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286 REPERTORIO AMERICANO No ha muerto: se fué adelante. Envio de la autora Toña Masferrer, fraternalmente.
De silencio es mi homenaje, de llanto y melancolía para el amigo que un día calor dió a mi alma salvaje.
no cambiará con los años sino hasta que muramos.
ly qué dichosos seremos en nuestra patria estelar!
la evocación vehemente de aquel ramo de rosas.
Entonces retornaremos a nuestro primer hogar, Mucha más clara que otras acude hoy a mi mente Me entra un remordimiento como una sombra de duelo, porque ini ingenua torpeza no supo dar un consuelo Las tomó con mano débil y al aspirar su fragancia, una rosa, por la estancia, sus pétalos deshojé.
El mal del tiempo Envio del autor a su alma siempre en formento ni a su inquieto pensamiento.
Ya te has hecho vieja, pasión de mis veinte años, mi niundo eran tus ojos, tus dos ojos castaños. Qué daño el de los años, pasión de mis veinte años! recogiendo uno a uno los pétalos, se los comió. Cómo iban a perderse, si tu mano los tocó. El me hizo comprender en su tono paternal, por qué no puede ser este planeta natal mansión de felicidad.
Sin ti, sólo el vacío, sin ti, sólo ansiedad de todas mis pasiones la Santa Trinidad, Qué tarde llega siempre la cruel Eternidad!
En esta desolación en que su ausencia me deja, una esperanza me queda de cierta realización: Si de una estrella has venido, hijita, así me decía, es natural que no encuentres en esta tierra tu nido.
Sin ti cuanto he sentido la miseria del mundo; sin tus ojos, sin tu boca, sin aquel que era tu modo a tu lado, todo cielo, nada lodo.
Que a la Muerte, mi amiga, he aconsejado que diga, al darme su pasaporte, que voy en busca, a una estrella, de mi hermano, que impaciente, partió primero que yo.
Si todo nos es extraño, y no nos acomodamos, nuestro ser tan huraño Ahora, ya vieja, pasión de mis veinte años. Quién se ve ahora en tus ojos? en tus dos ojos castaños?
Qué daño el de los años, pasión de mis veinte años!
Max Jiménez Paris, Octubre, 1932.
Gris New York, setiembre de 1932.
Su presencia infunde admiración y asombro. Su cabeza se levanta como en la busca de nuevos horizontes. Sut perfil se ha endurecido. Comienza a ser la figura en tránsito seguro, el símbolo de la que ha de forjarse en las fundiciones seculares. La confesión de quienes le vieron en los últimos tiempos es igual de temblor y respeto.
La sobria medida se acentúa en la distribución de su tiempo. El pan le vigoriza y el vino le tonifica y en el rectángulo de su estancia libre y desprovista, lee las páginas de su Fausto. En los últimos meses de 1831 ha escrito los capítulos finales y en el paso marzal del 32, para entregarse a un sueño que pidiera más luz, no ha buscado, con la vis ta angustiosa de los moribundos, la ruta desconocida para la riba eterna. He aquí, a la distancia matizada de rectificaciones y de avances, su pobre Jerusalén destrozado y abatido, la ceniza de su alquimia, sús Carlotas desfallecientes y lejanas, su diablo tentador, su rumbosa vida cortesana, la conversión del sabio que encalvece y almacena ideas y teorías por la dei rejuvenecido para seducir y gozar, el primigenio dramatismo de sus das. Pero ha dicho a los libros confidentes, y con eternal palabra, la persecución de la verdad, el anhelo de penetrar en los secretos de la vida. la una se le ha reveiado y los otros se han abierto, dóciles, ante los golpes de su pedido, ante los encuentros de su afortunado azar, ante los violentos y dominadores revuelos de su talante de conquistador y de poeta. No ha vivido en reposo y no ha de ofrecernos, por lo mismo, el ascético contorno que puede elevarse como dechado, voto de salud defendida y aspiración que gusta de pasar con los ojos vendados y el corazón reño. Hubo de hallarla cuando ya, de claveteado por los puñales del dolor y acuerdo con el destino fáustico, descendel amor que se adivina y se teme. Se dió el reposo sobre su alma. El poeta, ha entregado a su diablo y ha vencido para dar máxima vibración a su ánimo, a su Margarita. Pero de tal fuego de había contemplado desde la frontera el alquimia ha de brotar un oro de ma bélico relámpago de la revolución franduro pensamiento y cuando se le aquie cesa. Grandeza de figuras violentamente, por la cesación de la primera vida, te esculpidas en lama, laberíntico desfiel temblor de la primera confidencia, le de imágenes, entre las cuales el docbuscará para el segundo libro otra suer tor Fausto, olvidado del jardín de Marte de revelaciones y hasta querrá pedir, garita, comprendía en ritmo bravo la para la martirizada, un reposo en donde nueva alquimia de la balística (1. ha de visitarla el sabio con cierta virtud Pero al final de sus días el dispersado dantesca.
desearía contenerse. Todos los valores del Proteo se vulverían a la figura que Reposo. La morena Cristina Vulpius, fuera resumen y esencia de las antiguas huérfana y fiel, iormó para Juan Wolfgang Goethe, el definitivo reposo hoga y rehacerse. Pondríase de grave actuafuerzas poligonales, en continuo crearse lismo la discusión del astrólogo y el arINDICE quitecto, mantenida en una de las escenas de su poema innumerable. Y, al final, la ascendente oración se afirmaría como un símbolo: El cenit ojival eleva el espíritu.
CON EL ULTIMO CORREO. Así la descompuesta progresión de la Gibrán Jalil Gibran: El Profeta. C4. 00 Muerte ha de reinar, con avance certeVera Zouroff Hollywood. Con ilustraciones ro, en el cuerpo quieto y como modelade sus puntos más interesantes. Como se hacen las peliculas. Entrevistas a los artisdo del Goethe que no se desespera. Luz.
tas, con retratos y anécdotas, etc. etc. 75 Y, acaso, como en un grabado de DureJosé Maria Souviron: La nueva poesía és ro, el Diablo fijo y sin su parábola de pañola. 00 fuego; Fausto sapiente de sencillez y vaRodolfo Oroz: Gramática Latina. Con notas lingüísticas. Pasta.
lor; la Samaritana dueña del agua eter10. 00 Pablo Neruda: Veinte poemas de amor y nal; transfigurada la Egipciaca y el una canción desesperada. 50 poeta, vuelto a la pureza del comienzo, Carlos Charlin Correa: Por los caminos descubriendo el cielo de la balada en los de Hipócrates. 75 Domingo Amunategui Solar: Historia somaravillados ojos de Isabel Textor.
cial de Chile: 00 Germán Arciniegas: El estudiante de la Augusto Arias Marzo de 1932.
mesa redonda. 00 Oscar Bustos La educación primaria (1) Parece como si se estuviera en un sitio muy caen Suiza. Algunas ideas de posible reaJuroso y se siente uno enteramente penetrado por este lización en nuestro pals 50 calor y como en perfecta armonía con el elemento Ique le rodea. La mirada nada plerde de su fuerza ni de su Preobrayenski: Anarquismo y comunisclaridad; pero el mundo toma, por decirlo así, un tinte 50 rojizo y parece absorbido en esta hoguera. He aquí en qué sentido se ha podido hablar de la fiebre del caSolicitese al Admor, del Rep. Am. Nón. Goethe: Memorias.
mo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica