejo, se ha detenido menos el hombre maldecidos, acorralados, despedazados cedora de examen acucioso, como indivien ahondar las causas íntimas de su despor otros hombres. Los condenados a perduo de ricas posibilidades, como colabodicha. Hemos reproducido a marchas petuo dolor ven cómo el mundo es para rador en la obra de común mejoramiento.
forzadas el proceso externo de los pueellos el reverso ingrato de la vida de los Fernando Ortiz nos da el aporte linblos europeos. Los pueblos indohispádemás, cómo su sangre negra circula pa güístico después del cuadro del barracón nicos han vegetado en función de módura dar vitalidad y libre movimiento a alsombrio de la Colonia. Jaime Valls nos los lejanos. La herencia española nos gunos cuerpos blancos, cómo del sudor entrega la línca elástico grito carnaldió el modo lugareño de lo público. Ese oscuro nace el poder injusto. Ven más de la danza. San Juan, Roldán y Catursentido, y nuestra invalidez económica, los hombres negros: ven que los cama la la esencia musical del grito. Guillén nos han hecho imitadores de Europa. radas de piel clara, víctimas como ellos y Ballagas el dibujo inasible lírico de de los Estados Unidos como buena réplide la esclavitud económica, les cierran la boca gritadora. Se inquiere del alma ca de Inglaterra, de Francia, de Alemael paso desesperadamente para tocar a negra no lo que el blanco ha deformado nia. En los Estados Unidos la marcha un bocado más en el precario reparto de en el forcejeo secular por someterla, ni lo inconsciente de las masas hacia metas adraciones. En su lacerante tragedia vis que el poco cultivo dé en algún caso jetivas o falsas se ha producido por un lumbran los hombres negros una claride caricaturesco y desmesurado. Se mar equivocado miraje, por la carrera tras dad roja que puede ser redentora, que cha a la conquista de lo inédito, de lo que una grandeza nacional similar a la de puede acercar la igualdad cierta, que ante el cerco pertinaz se plegó en el Inglaterra, Francia y Alemania, que a puede traer el simple y duro derecho rincón más recoleto del almario africano. todos parecía codiciable y preciadísima.
a vivir. Van ya a esa claridad con im Con el descubrimiento del negro se En Hispanoamérica en Cuba no ya las pulso invencible por primario. el autor está inquiriendo ya su destino. Hom masas sin largo cultivo, los mismos direcde este libro, hombre joven que merece bres de la rara penetración de Jorge Ma tores han marcado el paso al ritmo yanla juventud, no rehuye la responsabili ñach y Gustavo Urrutia, meditadores qui, imaginando que quien hace de monadad de aplaudir, de empujar, la marcha de la curiosidad de Lino Dóou y Benja guillo dice también la misa. Los Estahacia la luz nueva.
mín Muñoz Ginarte, nos han venido des. dos Unidos han tenido mucho oro para entrañando la compleja intimidad de la vestir sus lacras abismales. nuestros LA PREOCUPACION CUBANA tragedia del negro criollo. Hoy mismo hombres de gobierno no se han detenido En los días coloniales, y en los primehemos escrito unas palabras iniciales en en lo que cuesta a la masa yanquila ros de la República, integró el negro una Martí y los negros. el interesante li grandeza nacional. El brillo de las mozona ínfima de la comunidad y fué objeto bro de Armando Guerra. Cuando un nedas los ha deslumbrado. También ha de curiosidad elemental cuando no de be problema se acerca a los primeros planos contado la obligada sumisión en estados llaca reticencia. Había lucido Cuba un de la atención, y se bucea miserables. en no pocos casos el integrupo de hombres ejemplares, bregado con apasionado conocimiento, no rés turbio de halagar a tiempo al dueño tá lejos la crisis resolutiva. La SO de la despensa.
res magnánimos por la libertad del afri.
Un impulso humanitario distinlución del problema negro llegará por Por fortuna comienza a advertirse, no guió al cubano del español, esclavista acéun solo camino eficaz; por el revolucio por parte de los gobiernos, presos en la rrimo. Las cadenas fueron rotas. Cenario. De ahí que advirtamos una signi realidad que los ha producido, sino en saron los compontes. Quedaron en inacficación de síntoma a estas páginas de los círculos desinteresados y en las matividad los rancheadores. Pero largos Manuel Marsal. En ellas se historia el sas en necesidad dolorosa, la falsía de la siglos de supeditación legal, de cruelda caso espantable de Scottsboro, pero con vida del Norte, y se vislumbra ya la des sin cuento, habían dado sus frutos.
perspectivas que traspasan lo episódico, unión de los dominados contra los domiEl blanco siguió viendo en el negro al con el señalamiento de rutas de esperan nadores. Empezamos a unirnos por la hombre inferior a quien el color limitaba za para el negro norteamericano y para base. unirnos contra todo lo que a todefinitivamente las posibilidades y la cael negro hombre. Hay aquí la medida hu. dos aflige. Se comienza a ver el enemigo mana sin la que no se puede hoy entrar en el vecino y en el extraño, es decir, en pacidad. El grupo criollo, después de en ningún terreno.
el que cerca o lejos alarga con su rapacila abolición, y a pesar de ella, seguía dad o con su indiferencia el orden monsescindido en dos mundos distintos y disEL PROBLEMA NEGRO, PROtruoso.
tantes. El blanco debía seguir mandanBLEMA REVOLUCIONARIO El hombre de color que dejó sus huedo. El negro debía seguir obedeciendo.
Precisa limitar el sentido del término sos en Santiago de Cuba, en Cavite, en el Esta realidad, históricamente necesaMarne y en El Chipote para que algunos ria, situó al hombre de color en el plano revolucionario porque la tradición y los blancos yanquis poseyeran un poco más de lo pintoresco. El negro interesaba tiempos conspiran contra la delimitación de su dominio. América, la América que de poder, empieza a ver en la igualdad como animácula inteligente, como aspilegal como en la liberalísima libre conración frustrada a la hombría. El cos habla español, es la tierra clásica de las tumbrismo fué su reino. Se le llevó a revoluciones y, con ello, es ahora que currencia un modo de inmunidad para el privilegio presente. Véase lo que de los artículos de Gelabert y a los graba aparece en sus términos el impulso geclaran en las páginas que siguen los Mados de Landaluce; más tarde al escena nuinamente revolucionario. Lo que nos rio de Alhambra Socialmente, se le dice que hasta aquí ha cobijado innúme gistrados del más alto tribunal de la patria de Washington: los negros son iguatuvo por ente molesto, por huésped in ros motines y buena cantidad de hermoles a los blancos, ciudadanos como ellos discreto que trae con su pobreza la preo. sos levantamientos contra poderes aboen él escano. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica