REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1932. Sábado 11 de Junio Tomo XXIV Núm. 21 Año XIII. No: 589 Juan Montalvo.
Nsestro don Juan Montalvo Ambato, cuna de Juan Montalvo Paisaje.
El retorno a la plata.
Dos caminos keguir propósito de la publicación do un gran libro SUMARIO Rafael Alberto Arrieta Nota sobre don Francisco Giner. Dario y Juan de Dios Uribe Informe Máximo Soto Hall El estilo de la República Rafael Estrada El dia de la crucifixión. Viera Altamirano Dos sonetos.
Juan del Camino Bibliografia titular.
Persiles La obra actual de Cossio Salvador de Madariaga Fernando de los Rios Alberto Gerchunofl Leonidas Andreier Guillermo Valencia Luis Bello Juan Montalvo 13 de abril de 1832. 1932 De La Prensa, Buenos Aires Amado y odiado en vida, con inledad el silencio, llevando a veces tensidad equivalente, por sus amimi amor por las bellezas de la tiegos y enemigos de aquella tierra rra hasta exponer la vida en los desplutónica en que naciera hace un peñadero del río formidable.
siglo, Juan Montalvo, a los cuarenCuando cl primer destierro le oblita y tres años de su muerte, es glogó a dejar la patria, buscó también ria indiscutida de su país, prócer de la soledad rústica en país vecino.
nuestra América y gran señor de Ipiales, pueblecillo colombiano, no las letras castellanas.
podía ofrecerle otra cosa. duranTambién él supo amar y odiar de te siete años, aislado y sin libros igual manera en su beligerancia sin. sin libros, señores, sin libros! tregua: un tigre para los perverguerreó y creó su pluma portentosos; para los buenos siempre he samente.
abrigado un corazón de madre.
Formas del culto a la soledad, Amante de la libertad, llegó en su que nunca fué misantrópica en aquel defensa hasta la prédica del tiranimaestro de pueblos, eran los miscidio. Alma cristiana, de fervor mos instrumentos de su obra. Funevangélico, fustigó implacable al dó periódicos unipersonales, desclerò servil o simoníaco. En una de El Cosmopolita bélico hasta gran nación habría sido yo soldael addisoniano Espectador. pudo. dijo alguna vez, dirigiéndose blicó opúsculos violentos con su fira los miliares de su patria, sostema para asumir la responsabilidad nes del despotismo Fué toda su entera do su actitud solitaria; forvida combatiente solitario e irreducjó un estilo inimitable para que natible y no tuvo otra arma que su die pudiese falsificar su troquel. pluma. La juventud ecuatoriana oyó al reencarnar al héroe cervantino su voz: reconoció al guía, rodeó al para prohijarlo, con temerario alarmaestro. Pero él entregaba su pende, en nuevas aventuras ¿no era su samiento y se apartaba de la mulJuan Montalvo batalladora soledad la que se identitud.
tificaba con la épica y humanitaria del caballero vengador?
LA SOLEDAD La soledad en medio del siglo es lo Nuestro EL PALADIN que más nos vale; pues si la compañía Si alguna vez me resigno a tomar y concurso de gente nos enseña a vivir, don Juan Montalvo parte en nuestras pobres cosas, usted y el aislamiento y la conversación consigo cualquiera otro cuya conducta política mismo nos enseñan las cosas de que más Es erudito. Teologo, se apoya en los teólofuera hostil a las libertades y derechos nos conviene estar actuados.
gos. Filósolo, llama en su auxilio a los fi16Habíala buscado desde niño, escolar de sofos. Poeta, siempre está con él la resplande los pueblos, tendrán en mí un enemideciente falange de los poetas. Sus largos y go, y no vulgar.
prematuro ensimismamiento. Adoleslimpidos períodos son semejantes a blancos ¿Quién lanza ese reto, y a quién? Es cente, habíala elegido por compañera, co: y firmes escalones en mármol, por donde se un joven ecuatoriano, recién llegado de mo en el soneto de Keats Solitude! sube a un santuario. Arriba resplandece siem Europa, donde ha vivido dos años, tiemif must with thee dwell. lejos de pre la verdad. La belleza florestal de su lenpo suficiente para ejercitarse en conola promiscuidad de los poblados. Próxiguaje tiene la savia de América. Su huracán cer y aborrecer a los déspotas del vie mo a Ambato, su pueblo natal, el río es de la pampa; su tempestad es del trópico.
montañés daba ritmo a sus sueños y reCuando quiere ser fresco y blandilocuo, parejo mundo y, de paso, a conocer y desce que le trajeran suavidad natural y dulces preciar a los tiranuelos de la América flexiones juveniles. Al pie del Tungualientos los pájaros de las islas. Montalvo, española. quien lo dirige, desde su lerahua, en la aldea de Baños, égloga de que pintó la figura apacible y santa del cura cho de enfermo, al desconcertante venceVirgillo puesta en carnes por Salvator de Santa Engracia, no es clerófobo por com dor en cuya personalidad reconoce eleRosa. comulgaba con la naturaleza pa plexión, ni irreligioso sectario. Ataca y aplas. mentos para néroe y para tirano. Ya radisíaca. Allá gustaba yo de hacer mis ta al cura malo, al fray gordo y tocinudo por está Juan Montalvo frente a García Moincursiones de hijo melancólico de la so(Pasa a la página 333) reno. Sohreviene la dictadura teocrática, 1 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica