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REPERTORIO AMERICANO 125 El caso de Chile grante y contrario a todo decoro y ho si nos dañan en una parte debemos acu y el espectáculo de una evolución insosnor, debemos combatirlo. No aislarnos, dir y atacar. Lo que hagamos por lu pechada y a veces desconcertante. No no permitir que se aisle ninguno de es char contra pareceres desgraciados de sospechaba entonces que fuera por los tos pueblos. Mirarnos y remirarnos pa individuos que corean miserias para se despeñaderos de la violencia que lograra encontrarnos el mal, porque ese guir en el usufructo de bienes carnosos, ría asimilar los ritmos de la existencia no está aislado y nos invade a todos. será obra fecunda para la libertad de la inoderna, ya que como se adelanta a Saber que no estamos sin relación, que América nuestra.
constatarlo: Chile ha cambiado anás en los últimos veinte años que en todo el Juan del Camino resto de su vida independiente. Costa Rica y agosto de 1932.
Pero la violencia no parece sino haber sustituído en el mundo a un orden qus se hubiera dicho providencial, sobre el que se asentaba el equilibrio de los pueblos y los gobiernos. Chile no pudo Envio del autor constituir una excepción. hélo aquí enMontevideo, julio, 1932.
Efectivamente; la historia de Chile peñado en un recio golpe de timón.
Señor don Diego Molina Letelier, hasta hace dos lustros, y comprendida Ardua la tentativa; audaz la empresa.
Ya situado en el terreno de los tanteos, Encargado de Negocios de Chile.
en su amplio conjunto panorámico, si Mi estimado amigo: destaca inquietudes, ellas son más bien y las nuevas experiencias, nadie que no fisiológicas que morales. secuela natusea un ciego negador de la historia y la En el instante en que se produce el realidad de las transformaciones sociaral de estos pueblos demasiado niños reconocimiento, por parte de nuestro go advenidos de pronto a un mundo demales, podrá sorprenderse del ineludible bierno, del nuevo gobierno de Chile, pa siado viejo. Por lo menos se podía afirerror, la posible exageración o los ensarece despejarse, por ese lado del horimar, ante los hechos, que su historia no yos frustráneos.
zonte trasandino, las sombras que tornan era la historia del despotismo, la dilapiLa única evidencia que la realidad sode más en más angustiosa la perspecti dación y la guerra como tantas otras, cial ha destacado en Chile, es que las va general de América.
sino, por el contrario, el de una directímidas iniciativas no han podido, no lo El caso de Chile, enfrentada su pro ción conciente, aunque a las veces vaciconseguirán jamás, extirpar un terrible celosa actualidad, a la luz de los anlante, dentro de una unidad reiterada defecto originario.
tecedentes históricos y las características por la experiencia y un fuerte sentido propias, sui géneris, del fenómeno poli de la nacionalidad.
Después de la transformación del fatico, económico y social que la explica, Así lo convinieron siempre quienes moso inquilino. verdadero mujik de es bien digna de toda la atención de enfocaron desde el viejo mundo, con un las estepas rusas; desaparecida la vieja quienes estudian el fondo sombrío de la crisis presente de América y del mundo.
amplio sentido crítico, el caso chileno.
aristocracia autócrata, dueña del gobie: Los últimos aconteciinientos que paMenéndez y Pelayo lo señalaba como a no y la riqueza (quinientas familias eran la solemne excepción, entre el tumulto y dueñas de los tres cuartos del territorio. recieron precipitar en el caos al noble la agitación estéril de las demás naciolucgo de la desnaturalización de la menpaís hermano, traíanme a menudo el renes. No le atribuye, es cierto, excepciotalidad popular chilena, después de la cuerdo de las pláticas, siempre sugeren nales condiciones de brillo hasta el moanexión de Tarapacá y Antofagasta, quc tes y a las veces apasionantes, que manmento en que Andrés Bello traslada allí hizo del roto un obrero que hacía la tuviera en París con tantos chilenos re su cátedra ilustre, pero proclama su huelga y se sindicaba y leía a Karl presentativos, amigos míos que son leventaja sobre todos en lo firme de su Marx; en presencia de esas formidables.
gión, y que destacan allá, en la Ciudad voluntad, en el sentido grave y maduro trasmutaciones, la violencia debió fatalacústica. a una de las más brillantes code la vida, en el culto, de la ley; en el mente abrirse paso en aquel pueblo haslonias de nuestro continente. Vuelto a constante anhelo de perfección y en la ta entonces anquilosado por el alcohol, mi tierra, y en medio a la zozobra de virtud del respeto.
la pereza, el analfabetismo y la servilos últimos sucesos políticos, se reeditaLa reforma constitucional sancionada dumbre.
ron esas mismas charlas, pero entonces bajo el gobierno de don Federico ErráLas tímidas tentativas obreristas de con Ud. y en repetidos y fraternales zuris Zañartu fué citada en el Parla. Alessandri, por ejemplo, su Código de te a tete. mi amigo Molina, que con mento inglés con los más calurosos eloTrabajo. y otras iniciativas de carácter tanta dignidad representa en mi patria gios, y en ocasión del conflicto entre los social y económico, ya no bastaban. Se los intereses diplomáticos de Chile. ReLores y la Cámara de los Comunes, coadormecía así con estupefacientes de deducido aquí el número de los interlocu mo un monumento de sabiduría pomagogía declamatoria al grave paciente, tores, nunca hubo de restringirse. sin lítica.
pero el mal se magnificaba en la entraembargo y aún mismo frente a los va. En el orden internacional, asombra ña, complicado de rémoras económicas, ticinios de siniestra agorería de cierta el alto sentido de su diplomacia, dentro parlamentarismo desenfrenado, ejércitos prensa, nuestra fe profunda en los des de la sociedad internacional americana, a la alemana, etc. etc.
tinos de Chile.
que Alejandro Alvarez estudia en un De todo esto se indute que todo aquel No resultaba extraña, ciertamente, la volumen nutrido de información y mamilagroso equilibrio de Chile, provenía sorpresa de los que contemplaban a esc duras observaciones, atribuyéndole a ese de un orden artificial. Se carecía aún de país, que durante todo el lapso, tan laresfuerzo de su acción exterior, el desuna verdadera clase media. Se trataba, go como sangriento de la organización. arrollo de un civismo característico que pues, de un caso curioso de patología social de casi todas las naciones del Nueha singularizado siempre a los ciudadasocial: un feudalismo organizado y cn.
vo Mundo, había podido conservar un nos y a la Nación.
clavado en un régimen constitucional sentido del equilibrio y la mesura, que que no era ciertamente una consecuenparecía ser un atributo orgánico, una cia, sino un contraste.
verdadera resultante constitucional.
Mi ilustrado amigo Leonardo Pena, Más tarde la clase media, y ahora la3 ¿Es que es un sino ineludible de ca quien escribiera por encargo del Centro agrupaciones obreras, reclaman su de.
da uno de estos países una vez lanzados France Amérique de París, una His recho efectivo a intervenir en el gobiera la propia vida organizada, el de paga. toria de Chile, ha completado su labor no del país.
tarde o temprano, su trágico tributo a con una magnífica síntesis de la evolula anarquía. Es que la confusión y la ción política, social y económica de su Eso del rótulo de los nuevos regíme.
sangre constituyen, como lo constata el país.
nes políticos no entraña sino una imporcomentarista de la obra violenta de Geor Chile atraviesa la edad ingrata. de tancia convencional. Se habla de repúges Sorel, el sombrio cimiento de la cía el autor, hace apenas un lustro. Fren blica socialista. Comprobado el fracaso ciudad venidera?
te al panorama de su evolución social, del socialismo científico, en su acepción anotaba el fermento de las ideas nuevas neta, para gobernar y administrar, hoy. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica