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334 REPERTORIO AMERICANO vir en cualquier parte del mundo de her. de su observación, diremos resueltamen ra. Cuiden, defiendan las costumbres de mosísima catedral.
te que la nuestra nos lleva a tenerla co los jóvenes y los gustos, hoy solicitados Las casas que habitaban nuestros pró mo verídica. Ya hemos visto que la cla más que por cl libro o la conversaciun ceres coloniales son bien poca cosa al se adinerada de Costa Rica, con raras inteligente, por la bobería cinematográlado de los palacios de México o de Li excepciones, se caracteriza por su falta fica; cultiven en ellos la conciencia de ma, cuyas puertas embellecían primores de altruismo y absoluta incapacidad pa los deberes patrióticos y el sentido alde arte e ilustraban las armas de añejas ra la cooperación social. Pues bien, agre. truista que ennoblece al individuo y haestirpes. El tren y el regalo de sus vidas guemos que tan grande como su sordi ce grandes a los pueblos. Adoctrinenlos tampoco iba más allá de la holgura tran dez es su frivolidad, su necia compla sobre todo en el amor de nuestro pasaquila en que vive cualquier persona de cencia en la ostentación del dinero, su do para que les eche raíces el espíritu posibles. De sus descendientes, lograron mal gusto, sus malas maneras, y sus ri en la patria honesta, trabajadora y dueconservar el patrimonio los que lo ad dículas y vanidosas satisfacciones. Des ña de su destino que era la Costa Rica ministraron con prudencia y parsimonia. pués de ver a estos ricos en la intimi de antaño. Di:íjanlo a la conquista del Quienes excedieron los términos modesdad, después de oirles sus chácharas pla campo que así ayudarán a desarrollar tos en que habían vivido los progenito gadas de chismes y superficialidades, en nuevas fuentes de riqueza y escaparán a res, comiendo como gran lujo tortilla con que no apunta una idea generosa, ni un la humillación de vivir gravitando sobre queso, para decirlo al modo pintoresco de sentimiento decente, sino por milagro, nuestras empobrecidas ciudades. Hay que Don Nicolás Oreamuno, se arruinaron. después de sufrirles su desdeñosa incomenseñarles a cultivar la tierra, nuestra Para hacer cumplida justicia a los prersión de todo lo que no sea pesos y tierra. Cultivaria es la mejor manera de hombres de antaño, hay que agregar que centavos, hay que convenir necesaria defenderla de la asechanza extraña.
si usaban del dinero parsimoniosamen mente con el dictamen del filósofo fran con las cosas del espíritu hagan los te, sin incurrir en las ostentaciones un cés. estos hombres les sobra todo, sólo maestros y hagamos todos otro tanto: poco cursis de los adinerados de ahora, falta aquel requisito insustituible, aquel cultivemos lo propio, defendamos nuesno cabe duda que eran más generosos, savoir vivre, que es bien distinto de lo tros ideales de vida, la sencillez de nuesy que tenían un sentido de cooperación que aquí entienden por esto, aquello que tras viejas costumbres, en vez de dejarsocial más fuerte y mejor cultivado. Pa concede simpatía a las personas, distin nos imponer usos, cursilerías casi siemra convencerse de esto no tiene uno más ción a los actos, autoridad a las pala pre, de otras partes. No es que querraque preguntarse a quienes debe el país. bras, y buen tono a las costumbres. mos cerrarnos a todo lo extranjero sólo sus principales instituciones de benefi Nuestros ricos son amigos de viajar. porque es extranjero, aunque de ello pucencia: casi todas ellas son de larga da Uno pensaría que esto pudiera darles al diéramos salir beneficiados, pero sí dis.
ta y están fundadas sobre un legado y guna amplitud mental y mejor entendi cernir entre lo que conviene o no, entre sobre el empeño y la caridad de hombres miento de las cosas del mundo. Desgra lo sustancial y lo frívolo. Examen, senpertenecientes a la Costa Rica antigua. ciadamente co es así. Nuestros ricos van tido crítico, es la cosa que más falta nos Los ricos de nuestros días, sólo por y vienen de Estados Unidos y de Europa hace. No hay más que ver por el lado excepción, legan su nombre y su dinero y siguen siendo los mismos. Están ata que van nuestros entusiasmos, digamos a una obra de bien común. Los más vicados de un incurable provincialismo y por caso, en literatura. En qué se cifra ven indiferentes a las necesidades aje de una falta de visión y simpatía y de generalmente nuestra admiración por las nas, y mueren preocupados con la idea curiosidad intelectual grandes. En sus letras francesas? En lo peor que esa adde evitar que sus herederos reciban el viajes no ven sino lo externo, lo obvio, mirable literatura tiene que ofrecernos, capital libre hasta de los impuestos que lo que complace su temperamento co en aquello precisamente que decía Erla ley destina a fines caritativos. Muy ra modón y vanidoso; lo que habla al es nesto Renan: sa basse presse, sa pera vez tienen un movimiento generoso. píritu se les pasa desapercibido. tite littérature, ses mauvais petits théaEn cambio nuestros viejos casi nunca se Algunos habrá que encuentren exage tres dont le sot esprit, aussi peu francais despedían de este mundo sin dejar sirado y hasta calumnioso el retrato que que possible, est le fait étrangers.
quiera una manda para ayuda de los hemos trazado, pero salvando a unos Tal vez habrá quien nos moteje de pobres, o para el mayor esplendor del cuantos de nuestros magnates que son pedantes. Pero el mote no nos arredra culto religioso que había confortado sus personas discretas, sencillas, modestas, ni disuade de decir con toda la vehealmas en la vila y en la muerte. con ideales de trabajo y de progreso mencia a nuestra disposición que no hay Hay otro punto que no quisiéramos (apresurémonos a decir que tales excepnada en la actualidad que logre irritarpasar por alto, y que consiste en el mal ciones se dan más frecuentemente en nos tanto como esta necia e inconducenuso que nuestros ricos hacen del dinero, hombres surgidos del puro pueblo que te admiración de nuestros frívolos afranVamos a hablar de eso, no para descri. en los que salen de las clases alta y cesados por toda suerte de futilezas gabir ese mal uso, que tal cosa huelga en media. estamos seguros de que la ex licanas, como no sea el entusiasmo que estas líneas destinadas a ser leídas prin periencia y observación de casi todos suscitan entre nosotros las platitudes y cipalmente por costarricenses, sino para nuestros lectores concurren en este punchocarrerías que los mal informados toconfirmar la verdad de la observación to con las nuestras.
man como producto representativo de de Renan, esto es, de que el mejora Hemos señalado el mal y nombrado el los Estados Unidos.
miento material de los individuos, cuan remedio: educación. Desde luego hay Reaccionemos animosamente contra do no va acompañado del grado de edu que convenir en que nuestras escuelas y todas estas cosas. No seamos provinciacación correspondiente, está lejos de fa colegios no están enteramente exentos nos, mas tampoco hagamos más el bavorecer su mejoramiento moral. EI de culpa a este respecto. Su labor edu daud ni en el boulevard ni en Broadway.
pueblo dice aquel ilustre pensador. y cativa no ha sido todo lo vigilante y Vayamos con ojos y mente abiertos por aquí agreguemos nosotros que pueblo eficaz que era de desearse para contra los caminos del mundo observando y vale decir toda gente ineducada) es murrestar el mal. veces, hasta cabe du aprovechando lo bueno de todas partes cho menos capaz que las clases eleva dar de que se hayan dado siquiera cuen para volver luego a lo nuestro fortaledas o ilustradas de resistir a la seduc ta de él, tal es la indiferencia con que cidos con el ejemplo de las serias discición de los placeres fáciles que no están libres de inconvenientes más que cuanven esta irrupción horrible de ramplone pliras, de los arduos esfuerzos y de los ría, vulgaridad y desmoralización apo ideales que constituyen la grandeza de do uno está blasé de ellos. Para que el derarse poco a poco del país.
esas y otras raciones. Sí, volvamos siembienestar no desmoralice es preciso esDespierten los maestros ante el peli pre a lo nuestro, estudiemos con amor tar habituado a él; el hombre ineducado nuestra historia y nuestra lengua, y seagro que nos amenaza. No esperen oír la se echa a perder pronto en el placer, lo voz de rebato para hacerse cargo valien mos leales a nuestra ascendencia espiritoma groseramente en serio, no se abu temente de su responsabilidad; enton tual. Las piedras itinerarias del camino rre de él.
Costa ces, cuando suene la campana o se en que se abre ante nosotros son: Excusándonos de suscribir a las con cienda la almenara en congojas de alar Rica, América, España.
secuencias políticas que Renan sacaba Mario Sancho ma, ya será tarde. Despierten desde aho Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica