Civil War

REPERTORIO AMERICANO Tomo XXV SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica. 1932 Sábado 29 de Octubre Año XIV. No. 608 Núm. 16 La guerra en el Nuevo Mundo Las doctrinas pacifistas de Alberdi Carta de Gissing Cuarta Exposición de Artes Plásticas Poetas extranjeros (Versiones)
También tenemos tribu de dioses.
En el centenario de Walter Scott.
SUMARIO Alberdi En el rastro de Walter Scott Lázaro de Betania Persiles Qué hora es. Acerca de los números mixtos Mario Sancho Rafael Lozano Carta alusiva Juan del Camino Bibliografia titular.
Rafael Alberto Arrieta La rémora.
Discurso. Alfonso Reyes Aguilar Machado Vital Murillo José Antonio Alvarado Fernández Guardia Ioaquin Quijano Mantilla La guerra en el Nuevo Mundo Saludables advertencias del insigne Alberdi hechas a los pueblos de su América hace más de 60 años Fragmentos del Cap. XI del famoso tratado El crimen de la guerra. Ediciones de La Cultura Argentina. Buenos Aires. 1915 El estado de guerra es absurdo en Aunque la independencia tenga la América del Sud. Ninguna de otras causas naturales, que son bie:1 las causas ordinarias de la guerra conocidas, la guerra se lleva ese hoen Europa, existe en la América del nor, que lisonjea e interesa a los Sud. Las diez y seis repúblicas que pueblos de Sud América.
la pueblan, hablan la misma lengua, La guerra que tuvo por objeto la son la misma raza, profesan la misconquista de la libertad exterior, es ma religión tienen la misma forma decir, de la independencia y autode gobierno, el mismo sistema de nomía del pueblo americano respecpesas y medidas, la misma legislato de la Europa, ha degenerado en ción civil, las mismas costumbres, lo que más tarde ha tenido por oby cada una posee cincuenta veces jeto, o por pretexto, la conquista nás territorio que el que necesita.
de la libertad interior. Pero como pesar de esa rara y feliz uniforestas dos libertades no se conquismidad, la América del Sud es la tic.
tan por los mismos medios, buscar rra clásica de la guerra, en tal gra.
el establecimiento de la libertad indo que ha llegado a ser allí el estaterior por la guerra, en lugar de do normal, una especie de forma buscarlo por la paz, es como obligar de gobierno, asimilada de tal modo a la tierra a que produzca trigo a con todas las faces de su vida actual, fuerza de agitarla y revolverla conque a nadie ocurre allí que la guetinuamente, es decir, a fuerza de imrra pueda ser un crimen.
pedir que e!! a lo produzca.
Le faltaba un libro en que se le La guerra pudo producir la desenseñe, que la guerra es la civilizatrucción material del gobierno esción, y acaba de adquirirlo, coronapañol en América, en un corto pe.
do y sancionado en cierto modo por de la libertad interior. Pero como los cuidados de los amigos de la paz podría tener igual eficacia en la en París. A15 erdi.
El abate St. Pierre fué creación de un gobierno libre, porarrojado de la Academia porque Dibujo de Eduardo Alvarez que el gobierno libre, es el país mis.
predicó la paz perpetua: Calvo ha mo gobernándose a sí mismo; y ci entrado en la Academia por gobierno de sí mismo es una su apología de la guerra. sin embargo, si hay en la de Alberdi da una vida de aprendizaje litierra un lugar donde sea un bre.
crimen, es la América del Sud. De La Prensa. Buenos Aires, 11 de setiembre de 1932 La guerra civil permanente desde luego, porque sus condi El transcurso de un nuevo aniversario del nacimiento del ilustre ha producido allá su resultado ciones de homogeneidad le argentino Juan Bautista Alberdi hace de justicia el comentario sobre algunos de sus acertados principios.
natural, la desaparición de la quitan a la guerra toda razón libertad interior, y en los más de ser y en seguida porque la Ya. al presentarse, el año 1844, ante la Universidad de Chile, ha.
bia escrito una memoria sobre la conveniencia y objeto de un con.
agitados de esos países, la casi guerra se opone de frente a lu greso general americano a fin de ia guerra, estableciendo desaparición de su libertad exsatisfacción de la necesidad de una judicatura de paz internacional, donde acudiesen en conciliación, terior, es decir, su independenese continente desierto, que es antes de ir a las armas, los Estados dispuestos a hostilizarse. Esa cia.
la de poblarse, como la Amé.
gran organización de justicia americana, para hacerse efectiva en rica del Norte, con las inmitodo nuestro vasto continente, quedaría subdividida en tres o cuatro No hay más que dos Estados cortes parciales, en las cuales correspondiería resolver los intereses que hayan logrado establecer graciones de la Europa civili.
dclarados continentales. Explicó que el dictamen de la corte su libertad interior y son los zada, que no van a donde hay conciliadora que importaba la sanción moral de América, pondría al que la han buscado y obtenido guerra. La guerra debe allí a desorditado fuera de la ley de la neutralidad y contra él podrían em. al favor de la paz excepcional una causa especial su falso plear los demás Estados, si no las armas al menos todas las medidas de reprobación y coacción indirecta susceptibles de emplearse de que han gozado desde su inprestigio, y es que el grande contra un país que incurre en nuestra malquerencia.
dependencia. Chile y el Brasil hecho de civilización que Sud Cuando Alberdi escribió en 1870 El crimen de la guerra. recorhan probado en la América del América ha realizado en este do que le fué necesario ver de cerca un país civilizado invadido po: Sud lo que la América del Nor.
siglo, es la revolución y la gue otro, para medir toda la enormidad que tal hecho provocaba. Seña. te nos demuestra hace sesenta rra de su independencia. Pasa a la página siguiente) años, que la paz es la causa Las doctrinas pacifistas educación, es un hábito, es to Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica