10 REPERTORIO AMERICANO De La vida de San Adefesio!
Colaboración directa Aquí comienza la vida de San Adefe zan su voz y gritan alegres. Ya llegó Me pareció viuda la vida, sio, que compuso en México, en el año la luz! Son las seis en punto.
Con la desesperada y desvalida.
1926 de Nuestro Señor, don Salomón de llegada de la luz a un mismo tiempo han Como criatura que es nacida la Selva, cuando todavía amaba a su Ni. comenzado a tocar todas las campanas. grité a la luz.
caragua natal. principia así: las de la Catedral, las de la Merced, las Quien tenga triste el corazón de San Felipe, las de San Sebastián, las Como quiea, muerto y bajo tierra, véngame a oír esta canción: de Zaragoza, las de San Juan, las del Lavence al gusano en csa guerra, Aquí está el alma de León, borío, las de Guadalupe, las de la Reco.
rompe la tumba que lo encierra, vuelve a vivir: vieja ciudad.
lección, las de San Juan de Dios, las dis.
tantes de la parroquia de Subtiava. Las Así sentí que renacia: Aquí está dicha la tristeza campanas dicen que el Angel del Señor Alegre todo lo veía: de un pueblo hundido en la pobreza, anunció a María. La costumbre antigua pero gentil con gertileza es de saludarse. Los hijos corren a que Este milagro de alegría de caridad.
la madre los bendiga. La bendición deja quiero decir.
limpio al mundo y en el ruido de campa El tiempo de hoy y el tiempo ido nas la tristeza se cambia máscara y Aquí se dice, se cuenta, se relata: polluelos son del mismo nido, sonrie.
y hacen un solo alegre ruido Pero en las afueras, adonde la luz elécLas gentes se sientan a sus puertas a ayer y hoy.
trica no llega porque no hay allí quien formar tertulias. Obstruyen el paso. pueda con semejante gasto, tánta es la Oigan, señores, mi centar: Los transeuntes tienen que bajarse al pobreza, iy esa luz es tan cara. la trisYo canto, y paso, y voy al mar: arroyo. La larga calle se pone aire de teza no acaba nunca.
En mi León quisiera estar: fiesta. En León todas las calles son Más que tristeza lo que allí reina es ¡Allá me voy!
largas. Fiesta es bulla: Suena un pia desesperación. Desesperación vieja, deno: Más allá tocan una victrola: meY aquí se dice, se cuenta, se relata: sesperación seca, desesperación que se nos de media cuadra algún regocijado es hace polvo. Allí las calles ya no son emInfinita es, señores, la misericordia píritu ha dicho buen chiste: Las chicas pedradas, ni hay aceras, y quien va por del Creador. Alabemos Su santo nomde esa casa ríen y en el aire espeso y viallí se hunde, en tierra menudita, hasta bre! Que si nos puso en sitio de tristebrante sus risas son de oro. como si el ojo del pie. Allí los hombres, al angca, digo en el siglo, nos dio a ratos ale. las campanas siguiesen repicando.
checer, parecen monstruos, pobres homgría, la que cae, candida, de la luna, la Es la hora alegre. Es la hora más bres. agrandados por la oscuridad quc que surge, hecha algazara, del mar. alegre del santo dia. Los que pasan sa todo lo deforma. Las cabañas de pare.
esta otra alegría que yo quiero decir.
ludan con cariño. Son, los más, jóvenes. des de caña con techos de palma, adquie.
En el trópico. qué es más triste que Decir joven es decir enamorado: Van a ren siluetas raras de demonios gigantes un anochecer? Grita el alcaraván ca pasarle a la novia. Ellas saben que ellos agazapados en quién sabe qué rito de!
sero: Se quejan, como niños malcriados pasarán, y se han vestido en sus senci. infierno. Bordan la calle cercos de pique lloran por terquedad, las gallinas llos trajes de guinda, de organdi, de ho ñuela, cercos de cardón. Uno, cinco, diez, de guinea: veces parecen voces de lán fino, de taminos que parecen nube, cien perros ladran, ladran, ladran: Son ánimas en pena: En las casas donde no y se han empolvado. Unas visten de cspantosos sus ladridos: No dejan de lase ha tenido cuidado de cerrarlas, puerblanco, unas de azul, unas de rosado, drar toda la noche. Pobres perros!
tas y ventanas dejan entrar murciélaunas de verde, unas de oro.
Allá abajo, sin ruido, casi estancado en gos, figuras del demonio: Chillando re recen flores. Respiran olor de ilusión. una ancha hondonada, corre el río Chivuelan, ensucian las ropas de cama con En sillas mecedoras se mecen, arrullan quito. Zumban en su alrededor los zan suciedad que deja mancha, con largas do un mismo ensueño todas. El ensue cudos prediciendo los escalofríos de la varas se les ahuyenta, y cuando ya se ño huele a azahar. Las más chicas, las fiebre malaria. Los jejenes forman ruhan ido han agriaco el espíritu de sobra. quinceañeras, corren de. puerta a puerta morosa nube. Los sapos cantan.
Truenan alteradas razones en el aire y sobre las aceras, o cruzan la calle. Es Por allí hay un charco. Para acacito las recriminaciones crepitan en los labios extraordinario que rara vez caigan. Lle el charco se hace lodazal. Más acá aún, como leña verdosa en fuego fuerte.
van recados de las hermanas mayores: al borde del lodazal, donde la pendiente La luz eléctrica, que da servicio sólo Que dice la Virginia que si vanir al que va al río es un poco elevada, está de seis a seis, durante la noche, no ha cine, que pasen por ella. Que dice la una mísera cabaña, la más pobre que jallegado. El anochecer se adelantó. Deja Lola que si quieren ir con ella a la retre. más se vio. pocos pasos de ella, río la madre la costura y el zurcido: Más ta. Como las mayores parecen rosales abajo, hay un árbol que fue frondoso y zurcido siempre que costura. Dejan los o jazmineros en flor, o tiestos de jacintos que todavía es aito. Ahora no tiene hoja jóvenes el libro: Ya no se puede ver. o espumosos árboles de reseda, estas pe. ninguna, no tiene rama delicada que se Quien desde el fondo de un cuarto miró queñas parecen pájaros. Las mamás, en vea contra el cielo como trazada a pluafuera, vio el patio en luz azul, y salió cambio, son como fuentes coloniales, can ma: Todo él es tosco, grueso. El árbol a ver el milagro y el milagro se deshizo tera tallada, que el tiempo ha gastado. está perfectamente blanco. En el lodaen cuanto hubo salido. Todos piensan. Aun brota de ellas, callada y mansa, 17 zal vive una chancha. En la cabaña, que ¿Qué pasará en la planta?
bondad. he aquí, señores, cómo, des es la más pobre del mundo, habita una Lentamente, cansadamente, con fra pués del día de calor insoportable, cuan pobre mujer sola. En el árbol, todo pergor de terremoto, pasa, sobre el antiguo do ya la vida parecía invivible, al ano fectamente blanco y sin hojas, duermen empedrado de la calle, que las lluvias checer repleto de dolor, todo se ha vuel. los zopilotes. La chancha es de la po.
aflojaron, un coche de alquiler que va al to amable. Sopla un vientecillo fresco. bre mujer de la cabaña miserable. Los establo. Tiran de él dos miserables caY la larga calle. en León todas las calles zopilotes son de Dios. La pobre mujer ballos de esos que sólo se ven donde se son largas. donde no hay un árbol, se también es de Dios. Señores. de quién habla español, lo mismo en este oficio ha convertido en jardín florido, con páiba a ser?
que en el de llevar picadores de corri jaros, con fuentes.
En la noche, en la larga desesperación das de toros. Qué triste, qué triste que Ahora se canta: de la noche. qué habrá asustado a los es todo esto! Pero de pronto la luz zopilotes para hacerlos revolotear grazllega.
Cayó la noche de repente nando. Qué ha asustado a la chancha Los chavalos que juegan en la calle sobre la angustia de la gente que, inquieta, se ha puesto a gruñir?
a la revolución, riñendo, gritando, arroy sobre aquel calor ardiente. Virgen de las Mercedes, patrona de jándose piedras, al llegar la luz humanii pesada cruz!
Leónl. qué ha ocurrido en la cabañuela Todas pa Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica