REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 19. 32 Sábado 12 de Mayo Tomo XXIV Núm. 17 Año XIII. No. 585 SUMARIO Aldous Huxley El sabio Mutis Stratmann Teodoro Picado Glosas galaicas.
Carmen Lyra Rodriguez Ruiz y el patetismo Manuel José Forero Sarmiento Un cuarteto de Beethoven. La Iglesia y la guerra (4)
La enseñanza de la Historia Patria De los gusanillos que fueron maestros y colaboradores de un hombre de ciencia sin pretensiones.
Don José Celestino Mutis.
Jalotos Jorge Wills Pradilla Azorin Rafael Estrada Enrique Ascoaga Juan Terán Un cuarteto de Beethoven Capítulo XXXVI de la famosa novela Point Counter Point, que en si forma un raro y admirable cuento. Traducción de Salomón de la Selva para Repertorio Americano)
Spandrell insistía tenazmente en que debían ir sin tardanza. No había sino que oír el heilige Dankgesang eines Genesenen an die Gottheit, in der lydischen Tonart. No entenderéis nada hasta que lo hayáis oído. declaró. Prueba toda suerte de cosas: Dios, el alma, la bondadi. irrefutablemente. Es la única prueba cierta que hay, porque Beethoven ha sido el único hombre con poder para darle expresión a lo que él sabía. Debéis venir. Con el mayor gusto. dijo Rampion. pero.
Spandrell lo interrumpió: Supe por casualidad. dijo. ayer no más, que el cuarteto en Do menor había sido grabado en discos de gramofono. Corrí y me compré un aparato, y los discos, especialmente para ti. Para mí? Pero ¿a qué esta liberalidad. Nada de liberalidad. respondió Spandrell riéndose. Es puro egoísmo.
Quiero que oigas y me confirmes en mi opinión. Pero ¿por qué. Porque creo en ti, y si tú confirmas, crecré en mí mismo. Qué hombre! exclamó burlonamente Rampion. Debieras bautizarte en la Iglesia Católica Romana y tener tu padre confesor. Pero debes venir. contestó Spandrell con intensidad. Pero no ahora. dijo Mary. Hoy no. respondió, haciéndole eco, su marido, inquieto en sus adentros ante insistencia tan extraña. Qué demontres le pasaba a Spandrell? Sus movimientos, el tono de su voz, esa luz en su mirada. Toda esa excitación. Tengo innumerables cosas que hacer esta tarde. dijo en voz alta. Entonces, mañana.
Rampion se puso a reflexionar como si estuviese ebrio. Por qué no pasado mañana? preguntó en voz alta. Me será mucho más fácil y de aquí a entonces no habrá de volar el gramófono.
Spandrell dejó oír su risa sorda.
nal. exclamó. No viste que estaba como queriendo contener su excitación?
Como cuando una tetera está hirviendo y la tapa parece querer ahogar el hervor. esa risa suya, melodramática.
Como el canalla consciente, de un dramón. Pero es que estaba representando. preguntó Mary. Se hacía el tonto para divertirnos?
No, no! Todo él era el espejo de la sinceridad; ya lo creo. Pero cuando verdaderamente se está en el papel del canalla consciente de sí mismo, inevitablemente se comporta uno como canalla consciente. Se representa el papel sin uno quererlo. Pero a qué venía el hacer el papel de canalla consciente. Qué diablo voy a saberlo yo. dijo Rampion impacientemente. Mary siempre esperaba que, por una misteriosa intuición mágica, él lo supiese todo. Su fe en él a veces le divertía, a veces, le agradaba, pero también, a veces, le irritaba. Me tomas por el confesor de Spandrell? dijo. No veo que haya de qué enojarse. Al contrario. dijo Rampion. no Máscara viva de Aldous Huxley hay razón ninguna para enojo. Si uno se domina la ira, es porque vive la mayor Por el escultor alemán Paul Hamann parte del tiempo con los ojos cerrados.
a medio dormir. Si uno se mantuviese despierto. Dios santo. No habría mu No. dijo. pero yo puede que sí. chos platos sin romper! y se dirigió a Yo puede que haya volado pasado ma grandes pasos a su estudio.
ñana. No nos habías dicho que te ibas. Spandrell tomó rambo al oriente de dijo Mary. Adónde. Chelsea, andando lentamente a lo largo. Sabe Dios. respondió Spandrell. del río, silbando para sí una y otr. Lo que sí sé, es que ya no estaré las frases iniciales de la melodía lydia aquí.
del heilige Damkgesang. Una y otra y Está bien. dijo Rampion, que ha otra vez. El río se dilataba a lo lejos bajo bía estado observándolo con curiosidad, el bochorno. La música era como un agua. sea inañana. Pero ¿por qué tan en tierra seca. Después de muchos años melodramático? se preguntó a sí mismo. de sequía, un ojo de agua, un manantial.
Spandrell se despidió.
Una regadera pública pasó fragorosa ¿Qué le ofuscará? dijo Rampion mente, arrastrando su chaparrón articuando se hubo ido Spandrell.
ficial. El polvo, humedecido, olía bien. No me fijé en que estuviese ofusca La música era prueba, como le había dido. respondió Mary.
cho a Rampion. En el arroyo un miRampion hizo un gesto de impacien núsculo torrente acarreaba a prisa, hacia cia. No te fijarías ni en el Juicio Fi. el albañal, un estrujado envoltorio de civez. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica