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REPERTORIO AMERICANO 379 La graciosa recitadora Dalia Iñiguez. Envio del autor La creadora. La multiplicidad de expresiones y formas con que el Arte ha encantado y emocionado al hombre, tiene hoy, en esta creadora eximia, una faceta más, una modalidad más, una nueva y admirable manera de realizarse.
Si la declamación ha sido por largas edades impresión verbal, o explosión rítmica, ahora es la manifestación más pura de la Belleza, porque es toda la armonía verbal, toda la emoción ideal y todo el paisaje.
En efecto: oyendo a Dalia Iñiguez viene uno al convencimiento de que el Arte no se había expresado en todas sus formas y que nos está reservado el deleite íntimo de nuevas sensaciones estéticas.
Tal pensamos en presencia de esta mujer hecha poema, en quien se exalta y canta toda la Belleza de la Poesía.
res na de plasmar su estética desde niña, en el regazo de un hogar distinguido, donde la música tenía su culto y donde la vida ponía en toda cosa una nota sensitiva y comprensiva. Luego su feliz matrimonio, con un gran artista espiritual y generoso, que ha sido para ella ala y antorcha. Floración predestinada, su sino la lleva a modelarse en el ambiente pro picio a su espíritu dilecto.
Su juventud, su gloria. La creación declamatoria en Dalia tiene un aliento de superación de la obra declamada; es una obra suya propia. La poesía que ella dice se acrisola en su gesto y en su voz y es otra ya de la que soñó al mismo autor de ella. Si Chocano le oyera su Fuga o Llerena Torres sus Velas Epicas o la Ibarbourou su Vida Garfio o Peman su Balada de los ansao Angel Lázaro su Retrato. caerían de rodillas ante la genial artista en un temblor de homenaje; y acaso el poeta enorme de Cantos de Vida y Esperanza dejara el reposo de su inmortalidad y viniérase a darle un beso en la frente a la Diva que así músicó su Marcha Triunfal.
Por eso, auguramos resueltamente que Dalia Iñíguez verá su juventud copiarse en la linfa donde asoma sus perfiles la Fama.
España acogedora y gentil ha de alzar un día su homenaje en la definitiva consagración de esta Décima Musa y todos los hombres de Ensueño verán en ella su propia personalidad, prolongada y embellecida y exaltada en su arte único, imponderable.
Embajadora de la Poesía, nosotros le deberemos siempre la gracia infinita de habernos vaciado de su ánfora milagrosa las inoídas voces de los grandes poetas ignorados, ya por no conocidos, ya por no comprendidos hasta entonces, que a su conjuro viven y con ella van nimbados de Gloria!
Rogelio Sotela San José, Costa Rica, diciembre, 1932 INDICE Su voz. El elemento instrumental en Dalia Iñíguez es de una perfección singular: su voz tiene todos los tonos y Dalia ln guez alcanza a expresar todos los matices de En la quinta de don Fausto Coto Montero, Sentada a pocos pasos del cedro la Poesía. Toda la gama musical está de Gabriela Mistral.
allí en el nido de su aparato bucal, todo el secreto que posee el hombre para dar sonoridades distintas, está allí en su garlosa, alza la gracia ondulada de sus braganta, que ella domina y usa con gran zos que florecen en versos; cuando acatalento.
ricia en la berceuse de la abuela; cuanHomero tendría en ella un Estentor do, en fin, levanta Dalia el gesto de su para proclamar su cólera de Aquiles interpretación genial, es ella símbolo de en el mundo y Santa Teresa tendría córealidades y de belleza a la vez y conmo regalar a los oídos su arrullo místico. mueve y anima a las gentes con el asomHay tal plasticidad y tal vibración arbro de su rictus, con la ternura de su mimoniosa en el timbre de su voz, que al rada, o con el apóstrofe estruendoso de oírla pensamos en una dación celeste pa su boca biblica, tal, que al observador le ra su garganta, o intuimos que la huma parece la artista un heraldo extraño de la nidad va apenas desenvolviendo en al palabra pues en ella el verbo tiene Eternidad.
gunas de sus cifras privilegiadas, el tesoro de este divino y humano instruSu cultura.
mento.
En el encantamiento arrullador de su declamación el espíritu Su gesto. Nunca pudo decirse con se mece en suave gozo y al pronto, surmayor propiedad que las manos y los ge la meditativa admiración para esta ojos y la boca y, en fin, la actitud toda novel creadora que ya no sólo tiene tan de una persona tuviera tal lenguaje viexcelsos atributos para el embrujamienvo, patético.
to de las almas sino que, además, posee Cuando señala su mano un camino; un don de escogencia en la obra que viercuando impreca airada, o cuando; jubite, una tan buena cultura asimilada, que pone de tal suerte una nota más de triunINDICE fo en su eclosión gloriosa.
Su gusto. la par que su cultura sobria, admírase en Dalia el buen gusto para captar en cada caso lo que importa LIBROS QUE LE INTERESAN: a su exquisito sentido artístico, y así, Tolstoi: Anissia. Narración de una campe.
es segura y hermosa la forma en que llesina rusa. 00 ga a tratar los temas de su elección, por Tagore: El sentido de la rida (Sadifíciles que sean a la expresión verbal.
dhiana. 00 Franz. Tamayo: Nuevos Rubayat. Bolivia Bajo el poder ilímite de su arte, se crean 00 Tokunaga: La calleja sin sol. Novela de nuevo y viven su vida propia los suade una huelga en el Japón. 50 ves romances clásicos; dan su estridenFroylán Turcios: Cuentos del amor y de la muerte 00 cia magnífica lɔs cantos épicos y trinan Jaime Torres Bodet: La educación senti de amor los madrigales y canta el poema mental. Novela. 50 trémulo de ternura o encendido de granFernando Tonnies: Tomás Hobbes. De la deza.
serie a Los Filósofos. Jaime Torres Bodet: Proserpina rescatada.
Novela. 00 Su ambiente. No otro podía ser el reSolicitelos al Adr. del Rep. Am. sultado artístico de quien tuvo la fortu. LIBROS INTERESANTES: Enrique José Varona: Violetas y ortigas.
Notas críticas, Renin. Sainte Beuve. Emerson. Nietzsche. Tolstoi. Castclar. Heredia 3. 00 Kuezynski y otros: El trabajo rojo. El nuevo obrero en la Unión Soviética. 50 Thornton Wilder: El puente de San Luis Rey. Novela. 00 Wells: El alimento de los Dioses. Novela. 50 Carlos Wyld Ospina: El autócrata (Ensayo politico social. Estudio de Estrada Cabrera. 00 Arthur Wauters: La reforma agraria de Europa, 23 Alfredo Weber: La crisis de la idea moderna del Estado en Europa. 00 Solicitelos al Admor, del Rep. Am. 50 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica