REPERTORIO AMERICANO La odisea de un novelista. Envio del autor AU Mariano Picón Salas es el noveAhí sacan su genealogía los perlista más representativo de la trasonajes. Se avivan estampas vagedia civil de Venezuela. Sin la inlleinclanescas en unos parajes dotensidad ni el patetismo de Pocanairosos, con finas palmeras y crioterra, el terrífico relatador de perillas aguitarradas. Lo negro tiene pecias dantescas y de tragedias un colorido donoso que Picón aprobrutales, lo aventaja por su técnica vecha con su avizor sentido de las nueva, por su concepto audaz de la proporciones. Es subjetivo y poénovela, por la raíz poética de su tico. Hinca sus raíces y logra atis.
prosa.
bos certeros en el preambiente de La literatura venezolana es tie.
los postieros relatos. Va justificanmendamente romántica. Ni el pro.
do con el doble instinto del artista pio Pocaterra se desprende de tai y del literato lo que vendrá después: caparazón, que le da un colorido ar el drama civil, el desplazamiento del caico a muchas páginas que salvará criollo rico y letrado por el soldadoel hondísimo acento doloroso. Nate andino, de amplia ruana y de die se escapa en Venezuela del imsombrerón agresivo.
perativo civil. Colombia está llena Nótese en el relato primcro un de venezolanos, hasta el extremo dominio de la técnica novelesca que de que en Cúcuta, pueblo fronteridestiñe a la narración de todo lo epizo, hay más deportados vɔluntarios sódico, de cuanto signifique anéco reales que habitantes nativos. En dota manida, abuso del costumbrisParís se hallan los criollos de abomo, simple dependencia de las tres lengo, los rígidos patiquines, er cuunidades clásicas.
yos cenáculos pontifica sobre munLa geografía lírica tiene elli su dología la señora Teresa de la Palugar. Se combina finamente la rerra. Por fin, en el vasto continente ferencia pintoresca, el dominio de lo americano, sobre todo en las unihistórico y hasta geografía huversidades yanquis, permanece la mana, gr. la evocación de Cartaflor de la juventud venezolana al gena. con su larga sequía y el inaaguaite de la tierra abrumada por guantable calor; Rio Hacha, ciudad al despotismo más brutal que recampamento, poblada con improvicuerda la historia.
sados edificios; Saint Thomas, isPicón Salas, nuevo Ulises de cullote de contrabandos y el Caribe, Mariano Picón Salas tura humanística, experimentó la con su prodigioso contenido, sus odisea que en su novela entrega más Carta a Rómulo Betancourt aleves enfermedades y sus recuerde un secreto nativo.
dos piráticos.
Santiago de Chile, 25 de Julio de 1931. En tiempos federales surge un Ha preferido para hacerla una nueva técnica de planos superpuesSeñor don Rómulo Betancourt, poeta sugerente, que evoca tiempos tos, donde, poco a poco, se justifica San José de Costa Rica.
muy duros de la Venezuela repuhistóricamente el advenimiento de Mi estimado compañero: No sé si entre hombres tan blicana, ya semiahogada entre los militares fotutos.
Juan Vicente.
frencos como nosotros, que tuvimo3 el despertar de una adolescencia trágica en la barbarocracia venezolana de El estilo de Picón cobra allí ese Primero fué Venezuela un sitio Juan Vicente Gómez; que nos lanzamos después, apenas acento tan suyo, mezcla ardiente de de porfiadas luchas hasta que un cumplida la veintena, buscando más claridad por los países trópico sanguinoso y de firmos disrégimen civil conservador de homde la América Española, que debimos poseer muy pronto ciplinas clásicas. Un adjetivo vallebres letrados y jurisconsultos, reem. una disciplina de realidades, estará bien esa fórmula seden inclanesco aparece al lado de cuaplaza a los padres de la patria. De taria y un tanto kurguesa de dar las gracias. Nuestra ge tro líneas sobrias como una visión paso diremos que, en América, los neración, querido Betancourt, ha aprendido un sentido más padres de la patria fueron tentados iuerte y hasta inás agresivo de la camaradería. Debimos de Humboldt.
por la autoridad y solían terminar luchar cuando otras juventudes soñaban. Estos años nos Tintinean sobre el paviinents, sus días como arbitrarios mandones fucion de estudio,. y un poco también de objetividad. Me aferrallan el paviinento, las grandes que se colocaban bandas presiden place ver como los más valientes muchachos venezolanos espuelas del viejo Juan Araújo. El ciales sobre los andinos ponchos y que están en el Extranjero, han templado su voluntad, ga viejo Juan Araújo viene arrastrannaron en dimenzión y aprendieron a marcar la frontera do su cobija paramera, alto y barlos raidos uniformes que marcó el necesaria entre los hombre:s y la doctrina. Se presentan ya budo como la montaña, seguido de balazo español.
con la firmeza de una doctrina. Si se hubieran quedado en Picón explica admirablemente la Venezuela y el despota y su cuadrilla los compraran cosus diez hijos, a pedirle justicia al Presidente del Estado un día de manera propia de su libro al decir, mo a tantos infelices. con la miseria dorada de un cargo 1882.
en el prólogo, que le agradaría presupuestario, ahí estarían con la carne adipoza y el alma verlo leer de adentro hacia afuera. encogida. Pero al salir, querido Betancourt, libertamos el Nuestro novelista busca el color eso es lo mejor que podemos ha espiritual que el déspota de Venezuela y sus cuadrilleros alma. Fué maravilloso. Hicimos una conquista de espacio y hace incursiones en la botánica.
cer al penetrar en esta apretada Evoca la maiagueta, la vainilla y área de pasión, cuya fibra america aprendimos, y sobre todo pudimos sin que nos remacharan no podrían pagar con todo el oro de zu presupuesto. saca partido frondoso mundo na es inconfundible. Picón prefie grillos a los pies, a llamar las cosas por su justo nambre. tropical con sus variadas aves y sus. re a la crudeza y al dramatismo tenPor eso, porque nuestra generación tiende al sustantivo inagotables arbustos.
dencioso de Pocaterra, romántico más que al adjetivo, podría omitir yo la fórmula de la:3. Cuán sincero es el tono de este de origen como su actitud vital, una gracias sobre el urticulo que usted dedica a dos obras mías. relato, que se tiñe de dramatismo postura que podría definirse como en el número de Repertorio correspondiente al 20 de Ju o se desvanece en íntimo fervor paia geografía lírica del trópico. Los nio. Un poco de indispensable vanidad me haría guardar triótico! El aleve criollo saca su caplanos del relato sucédense en tal ese artículo que viene de pluma tan valerosa como la suya: beza hirsuta y contrasta con esas forma que llegamos sin sentirlo al guardarlo con afccto de camarada y hacerle notar que doncellonas católicas y solteras, quo riñón político y a la medulosa pa quizás usted me hace más, viejo de lo que yo soy, y que huyen de la furia federal. Bien grano advierto el limite en el tiempo, que nos agrupe en sión del cuadro inicial.
distintas generaciones. Cuatro o cinco años más en duada la emoción entre el paisaje Relación con las Antillas tiene saldo de mi cronologia, no fija entre ambos esa frontera llanero y el primer paisaje andino.
algo barroco, propenso al costum tan densa que se llama una generación.
Entre estos dos paisajes, en pugna, brismo, pero sin el costumbrismo. Pasa a la página 12) con dos climas y dos actitudes vi. el Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.