Víctor Raúl Haya de la Torre

REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1932 Sábado 30 de Abril Tomo XXIV Núm. 15 Año XIII. No. 583 Elogio de Herder. propósito de Herder, Carta.
Poema puro La politiqueria envalentona el aldeanismo, suelta el ganado filisteo Testimonio.
Fuerza SUMARIO.
Persiles Azaña Goethe y Eckermann la Nación (2. Arturo Zapata El escéptico militante.
Antonio Garcia Briand, anecdotista Ensayos Juan del Camino Bibliografia titular.
Ciceron Un revolucionario en el Medioevo.
Azorin Azorin Haya de la Torre Eugenio Montes Javier de Izaro Napoleó Viera Altamirano Lilia Ramos Elogio de Herder. hbrede sporis mucho las rosa cuando se. Yo también, como Herder en su juPERSIFLAGE igual. Hay quienes se deleitan viendo ventud, he tenido el anhelo de dedicarabrirse las rosas. veces pienso que me al servicio del altar. Treinta días se(1)
han de sufrir mucho las rosas cuando se guidos comulgué una vez, por si frecuenabren. Porque despiertan al mundo, iy tando el banquete divino el llamado del Colaboración directa lo que el mundo encanta y hace sufrir!
Señor me sonaba claro en la concienNada enamora tanto Para Abelardo Bonilla, aguda mentall. como el mundo; cia. No mo sonó. La visión que en un dad, espiritu refinado y corazón generoso; nada corresponde menos que el mundo.
principio me pareció entrever. visión socio honorario de la Ser triste a los dieciocho años es tan inde Júbilo apostólico, se. me nubló de tima tragedia que nadie. salvo quizás pesar. Comprendí que había anhelado algún bárbaro ruso sin pudor, se ha la sotana y la tonsura por demasiado atrevido a decir completa esa tristeza.
amor al mundo un amor triste, un amor Con ella al hombro Johann Gottfried, a no correspondido. la Iglesia no quilos dieciocho años de edad, en el 1762, se inferirle cl agravio de emplearla como llegó a Konigsberg. Llevaba el melanpaño para mis mundanales lágrimas, y cólico propósito de estudiar medicina, la oferta de boca en el Pío Latino y la para serle útil a la humanidad. Pero esperanza del doctorado en teología, para hacerse. médico hay, primero, que que es la ciencia de mi mayor agrado, y hacerse callos en muchas. sensibilidades, la posibilidad de llegar un día a obispo, hay que dominar muchos ascos, hay que fueron tentaciones que supe vencer. Soy endurecer muchas delicadezas, Todos. escatólico romann. Herder, en cambio, era tos obstáculos vence aquel para quien la protestante. Lo que a él, en su primer medicina será medio de lograr casa más intento, lo apartó de coger por el senholgada que la del prójimo, mesa más dero clerical fue el consejo del pastor larga, anillo con brillante más grueso da. Mohrungen, pueblecillo de la Prusia y, a la postre, entierro con más discurOriental, donde, cl 25 de agosto del 1744 sos y coronas. Todos esos obstáculos había nacido.
vence también, con sencillez heroica. Johann Gottfried von Herder, parece aquel a quien la Ciencia ha cautivado nombre de principe. Lo era de un pobre con su magia de Circe, magia que desmuchacho. El padre de Johann Gottfried humaniza. hay un tercer orden de homvon Herder era un buen hombre: Sacrisbres que vencen, no menos que los otros, tán de la pequeña iglesia de Mohrungen; los obstáculos que decimos: El orden chantre del pequeño coro de la pequeña de quienes aman a Dios y a quienes Dios iglesia de Mohrungen; maestrillo de la quiere para santos sin altar. Herder no Johann Gottfried von Herder pequeña escuela para párvulos de aquel era de tales. Herder amaba al mundo, pequeño lugar; y hasta ejercía de enteno a Dios; amaba, esto es, a la humanidad, no al hombre. El hombre es un pruebas de miseria. Johann Gottfried propósito de Herder animal tosco, bestial, duro, feo, ingrato, heredó la melancolía de su padre. hahipócrita, sucio, imbécil, cobarde, traicioTenía algo de blando en su trato, muy de.
bía nacido para ser maestro. Cuando, una coroso y correcto, sin ser propiamente correcnero, venenoso.
E1 ¡Dios, qué fiera!
vez que hubo aprendido a leer y escribir to. Tenía una cara redonda, una frente imhombre es como el príncipe aquel del y las cuatro reglas, ingresó a la escueliponente, una nariz algo roma y una boca algo cuento maravilloso, a quien malas hadas ta primaria de Mohrungen, le tocó dómiprominente, pero singularmente agradable. encantaron convirtiéndolo en monstruo ne pedante e iracundo. El caso era para Bajo las cejas negras lucían dos ojos negri con hocico de jabalí, pero que recobró su maldecir eso que se llama educación. simos que producían gran impresión, a pesar gentileza y su limpieza, su galanura y.
Con Herder ocurrieron las cosas de dis de que uno de ellos solía estar irritado. Con su buen ánimo, cuando hubo doncella tinto modo: Su mala suerte le inspiró diversas preguntas procuro conocerme y darse que lo amó y le besó la trompa. Cuanideas de reforma educativa. Se nace cuenta de mis circunstancias y su poder de do se ama al hombre. Cristo lo amo!
atracción obraba sobre mí con intensidad crepredestinado: Contra el destino preparaciente cada día. Yo era muy comunicativo. Francisco de Asís lo amo. la fiera se do de antemano no hay remedio. Pobre, y pronto no tuve ningún secreto para él.
vuelve bella y mansa. La humanidad, solitario, meditativo, el joven Herder, en cambio, es otra cosa. La humanidad triste de amor al mundo, un amor no Herder era a veces el hombre más atracti es un sueño con seres que nos comprencorrespondido, quiso estudiar para or vo e ingenioso; pero facilmentc mostraba un den, que saben honrarnos, que nos tiedenarse pastor del protestantismo, que aspecto malévola. Ciertamente, todos los hom nen en grande estimación, que nos proes otra forma de ser maestro. El pastor bres, por naturaleza, tienen en mayor o me. digan aplausos, que nos elevan a altos de Mohrungen lo disuadió de ello. Pasa a la página 231. puestos, que nos erigen estatuas, que Herder. tenía dieciocho años cumpli(1) Plática de Persiles en la velada organizada por bautizan calles con nuestros nombres, dos. Qué triste es ser triste a los die la Sociedad Puntarenense de Amigos de la Literalura Alemana, para conmemorar el primer centenario de la que se sirven de nuestra efigie para sus ciocho años! Creo que no hay tristeza estampillas de correos, que, en una palamuerte de Goethe. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica