202 REPERTORIO AMERICANO en total sino ocho romances y cinco composiciones de metro vario. Cercetos monorritmicos y cstrofas dodecasilábicas, en las que apresa las ternuras, los mimos, las alegrías, los temores y el dolor de la maternidad, sentida inquietud psíquicobiológico, y con una gran fe puesta en el hijo, para quien desea caminos serenos y despejados.
En estos anticos maternales se alberga una desnuda y trémula sencillez: con honda como sencillos, donJamás he sentido una igual ternura, En mi palpitar primero un mayor encanto, más dulce dulzura, vibraba tu esencia pura. Bañada estoy toda como en gracia pura! y mi primera sonrisa la madre mia más la sé querer: ya anunciaba tu dulzura.
Eras semilla preciosa ya su amor profundo puedo comprender que en alma y cuerpo traia.
y entiendo el misterio que hay en la Por eso mi ser entero mujer!
alegremente crecia, Comprensión que Tatog se amando la vida bella sin saber por qué razón: convierte en rin recogimiento era, porque tú ya estabas emocionado, en una imprecisa y dormido en mi corazón.
retozona alegria, en la que gestan los versos más delicados que ha escrito Claudia Lars: Que de dónde 12 he cogido?
De lo más grande y mejor. Cielo que bajó a mis brazos Hijo que estrecho en los brazos, por la puerta del dolor!
aquí, sobre el corazón, carne de la carne mia (Que de dónde a mí llegaste. y canción de mi canción.
Que de dónde a mi llegaste?
Considero que esto es suficienQuién lo pudiera decir!
te para justificar el calificativo Sólo sé que en mi has vivido de gran poetisa que le he dado desde que empecé a vivir.
a Claudia Lars. Su poesía, destilada desde los redaños más trémulos del mundo de la subcons ciencia, ha llegado, después de mucho esfuerzo, obtener una luminosa simplicidad. En estos romances puros y de hay complicaciones psicola cris lógicas ni imágenes novedosas, la poetisa ha logrado derramar una emoción legítima. En la destuda sencillez precisamente hallo Claudia los mejores arpegi de sus cantos, es esa poesía retozona, intima, serena y limpia, la que nos hace aquilatar el nombre de quien laboró, hasta topar en lo profundo de su alma y de su sangre, con el secreto armonioso de ser femenino.
Sé valiente ahora, pobre cuerpo min preso entre las garras del amo Dolor: ten lista en los labios la canción de cuna, que un precioso niño me trae el amor.
Hay tambien comprensión tierna, cariciosa y elemental: Versos nuevos Por FRANCISCO AMIGHETTI. Envio del autor. Heredia, Costa Rica, y setiembre del 36 Ventanas Hay que salir al encuentro de las cosas.
Hay que salir al encuentro de las cosas fieles a nuestro destino.
No temblar si se acercan demonios o serpientes, no cerrar los ojos ni esconder la cabeza, abrir nuestras miradas y extender nuestro pecho.
como un haz de corazas que lanzaran llamas de plata.
Saldremos al encuestro, con nuestro ochio purificado en la lucha de la pobreza que nos echa cieno en los vestidos y en el alma.
Con la ventana los arquitectos se volvieron pintores; hay casas en que la ventana es único cuadro colgado en la pared.
Nos ahogaríamos, no seríamos hombres sin la ventana del color del viento; hasta los seres malditos recluídos en las cárceles se les concede un pedazo de cielo y una ración de luz.
Con una ventana no estaremos del todo presos y podremos ver el sol y la luna porque todos los hombres son poetas aunque maldigan de ello.
Con una ventana tendremos la fisonomia de Dios al asomarnos a ella rezaremos aunque tengamos amargos los labios y endurecido el corazón.
Saldremos en silencio a luchar sin estruendo, en la tiniebla donde muerden los reptiles del mal, y saldremos con unción cuando veriga con sus ángeles grises la muerte a nuestro encuentro.
Calle Provincia Los pasos sobre la acera resuenan sobre tumbas, y las viejitas dóciles que escuchan las campanas dejando el viejo accbe buscan la piedra pura donde los ventanales echan oro en la sombra.
Esta calle no se boirará de mis ojos con su cielo que duerme en los tejados y su silencio de figuras largas paradas en las puertas.
Niños tristes juegan en las aceras frente a las puertas negras donde duermen los perros. en las ventanas, las viejas, detrás de las begonias, detrás de las vidrieras, detrás del tiempo, están viendo otras calles y otras gentes pasar.
Fisonomía áspera de esta calle de piedra donde la cal amarilla, blanca, azul y rosada mezcla en el sol ardiente la poesía y la miseria.
En estas noches viajan en el aire las súplicas de las viejas tallacas como Cristos a golpes, que llevan en las manos temblando flores blancas y en el pecho encendido el corazón como una lámpara, La Poesía Mariposa En el día, vemos, ofmos, respiramos, nos deleita los ojos la simetría de la torte, dos abrazan los verdes de los caminos que cruzamos.
Vemos mujeres que retiran su cántoro del agua, mujeres que se peinan y mujeres que pasan.
Pero es en nuestro cuarto cuando todo se duerme que llega la Poesía a dictarnos su verso, malo o bueno, contrahecho o radiante, pero es ella la que se acerca al oro tranquilo de la lámpara La mariposa nocturna de grandes ojos en las alas entró en mi cuarto enloquecida por la lámpara, los ojos de sus alas inspiraban terior por su belleza, y su aleteo fuerte perturbó mi lectura, Cuando murió la mariposa, sobre el suelo mucho tiempo temblaron sus dos alas de seda, pero su ojo pintado se me quedaba viendo, inspirando terror después de muerta.