FranceNihilism

20 REPERTORIO AMERICANO OCTAVIO JIMENEZ ABOGADO NOTARIO OFICINA: 50 varas al Oeste de la Tesorería de la Junta de Caridad.
Queda vivo en colosal, inmenso TELEFONO 4184 APARTADO 338 plena luz como deber de espiritual, el retorno a la palabra la perso unión viva e intima entre los novísimos es.
critores y Montaigne, la Rochefocauld, Pascal y otros clásicos.
No he mencionado estos nombres al azar.
Ahora, como nunca, se manifiesta la tendencia a restaurar la tradición clásica, la del Siglo de Oro. Es natural. Nuestra época lo es de vencimiento, de realización los va.
lores totales, de esclarecimiento de lo que la inmensa y eternamente diversa herencia cultural del pueblo europeo que nos legaron los siglos, de lo real.
mente vivo por la eternidad de su valor y de lo que es tiempo muerto. Epoca en la que cada hombre que vive la racionalidad reconoce, clara o confusamente, conciencia, la necesidad de escoger en la masa cultural ingente lo que considere como condición indispensable para evitar la ruina de lo para el restablecimiento y la restauración de la cultura. Cada pueblo ha vivido su época de grandeza, el momento de culminación de su cultura, Momentos de calificación indiscutible, y acerca de cuya valoración no pueden existir discrepancias, porque basta conocerlos para apreciarlos. Fran.
cia ha vivido dos de estos momentos: en los dominios de las artes plásticas, después de la Edad Media; en los del pensamiento y cu el el siglo xvn. Pero es más fácil apreciar la grandeza de un período cultural que discernir en qué consiste. Requiere esto último un esfuerzo mental encaminado a la dear, sobre el tema en cuestión, apreciaciones y puntos de vista inadecuados o inexac.
tos y cuyo arraigo y autoridad entre oridad entre nues.
tros contemporáneos se explica por la inhabilidad con que se desenvuelven tratar de su propia cultura. Verdad que ya nadie reduce el siglo Xvu a Boileau, mejor dicho, su figura empobrecida y alterada, tal como la vejan los críticos del siglo xviu: observa.
ción de la cesura, prohibición de los enjam.
bements, las tres unidades. tc. etc. El auténtico Boileau es hermano espiritual de Descartes, el que reconoció la soberanía de la razón como reguladora y ordenadora de la fuerza moral; el que buscaba la Verdad que dirige la vida y esclarece la razón y la conciencia, aimez donc la raison, que toujours vos écrils empreintent elle seule leur lus.
tre et leur prix. rien est beau que le vrai, le vrai seul est aimable. estrechamente unido a esto la declaración de la primacia del deber sobre las pasiones. et que amour souvent de remords combatu parisse une blesse et non une vertu, fórmula genial de la mentalidad de la época de Corneille. La grandeza del Siglo de Oro reside en la unidad de su concepción. El verdadero sentido del clasicismo surgn del reconocimiento de la ética 1 principio estético de la la conformidad con las reglas, de la distinción entre la ética y la estética en la todavía perdurable discordia. Grandeza que arrastra al hombre de hoy hacia el clasicismo en busca de espiritual. Consideración que utilizaremos pa.
ra determinar el lugar que corresponde en la historia al momento cultural presente. La vida obedece a leyes ritmicas. Podriamos, por ejemplo, abordar el proceso histórico en els aspecto de las alternativas que se mani.
fiestan poner los limites de la historia de la litera.
tura francesa seguiríamos el curso del desarrollo cultural de Francia desde la Chanson de Rolland la novela cortesana, la lírica del amor de los trovadores y más allá a la ele.
vación del amor como principio sublime de manera y en esto consiste su comprensión de las lecciones del clasicismo. También él divi.
de la sensibilidad. Precisamente en esto consiste la originalidad de su concepción, no debida exclusivamente al intelecto. Hace desempeñar a éste nuevo papel de llevar a cabo el conocimiento de si mismo, lo que des :bre que la naturaleza humana no se comp nu: solamente de pasiones en el sentido de apetitos carnales, y que no rara vez aparece en su alma, como causa que obliga, no ya el principio oscuro y animal, sino el claro y divino. Así varia completamente el el problema del psicoanálisis. Aclarar la conciencia retenida en los umbrales, sacarla a desde las tinieblas del alma, y eso, no para librarse de ella, sino para librarnos mediante ella. Por el método arduo y penoso del rcconocimiento de su su caida, de su miseria moral, de su traición a si mismo, el hombre alcanza vl éxito, el camino del perfrecionamiento espiritual. Para Mauriac, el siglo xvil no es Boileau ni Descartes, sino Pascal y Bos suet. En ello consiste su completa armonía con la realidad aclarada por las investigacio.
nes modernas que han establecido los principios religiosos del siglo de Oro. De modo que a la tradición clásica significa para Mauriac la vuelta a Dios.
Cualquier cultura auténtica, en sus origenes, us religiosa. En la historia de la cultura de cada pueblo histórico. en en el sentido he.
geliano de la palabra, se encierra toda la problemática de la cultura en general y se hacen efectivos todos los momentos de la dialéctica del espiritu. diferencia del destino de los distintos pueblos resulta, desde el punto de vista filosófico histórico, de las cualidades de su memoria histórica, de sus relaciones con la tradición, de la selección que en ella realizan, de la percepción de cuanto encierra de contingente, pasajero e indiferente y de Jo au que aparece como necesario, eterno o humanamente existente racional. hallando en todo ello nuevos impulsos para crea.
ciones ulteriores sin pérdida de individuali dad (1. Aquí son posibles, y nunca faltan, graves y peligrosos errores. Nada más fácil que confundir la lo con gente con lo existente y esencial. la cáscara con la nuez, el Kern. Por ejemplo, estimar que el culto de Wotan es Kerndeutsch, lle.
gando por derivación de razonamiento a la afirmación de que Wotan es el Dios verdadero. Antes he tratado de demostrar que La constitución del desarrollo del proceso cultural de Francia mantenia intima relación con la tradición, menguando así el peligro de tales errores. Parece que el actual movimiento espiritual francés comprueba la necesidad de revisar el concepto, en estos últimos tiempos consolidado, de las relaciones entre la cultura y la civilización. Francia es casi la nación más civilizada del continenti.
Pero como su civilización está totalmente enpapada, saturada por su cultura, se comprende que los franceses, hablando en general, confundan estos conceptos. En esto Francia es antipoda de Rusia, el país de la cultura pura (2. Pero esta simbiosis no hace dege.
nerar la cultura francesa, ni disminuye su fuerza vital o, lo que es lo mismo, su prin.
pio trágico, la capacidad de atormentarse con contradicciones internas buscando, noble y virilmente la salida.
la vida en la poesia nioplatónica de la Plé.
yade; llegaríamos a la tragedia de Corneille y de Racine, a La Princesse de Cleves, a la literatura basada en el conflicto entre el amor y el deber. et que amour souvent de remords combatu. alcanzaríamos la degeneración del amor en galanterie, que ya se dejaba sentir entonces, y por lo que Boileau prohibia a los trágicos peindre Coton galant et Brutus dameret; más lejos a otra apreciación de los valores, al nuevo ideal del hombre; desde el héroe del Cid, Horace, Saint Prux, o la exaltación al amor, no ya como instrumento para el conocimiento del mun.
do y de Dios (como entre los platonistas del Renacimiento. sino meramente como natu.
ral. propio a la naturaleza humana y, por tanto, inclinación santa y y buena. al florecimiento del romanticismo sobre este principio, a la reacción naturalista que opone al romanticismo, con su concepto de la nalidad, la concepción del hombre como producto de fuerzas sociales y, por ende, separando su parte afectiva, llegamos así al neorromanticismo de los últimos tiempos, ci mentado en el inmoralismo. en la rehabi.
litación de la la simultánea reacción, a la revelación psicoanalítica del ca.
rácter desnaturalizado de esa animalidad que los contemporáneos, libres del engaño román.
tico del neorromanticismo, consideran como atributo necesario y esencial de humani.
dad; abordaríamos, en fin, el perspicaz pesimismo desesperado de Proust. Formalmente, podríamos presentar este curso marcado por espíritu de ritmica, como la alternativa de la poesia con la prosa, del lirismo con la no vela, en fin, la desaparición de la lirica y crisis de la novela, problema principalisimo de crítica contemporánea. Mauriac (1) explica esta crisis por la imposibilidad de la novela sin el conflicto como base. No hay lu.
gar a conflictos en la indole de la psicologia actual. Por un lado, la sociedad está tan atomizada, que el individuo, sin trabas morales, puede ceder a sus impulsos como y cuando quiera: por otro, la sinceridad consigo mismo ha traido al hombre actual a tal estado especial de convencimiento nihilista, que no hay lugar para disconformidades internas.
La novela en estas condiciones sólo puede ser una parodia de la novela auténtica. Cabe así el renacer de la novela? siendo tales las condiciones. por qué escribe el mismo Mauriac? La explicación consiste en que el hombre actual, carente de contradic.
ciones, es, en realidad, una ficción obra del espiritu. Mauriac busca y encuentra motiv para la disconformidad espiritual, nuevo, en el sentido de haber escapado a los novelistas, el conflicto entre el amor eros y el amorcharitas, entre el impulso terrenal, carnal y el amor de los honbres en Dios (2. De esta la carne y, de apoyo (1) Le Roman. Mauriac: Souffrances el Bonheur du chretlen. 1) Gide: Incidences, pág. 24 (2) Bitsiin: Tragedia de la cultura ruse, 1986.