Carmen Lyra

REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXIV San José, Costa Rica 1932 Sábado 13 de Febrero Núm. Año XIII. No. 574 ¿Claudia Lárs cómo se llama. El testimonio de Darwin.
Bibliografia titular.
La buena labor del senador Hiram Johason Carmen.
Poesias.
Croquis realistas Masferrer y la jauria do Ubico SUMARIO gim. Persiles, Carmen Lyra Don Alberto Masferrer Desorientación moral de la juventud Tarde nos hemos enterado De unos comentarios al cable Carlos Jinesta El gallero.
Isaac Felipe Azoreifa Julia Enrique Avila En El Salvador se ha cometido un crímen sombrío Adollo Ortega Diaz El ejemplo de Darwia.
Carmen Lyra Elena Torres Garcia Monge Carmen Lyra Manuel Cabral Juan del Camino Xenius ¿Claudia Lars cómo se llama?
Dos pajaritos pardos sentaditos en su rama.
el uno le dice al otro ¿Claudia Lars cómo se llama?
sus De Claudia Lars hablan los dos amigos.
Dice uno: De Claudia Lars hemos publicado en el Repertorio Americano alguno de cantos de la madre. Es posible que el Repertorio Americano haya sido la revista que la ha revelado como poetisa al mundo de habla hispana. Por ella, por quién es ella, nos han preguntado mucho de afuera.
Decimos Claudia Lars y pensamos luego en una linda salvadoreña, hija de padre norteamericano y madre de El Salvador, que se llama Carmen Brannon de Beers. Es la esposa de Mr. Roy Beers, también norteamericano; y es la madre de un precioso muchachito de años a quien le decimos Roycito cuantos tenemos la dicha de tratarlo y estamos encantados de él.
Roycito es el que inspira a Claudia Lars sus sentidos cantos de la madre. Canciones que le salen del corazón, sin literatura ni artificios, sin afán de publicarlas y menos de ganar gloria con ellas. Las dice, las canta pensando en su hijo como lo hacen las avecillas en los árboles, que cantan la gloria de Dios en tantas cosas bellas como existen.
Claudia Lars la canta en su hijo, que de veras es un regalo de Dios para ella.
Una referencia más: Claudia Lars re: acciona de qué modo contra la injusticia. otra: es una criatura misericordiosa.
rablemente, la enseñaron a gustar de la literatura, a querer leer, a contar cuentos.
Maestro llegó a tener, más tarde. Maestro? Más bien amigo leal que le dijo que escribir versos era fácil y que pudo hacerla amar los versos. Los versos se hacen cómo? El la enseñó. Lo importante era ¿qué era lo importante? Enseñar es darse. Aprender es ser.
Ella aprendió. Su verso es ella. Su verso es como habla. Es la misma que escribía cuentecitos. Lo que se ha depurado es su gusto. Ya sabe qué cosas son triviales, banales, basura, bagazo. Ella los rechaza de sí por virtud de su buen gusto. su buen gusto se lo ha formado a base de moralidad. Esto es en ella lo extraordinario: una moralidad tan diáfana que claramente percibe que lo bueno es lo bello.
Una estética tan honda que llega al corazón de las cosas y en las lágrimas que allí hay ve reflejada la belleza hecha bondad.
Dichas su ética y su estética, falta decir su finalidad. Qué se propone esta criatura maravillosa? Se propone deleitar a su niño, encantar a su niño. Para su niño todo lo bueno, todo lo bello, cosas y sentimientos, las estrellas y el perdón, los portalitos de San Francisco y la hermandad universal, la oruga y la vida hecha símbolo, la tortuguita y el tiempo reducido a animalito amable, una plumita de pájaro hallada en un camino y la dulzura, que hace llorar, de todos los sueños que volaron. Como en el verso de Blake, el universo es un grano de arena!
Alguna vez quiso ensayar algo épico, celebrar un héroe de su patria. Los versos le salieron lánguidos. No los entendía su niño. Hasta en versos de Gabriela Mistral se siente a veces que se ha alzado al niño a la altura del poeta adulto para que mire lo que el poeta lleva en los ojos. Claudia Lars no. Ni es tampoco que se incline ella hasta ponerse bajita a la altura de su niño. Eso sería demasiado la poesía sin seso de la Mother Goose de los ingleses. y los yanClaudia Lars San José, Enero, 1932.
milia y de los amigos íntimos revoloteó como bandada de mariposas en jardín cercado. Eran como alas de mariposas esos cuentecitos, cuentecitos de mariposas y flores y pájaros. Ya revelaban la cualidad más saliente de esta criatura milagrosa que nació con el don de las letras: la cualidad de ser la palabra escrita como palabra hablada, la cualidad de escribir un cuento como se cuenta un cuento. El dragón de la retórica no la ha turbado jamás con pesadillas. Feliz ella, en el colegio no le enseñaron redacción literaria. La ortografía la ha ido aprendiendo paso a paso y no le preocupa mucho. La gramá.
tica no la desvela. La enseñaron admiDice el otro: Claudia Lars hizo primero clientecitos fantásticos dentro de una sencillez infantil encantadora, cuentecitos que se publicaron en un cuadernito endeble que el mundo dejó pasar desapercibido, o mejor dicho, que no llegaron al mundo jamás sino que en el círculo de la fa Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica