terario: REPERTORIO AMERICANO 355 del tomo y se empeos que que seguir la carrera literaria como negocio.
e Exceptuando un hombre extraordinario, no he conocido ninguna persona, al menos indiPor PIO BOLANOS viduo de genio, sano y feliz, sin profesión. Colaboración. Costa Rica y diciembre de 1936 esto es, ocupado en algún empleo corriente, que no dependa de las necesidades inomentá(y Véanse las entregas 15 y neas y que pueda llevarlo tan lejos como alen curso)
canzar, mecánicamente, To por menos, un proColeridge, en el capítulo XI de su Biogra ridge, cae en manos de un filisteo que exprime el medio de salud, energia y esfuerzo intelecfía Literaria, que el titula Cariñoso exhorto a jugo, que aquel puede dar, para su propio protual como requisito para desempeñarlo fiellos aficionados a la carrera literaria. hace vecho. La vida, para algunos espiritus. se mente. Tres horas de sosiego, sin perturbasuyo, al iniciarlo, el postulado de un escritor gún Sherwood Maugham. esta allí para ciones ni inquietudes de extraña ansiedad, inglés; nadie hace una cosa por un solo moti vivirla más que para escribirla. fija la vista hacia adelante. con placer, como tivo; y sobre ese postulado desarrolla sus co ñan éstos en buscar las varias experiencias si se tratara de un cambio o de una recreamentarios.
ella ofrece, arrancando a cada instante la sención, ese corto espacio de tiempo basta para can con ingenuidad a expresar las impresio cuando no es un dolor acre que ensombrecen realizar en literatura, una gran producción de Alude, primeramente, a quienes se dedi sación que da como placer a la existencia. lo que sea verdaderamente genial, que senes del espíritu, produciendo obras de arte.
manassumidas en la mente y el espíritu. Mas, esos que asi proen congojas accidentales lucha amarga e incesante contra la ceden, son objeto del desprecio de la El diajenas al esfuerzo creador de la mente.
incongruencia del medio que ha sido el dumbre que busca, ansiosamente, el placer nero y una reputación inmediata solo formismo en todas las épocas y en todos los material o sensual. El sensual y el ignoran. la labor intelectual. La esperanza de acreman un arbitrario y accidental objetivo de países. Medio de hostilidad, cuando no tc exclama el mismo Coleridge en alguna indiferencia; fuera de que también hubo parte se rebelan en vano, esclavos de su procerlo por un esfuerzo dado frecuentemente aún hay el tipo que procura sacar ventaja pio apremio.
prueba el estímulo de la industria; pero la necesidad de adquirirlo convertirá todo el del intelecto de otro cuando éste, por natural Más adelante nuestro crítico dá también trabajo del genio en narcótico en vez de intuición, subordina la vida del arte a lo cs. otro sabio consejo a los jóvenes literatos: Seservir de estimulante. piritual sin pensar en los valores materiales. rá muy corto, porque el principio, medio y Más de alguno de estos ingenuos, piensa Cole fin convergen a un solo objetivo: nunca hay continuación trasctibe Coleridge en ese mismo capítulo del exhorto cariñoso. la saludable advertencia de Herder, escritor y filósofo alemán, sano consejo que deberían tener siempre muy presente quienes comienzan dar los primeros pasos en el noble arte limuches se con wxnoza Con el mayor cuidado posible (dice Here der. evítese la profesión de autor. Demasiado temprano o empleada sin discreción desgasta la mente y deja el corazón vacío, si otras consecuencias peores no se presentan Una persona que sólo lee para publicar, lec mal con toda probabilidad: y aquel que confía a la pluma y entrega a la prensa cada idea en el momento en que se le ocurra, enviará en poco tiempo todo lo que tiene vertirá en un simple jornalero de imprenta, o en un cajista. lo que yo agrego por mi cuenta continúa Coleridge: que lo que afirman los médicos fisiólogos de ciertas secreciones. se aplica a las funciones de nuestro pensamiento, o mejor dicho, ellas también deben ponerse otra vez en circulación, una y otra vez, para elaborar por medio de ese proceso una nueva sustancia, a fin de asegurar el sano vigor tanto a la mente como a su linaje inteleccual.
Hablando de sus actividades periodísticas hace Coleridge en su Biografia Literaria la defensa de sus procedimientos y de sus ideas frente a los ataques de que fue víctima de parte de algunos profesionales contemporáneos. Se le atacó en su vida privada hasta llamarlo vago incorregible. Se le acusaba de que en sus escritos ofrecia una desproporcionada llamada de atención, con exceso de refinamiento en el modo de alcanzar la vetdad: se le enrostraba golpear el terreno, cuando habría bastado para ello cazarlo con el ojo: encontraban críticos sus periodos largos y laboriosos: y, en fin, oscuros: y que gustaba de la paradoja. renglón seguido, se defiende en esta interesante forma. Pero, mis críticos, aún los más severos, no pretenden haber encontrado en mis demostraciones trivialidad o trazas de un intelecto empequeñecido por la fatiga de pensar. Ninguno me ha acusado de cambiar las ideas de otro: o con hacer de nuevo un picadillo de la cram.
esos Madera de Emilia Prieto